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Adiós migrantes

Como fue pronosticado en la mayoría de las encuestas, la carrera por las curules en la Casa de Representantes inició parejera, con el dominio alterno de los dos partidos a lo largo de la noche; en tanto que para el Senado, fue franco el dominio republicano desde el comienzo del conteo de los sufragios, en una jornada en que hubo denuncias de algunas irregularidades que, definitivamente no incidirán en los resultados que, al final dominaron los republicanos.

El entusiasmo de los demócratas se encendió cuando obtuvieron sus dos primeras victorias en Virginia, en donde la recién llegada política Jennifer Wexton derrotó a la experimentada Barbara Comstock, conocida por los demócratas como “Trumpstock”, en una carrera que apuntó a la impopularidad de Trump entre las mujeres educadas, y el sur de la Florida, donde Donna Shalala ganó a la republicana Maria Elvira Salazar.

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El hecho de que la demócrata Ayanna Pressley haya completado su misión de ser la primera mujer negra de Massachusetts para llegar al Congreso reforzó la idea de que el dominio republicano podía ceder; sin embargo, no fue así. Pressley navegó a través de las elecciones generales del martes sin oposición, sin republicano en la contienda; pero, esos éxitos altamente significativos no fueron suficientes para tener el triunfo.

Quizá el panorama más certero fue el que, a mediados del conteo y luego una copiosa votación, emitió AP VoteCast: “El presidente Donald Trump es una fuerza dominante en las elecciones de mitad de período 2018; las actitudes hacia el líder polarizante influenciaron las decisiones de más de 6 en 10 votantes. Casi 40 por ciento de los ciudadanos votaron para expresar su oposición al Presidente; sin embargo, el 25% dijo que votaban para expresar apoyo a Trump y a su forma de conducir el gobierno”.

Destacado es el hecho de que en este 2018, un número récord de mujeres apareció en las boletas electorales en busca de una curul este martes. Mayoritariamente, son demócratas críticas de la conducción del presidente de Trump con respecto a los asuntos más importantes del país. “Habrá un número histórico de mujeres caminando al Congreso en enero”, dijo Stephanie Schriock, presidente de Lista de Emily, un grupo de influyentes democrática que se inclina por apoyar a las mujeres en la política.

Por su parte, la republicana Sarah Chamberlain, presidente y CEO de Main Street Society, expresó: “Tenemos que salir y llegar a nuestras mujeres. Estamos siendo empequeñecidos por los demócratas. Esto es algo que vamos a centrar en distritos claves hablando, sobre todo, de un sistema de cuidado de salud asequible que sirve a todo el mundo, incluso aquellos que posean condiciones médicas preexistentes”.

Importante ha venido a resultar la postulación de exmilitares de sexo femenino, como las candidaturas de que año incluyen a varios veteranos femenino. Uno de los más conocidas, la demócrata de Kentucky Amy McGrath, una expiloto de combate de la Marina, quien se convirtió en una sensación nacional por sus anuncios en línea de vídeo virales. Pero ella perdió en una carrera cerrada ante la candidata republicana Andy Barr por 51 por ciento ante 47.8. Trump había ganado el Distrito cómodamente.

El llamado 6N, resultó, tal y como se pronosticó, un plebiscito sobre la figura del presidente Trump, quien apostó fuerte por estos comicios, agitando a las masas que le dieron la presidencia hace dos años. Frente a él, el Partido Demócrata y una batería de candidatos de perfiles dispares, marcada por una inédita ola de mujeres, buscó el contragolpe al trumpismo. Fracasaron en esta misión ante uno de los presidentes más controversiales de la historia, lo que implica su reelección en los comicios venideros.

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