Viene otro ‘temblor’

En todas las columnas políticas de los diarios nacionales es generalizada la percepción de que los temblores de la semana pasada han preparado las condiciones para que se de otro sismo pero ya de tinte político. Será de tal intensidad que se vendrán abajo varias instituciones, preponderantemente las del tipo político pues como usted bien sabe amigo lector, los partidos políticos, los diputados y senadores son los menos apreciados por la ciudadanía y tras ellos están los gobernantes con un presidente que no llega al 30 por ciento de aprobación, con gobernadores que en promedio tienen un 40 por ciento, y de ahí la viabilidad de que el sismo político se los cargó a todos.

Y es que oiga usted, los errores, o vaya usted a saber si no intencionales con que están manejando los donativos de víveres y otros insumos fue de la misma manera que en el temblor de 1985, o sea que detenían a los camiones con donativos dizque para llevarlos a un solo centro de acopio cometiendo nuevamente la misma metida de pata.

No quisieron y no quieren que hubiera entrega directa a los damnificados, como también no facilitaron la operación de los rescatistas, y en el caso del colegio Enrique Rébsamen de la CDMX eso provocó una serie de rumores, entre ellos que es propiedad del arzobispo NORBERTO RIVERA, que bajo los escombros había cajas fuertes con dinero y sobre todo con documentos. Por ello no permitían que entraran de inmediato las operaciones de rescate.

Y si bien el Episcopado mexicano negó que el cardenal Rivera fuera el propietario de ese colegio, aunque sea cierto percibo que la mayoría de la gente no lo cree.

Pero regresemos al tema que nos ocupa y este es que se repitieron los errores del sismo del 85, la diferencia es que en esa década no se contaba con medios de comunicación como el Twitter y el Facebook, ahora muy popularizados que sirvieron como canales informativos en donde la gente expuso unos con palabras y otros con fotografías lo que estaba sucediendo en los diversos lugares que se vieron afectados por los temblores.

Lo peor es que no se puede decir que esto ya se acabó y más malo está el asunto cuando sismógrafos con experiencia como JOSÉ LUIS DEHESA afirman que no es posible detectarlos

Y así, en medio de esa incertidumbre transcurre la vida en los lugares afectados por los temblores, lo que de paso va a cuartear si no es que a derrumbar instituciones políticas que de por sí estaban bajos en los niveles de aprobación ciudadana.

Con lo que ha venido pasando en estos días lo más probable es que arriben a julio de 2018 con un alto descrédito aunque por lo pronto los partidos políticos se están sacando la espina. Se sumaron a la propuesta de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR de donar parte de sus ingresos para los damnificados por los sismos.

La idea fue respaldada por la ciudadanía y ello obligó a que por primera vez veamos a los partidos políticos jalando con un mismo objetivo que si así fuera siempre otra cosa sería en nuestro México lindo y querido.

Y ahora estamos viendo que andan como en subasta a ver quién da más.

López Obrador comenzó con un 20 por ciento; luego subieron la mira al 50 por ciento, después ya hablaban de donar el 100 por ciento. Incluso para el día de ayer estaba previsto que el Frente Amplio Ciudadano compuesta por el PAN, PRD y el MC llegaran ante el INE a oficializar entregar el 100 por ciento de lo que les asignen para las campañas políticas para la reconstrucción de las ciudades afectadas.

Seguramente López Obrador también se sumará a ese porcentaje. Tanto él como el partido MORENA en realidad no requieren de muchos gastos para mantenerse de pie como tampoco para desarrollar actividades políticas. 

Por lo mismo les llevará ventaja en ese sentido, pero aguas si el gobierno por debajo del agua les regresa los donativos porque eso sería toda una mentada de madre. No creo se atrevan, esas cosas finalmente se saben y el horno no está para bollos, por lo tanto deberán tener mucho cuidado. 

Y por hoy, BASTA.

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