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Un gobierno para todos

Los intelectuales que en diversas épocas han escrito en el tema de la actividad del Estado, han establecido entre otras cosas una generalidad que en muchas ocasiones o casi siempre los gobernantes olvidan, me refiero específicamente al bien común.

“El poder de Estado, pese a su superioridad y a la enorme fuerza de que dispone, no es, sin embargo, arbitrario. En todos los países civilizados aparece sometido a las normas jurídicas, que le señalan cauces para su acción y límites y objetivos infranqueables, para sus funciones”, establece Héctor González Uribe en su obra Teoría política, publicado por Editorial Porrúa.

Un gobierno para todos

En esta misma publicación, el citado autor establece que el Estado, “es una sociedad humana, establecida permanentemente en un territorio, regida por un poder supremo, bajo un poden jurídico y que tiende a la realización de los valores individuales y sociales de la persona humana.”

Como podemos observar, el Estado como organización política tiene elementos indispensables para su existencia, pero frente a este Poder existe el ciudadano, el individuo, que tiene garantizados sus derechos en la constitución política.

El colectivo social, en general todos los habitantes que coexisten y habitan en un determinado territorio forman el conglomerado de beneficiarios de las políticas públicas, en esencia y además en estricto sentido los beneficios deben ir encaminados en esa dirección.

Como lo establece la propia Constitución, para acceder al poder público, tiene que ser mediante los partidos políticos o bien los candidatos independientes. Los que resulten ganadores en las urnas, se convierten desde el momento que en tomen protesta para el cargo que fueron electos, en representantes populares o bien nuestros gobernantes, y de allí en adelante su accionar debe ser pensando en los interese colectivos, generales, anteponiendo los intereses propios, es decir el proceder debe ser pensando siempre buscando el bien común.

En ocasiones quienes integran el Gobierno en cualquiera de sus esferas, realizan políticas púbicas de manera parcial, en donde solo se benéfica unos cuantos, los que de alguna manera se identifican con su partido o con su ideología, y ello queda lejos de alcanzar un resultado satisfactorio en la sociedad, ya que se aplica la política en favor de unos cuantos y con ello crecen las brechas de la desigualdad, de la pobreza, dando como resultado malos gobiernos.

EN SÍNTESIS, quienes serán ahora gobierno, quienes serán nuestros representantes populares deben velar por el interés nacional, por el beneficio colectivo, por el interés de la sociedad en su conjunto, por el ser humano en su individualidad, deben llevar programas sociales y políticas públicas de beneficio que den como resultado que se apliquen las teorías clásicas del bien común, el cual no es una mera frase, no es retórica vaga, es una realidad que deben observar quien estén al frente de una responsabilidad. La política, no solo es acceder al poder y competir electoralmente o pasar de un escaño a otro, la política debe traducirse en un buen servicio público, en una calidad y calidez, en un trato cordial a la gente y desde luego un contacto directo con los gobernados.

Nos vemos en la próxima Dios mediante, mariolongoria55@hotmail.com