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The Line, la ciudad del futuro

Una de las leyes de oro de la diplomacia en Arabia Saudita es que la política no se mezcla con el petróleo, quizás  ese sea el secreto de su éxito; hoy el reino está dentro de las 10 potencias económicas y militares más fuertes del mundo.

La ambición de conquista quizás se transmita en los genes, ya que este reino 500 años después del inicio del Islam busca afianzarse como una potencia mundial en el ámbito de la energía limpia y planifica sus recursos energéticos de cara al futuro reduciendo su dependencia del petróleo. Los nuevos proyectos de crecimiento buscan  implementar su potencial tecnológico y financiero, a través de inversiones orientadas a la producción de energía solar y eólica.

The Line, la ciudad del futuro

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salmán, planea crear una ciudad futurista en su país para fomentar un nuevo modelo de vida sostenible y generar  más trabajo y prosperidad. Su objetivo es que este proyecto se convierta en un referente a nivel internacional y que cuente con un papel de liderazgo en el desarrollo global.

The Line la nueva ciudad del futuro costará alrededor de 500.000 millones de dólares, financiados por personas de todo el mundo. Este ambicioso proyecto contará con una extensión de 26.000 kilómetros cuadrados. En ella habrá todo tipo de avances tecnológicos, como una luna y lluvia artificial, dinosaurios robots y coches voladores. 

El príncipe explicó que con The Line se pretende llevar al país a otro nivel, donde se pueda diversificar la economía y reducir la dependencia al petróleo.

La ciudad se ubicará en el noroeste del país árabe que está en constante crecimiento económico. El proyecto busca preservar el 95% de la naturaleza, con cero autos en circulación, calles, ni emisiones de carbono y con energía renovable.

Los transportes público y de carga van a ser eléctricos y, en algunos casos,  se utilizará la inteligencia artificial para que no se necesiten conductores en los carros. 

Se prevé que esté dotada con un tren metropolitano, combinado con una red subterránea de caminos para vehículos autónomos. Por encima del suelo, la superficie estará destinada únicamente para el sendero peatonal y cubierta de abundante vegetación, por lo que no será necesaria la construcción de rutas;  la ciudad será mucho más accesible para un habitante que las ciudades actuales. "Todos los servicios diarios esenciales, como escuelas, centros médicos, instalaciones de ocio, así como espacios verdes estarán a cinco minutos a pie", de acuerdo al proyecto autorizado.

La metrópoli no solo innovará en ámbitos como el transporte, la educación o la captación de energía, también creará centros de investigación, deportivos y de entretenimiento para todos los habitantes que formen parte de este proyecto único. Además, promete ser el hogar y el lugar de trabajo de un millón de personas procedentes de otros rincones del planeta.

Todo parece maravilloso, un país cuyo principal ingreso es el petróleo, hoy apuesta al cambio, a las energías limpias, ve de cara al futuro...  no sé en qué plano quedara el estricto dogma de su fe, quizás ese sea el único impedimento de la ciudad para las mujeres, las cuales son tratadas aun en estos tiempos conforme a su ley sharia.

Empresarios, estudiantes, es momento de voltear a ver a Arabia Saudita.