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Reflexiones acerca del trabajo

  • Por: PSICOTERAPEUTA SONIA OCHOA CALVO
  • 10 JULIO 2016
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Reflexiones acerca del trabajo

El trabajo además de ser una función social de integración a la comunidad, es la herramienta más poderosa que tiene el ser humano para su crecimiento personal.

El privilegio de vivir trae consigo la necesidad de adaptarse activamente al medio en el cual cada uno se desarrolla y de luchar por desarrollarlo cada día mejor para superarse, el trabajo nos da la oportunidad que através de el  podemos contribuir al crecimiento y mejoramiento de nuestra sociedad, encontrarnos a nosotros mismos aprender a convivir con los demás y superarnos día a día  todo trabajo significa y ayuda hacer crecer a la familia en un hogar orgulloso honesto y bien logrado. 

Frente al trabajo hay dos tipos de posibles actitudes, por un lado está la persona que considera una carga pesada, un mal necesario através del cual conseguimos lo necesario y eso es totalmente equivocado, hay que amar y sentirnos orgullosos del mismo.

Por otro lado está la persona que ve su trabajo como el medio a través del cual proyecta su riqueza interior y contribuye a la sociedad y lógicamente a su familia. 

El trabajo ayuda a desarrollar el sentido social y de equipo y favorece al a colaboración de los grupos y empresas compartiendo triunfos y fracasos.

El trabajo puede ser alegría, diversión, orgullo, da vida y satisfacciones personales.

El trabajo enriquece al hombre y dignifica a su transformación como hombre de empresa, esto confirma la famosa historia de los tres albañiles cuando les preguntaron, al primero lo que hacía y contesto de mal humor y sin levantar la mirada “estoy poniendo ladrillos” molesto contesto y el segundo contesto “construyó una pared” pero el tercero dijo con entusiasmo y orgullo “Estoy construyendo una escuela y me siento muy orgulloso”.

Debemos de dar ese sentido de transcendencia a nuestro trabajo, pensar que lo que estamos haciendo no queda ahí, ¿cómo te sientes tu en tu trabajo? 

Como siempre me despido quedando ante mano a tus ordénes les mando un fuerte abrazo rompe costillas.


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