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Prevención

Todavía no transcurre la primera semana del 2020 y ya se están viendo señales que la delincuencia no le va a aflojar, lo que nos lleva a la conclusión, que en otras ocasiones ya he apuntado: este asunto no se afronta ni con frases amorosas, pero tampoco con bravatas. Se requiere de un trabajo coordinado entre las diversas corporaciones de seguridad pública, porque de veras, esto ya está insoportable.

Se sabe que en el caso del municipio su intervención es solamente en materia de prevención como desarrollar eventos que estimulen la convivencia ciudadana, función que bien desarrollan el IRCA y el Instituto Municipal del Deporte, como también coadyuva el DIF municipal.

Prevención

Pero si estamos viendo que con ese tipo de prevención no es suficiente, entonces debe entrar en acción la prevención policiaca, que en nuestra querida Reynosa está a cargo de la Policía Estatal, que, por cierto, este domingo por la noche tuvo una oportuna reacción en un negocio de comida ubicado por el bulevar Morelos donde un delincuente ingresó para asaltar y como hubo clientes que se opusieron, el hecho pudo haber terminado en tragedia.

Afortunadamente las policías estatales pasaron por ahí, se las olieron e intervinieron, aunque tuvieron qué eliminar al sujeto de marras, muy peligroso pues ya hasta tenía rehenes.

A lo que voy es que no siempre los policías estatales van a estar circulando por los lugares donde se están cometiendo delitos, es hasta utópico pensar en esa posibilidad.

Cierto que un patrullaje permanente por las calles debe infundir respeto entre quienes pretenden dedicarse al delito, pero también estamos viendo que estos señores no tienen conciencia de esa circunstancia. Se ve a leguas que le apuestan a la posibilidad de que no serán sorprendidos en el momento en que están cometiendo sus fechorías, que una vez llevada a cabo lo obligado es investigar quién fue el responsable para dar con su paradero y llevarlo al juez.

Eso es lo que dice la Ley, el problema se agrava porque la vigilancia por las calles obvio es insuficiente y cuando se comete el delito es escaso el personal de investigación en las agencias del Ministerio Público, con lo cual las denuncias se cumulan y terminan formando parte de la estadística, y finalmente, a abultar los casos de impunidad que es lo que viene animando al delincuente a proseguir con su perniciosa actitud.

Ante tal circunstancia uno diría: pues que envíe la Fiscalía General de Tamaulipas más agentes investigadores a esta ciudad. Primero falta que los tenga, segundo, que no es cosa que llegando y llegando lo van a hacer tumbando caña, lleva su tiempo conocer la plaza.

Pero aquí viene la molestia ciudadana, se supone que hay profesionales al frente de la autoridad ministerial haciendo estudios para tener detectados los meses en que suele incrementarse el delito y para ese efecto por un lado se redoblan patrullajes y por el otro se comisionan con anticipación personal de investigación, pero estamos viendo que en nuestra querida Reynosa no se hizo ni una cosa ni la otra. En diciembre se dieron hechos muy lamentables que provocaron mucho dolor y que a todos los reynosenses nos causó ofensa porque esos proditorios hechos tienden a quedar en la impunidad que viene siendo la madre protectora de la delincuencia.

De veras, Reynosa requiere auxilio, es inaceptable que siga transcurriendo la vida en medio de inseguridad. No voy a decir que la autoridad está cruzada de brazos, por las calles vemos las patrullas de la Policía Estatal, que son quienes están dando la cara por la ciudadanía, pero sus patrullajes son insuficientes.

En cambio, no vemos patrullas de la Guardia Nacional, la apuesta del gobierno federal en el combate a la delincuencia.

Hace unos meses vi una o dos patrullas de esa corporación, una circulando por el bulevar Del Maestro y otra por la Herón Ramírez. Supongo lo hicieron también por otros puntos de la ciudad, pero ya tengo rato de no ver ninguna de ellas, si mis lectores las han avistado les agradeceré me lo hagan saber.

Pero independientemente de que la autoridad no está cruzada de brazos, que los organismos privados sospechosamente estén como momias ante este problema, el ciudadano vive en medio de temor e incertidumbre, lo que de pasada debiera llevar a las autoridades, lo mismo federales que estatales y municipales a cancelar a sus respectivos funcionarios públicos las guardias de seguridad que les asignan. Lo menos que pueden hacer, a manera de solidaridad es que circulen por las calles en las mismas condiciones en que lo hace cualquier ciudadano.

Es hasta insultante que funcionarios se pavoneen con escoltas mientras que el grueso de la población está a la disposición de la delincuencia. Sobre esto al parecer en el gobierno del Estado ya tomaron una decisión que fue cancelar la seguridad a sus funcionarios públicos que se paseaban como pavorreales seguidos por guaruras, una medida costosa aparte de innecesaria. Nunca los atacaron ni con un chipote chillón y por lo mismo no se justificaba esa seguridad, en todo caso en donde sí hay qué invertirle es en la seguridad de los policías que ellos sí andan arriesgando la vida en sus trabajos de vigilancia. Los funcionarios solamente son farolones, el único riesgo que corren en la calle es chocar o que se les ponche una llanta.

Sin embargo no será suficiente con que ahora anden en las mismas condiciones que los ciudadanos. Se va a tener qué redoblar la tarea de prevención y ahí va a tener qué entrarle quiera o no el ayuntamiento reynosense que ya debiera estar buscando hasta por debajo de las piedras a los prospectos para formar parte de la policía preventiva municipal. Se requiere de un mínimo de 400 agentes y tendrán qué pagarles como mínimo 20 mil pesos mensuales que, si los regidores y síndicos se autorizaron sueldos de 100 mil pesos mensuales, me parece que pagarle 20 mil a un policía es lo menos que se puede hacer por esa riesgosa actividad.

En pocas palabras, se acabó el tiempo, se acabaron los pretextos, y se llegó a la etapa de las decisiones contundentes. Es la obligación, y si no pueden, renuncien. Nadie les puso pistola para ocupar cargos públicos, eso ellos bien lo saben y el pueblo también.

Y por el mundo de la política, este sigue aletargado. No hay actividad, si acaso dos socialeras y una corrió por cuenta del diputado morenista RIGOBERTO RAMOS ORDÓÑEZ, que recorrió colonias populares de la ciudad para repartir roscas de reyes y convivir con los vecinos. La otra fue por cuenta del PRI quienes invitaron a la tradicional rosca de reyes en las oficinas de su comité directivo municipal.

Otro tanto hizo en Ciudad Victoria, EDGAR MELHEM SALINAS, el presidente del comité directivo estatal, donde reiteró que para levantar vuelo van a tener qué retomar la unidad, y yo agregaría, a trabajar con muchas ganas. Será tarea muy esforzada que logren levantar al tricolor por Tamaulipas que irónicamente aun estando en la lona sigue teniendo mayor estructura que el MORENA, el partido que está en crecimiento pero que sus integrantes como que siguen avionados y apostándole al influjo de San Andrés.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com