LOS REBELDES DEL SUR

No podemos negarlo. Todos los aficionados del deporte de las tecleadas, quisiéramos que los representantes del Súper Bowl fuesen equipos, además de altamente competitivos, populares, repletos de estrellas, con mucha tradición e imanes mediáticos. ¿Acaso no estaríamos extasiados con un duelo entre los Empacadores de Green Bay y los Patriotas de Nueva Inglaterra (Rodgers vs Brady) o bien, los Vaqueros de Dallas vs. Acereros de Pittsburgh? (Claro está: con nivel equiparable, no como aquella edición XXX, que si me lo permiten, fue un juego basura. Gracias Neil O’Donnell).

Pues bien, les tengo, en ese sentido, malas noticias. Es probable que dos equipos que son la antítesis de los mencionados unas líneas antes, pudieran ser fuertes protagonistas esta temporada y potencias con altas probabilidades de juego grande en no más de tres años, y para colmo, ambos pertenecen a las divisiones del sur de sus respectivas conferencias: Titanes de Tennessee (AFC) y Bucaneros de Tampa Bay (NFC). Más de uno, ni siquiera recordará que ambas franquicias han llegado al súper-Domingo, siendo los de Florida ganadores de uno.

De hecho, no son pocos los analistas que consideran a los Titanes como el favorito para llevarse su división, arriba de los Texanos o Potros de Indianápolis.

Como sus análogos en Tampa Bay, son proyectos que se han trabajado discretamente los últimos dos años, y en este momento, ya se aprecian escuadras a punto de madurar y con un equilibrio interesante. No hay duda que Marcus Mariota, su mariscal de campo, ha venido creciendo y se espera que este, su tercer año como profesional, se empiece a definir como un “all star”. Por su parte, DeMarco Murray, ha obtenido reivindicarse y salir adelante de un evidente bache en su carrera, para ahora estar al frente de un cuerpo de corredores de excelente factura (de 29 años, el tema de las lesiones se le incomoda demasiado). Así mismo, reforzaron a sus receptores con la adquisición de Corey David, Taiwan Taylor, Jonnu Smith (vía Draft) y el cumplidor Eric Decker a través de la agencia libre.

Con Rishard Matthews y Tajae Sharpe, nombres -de nuevo- poco conocidos pero elementos eficientes, tendremos como resultado una unidad ofensiva sumamente peligrosa. Más interesante aún es su defensa, que si bien este año todavía no podrá codearse con la de Houston y Denver, fue reforzada en el sector de la secundaria con jugadores del calibre de Logan Ryan, lo que permitirá que la plantilla en general encuentre un punto de equilibrio con aún más evolución en vista, un balance del que ninguno de los restantes contrincantes de división podrían presumir. 

Ciertamente, los Bucaneros de Tampa Bay, están en una división mucho más compleja. Basta señalar que allí están los últimos dos contendientes por el SBowl. De ahí podemos partir para pensar que no avanzarán tan rápido como los ya citados Titanes, pero insisto, es cuestión de tiempo para que ambas escuadras sean potencias. Para acentuar las coincidencias entre estos dos equipos, llama la atención que los Bucs también habían padecido deficiencias con receptores y el departamento de la secundaria y que su mariscal de campo, Jameis Winston, es una estrella en ascenso que cumplirá apenas su ¡tercer año como profesional¡ Para su buena fortuna, la gerencia ha traído nuevas armas: el veterano receptor DeSean Jackson y O.J. Howard, un novato ala cerrado de quién se especulan fuertes proyecciones.

Ciertamente su línea ofensiva y los corredores (Doug Martin no jugará los tres primeros juegos por sanción, hola Ezekiel Elliott) detentan algunas interrogantes que solo tendrán respuesta conforme avance la temporada. Su defensa no es de nombres, sino de conjunción, sin hacer de menos las cualidades individuales.

Gerald McCoy, Kown Alexander, el recién adquirido J.J.Wilcox, entre otros, forman el esquema de un conjunto que mínimo, este año está llamado a ser el “caballo negro”. Suerte a los aficionados de estás franquicias ¿habrá alguno?