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Las filas en los puentes internacionales, sin fin

Comienzan a escucharse voces de inconformidad por las medidas tomadas por el Departamento de Migración de los Estados Unidos de América, pero habrá que decirlo: provienen de particulares. La parte gubernamental permanece como los mariachis de JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ.

Se ve que no quieren sulfurar ni tantito al presidente DONALD TRUMP, que no sé porqué están tan callados, no creo que él llegue a enterarse de lo que por aquí declaren las autoridades estatales o municipales.

Las filas en los puentes internacionales, sin fin

Entonces, si Trump no los hace en este mundo debieran expresar la molestia a nombre de todos los reynosenses porque esta convertido en todo un calvario cruzar hacia los Estados Unidos de América.

Ahí están las kilométricas filas, muy ordenadas que hasta semejan filas de borregos que mansamente acuden a que los trasquilen porque es a lo que se va hacia el otro lado del río Bravo: a gastar.

Pero como ya lo dijo el presidente Trump que a él lo que le preocupa es la seguridad, no el comercio, esa medida de reducir personal por las garitas de revisión en los cruces internacionales no tiene fecha de caducidad, así que amigo lector, si por angas o mangas tiene que acudir al otro lado del río Bravo no le voy a decir que tome providencias, salen sobando, a cualquier hora, ya bien de la mañana, la tarde, de la noche o incluso en horas de la madrugada se va a encontrar con filas kilométricas que le harán llegar a los límites de la exasperación.

El promedio para cruzar por los puentes internacionales es de cuatro horas, mientras que por las filas peatonales las circunstancias no son diferentes. Si bien le va, solamente tardará de dos a tres horas.

Ante tal situación la previsión será en tomar los consabidos Paciflorines y no correrá el riesgo de que para cuando llegue a las garitas de revisión usted haya pasado a formar parte de las legiones de hipertensos, de esos que tienen como medición promedio 140/90, de tal forma que si no va de suerte hasta un cardiacazo o una embolia lo puede atrapar a mitad del puente.

Todo lo que les he comentado es del dominio general y no es cosa de estar al pendiente de cómo está el movimiento por los cruces internacionales. 

Eso solo lo pueden hacer los desquehacerados pero que por razones obvias están sobrados de recursos y por lo mismo resulta hasta ridículo que anden muy al tanto del movimiento vehicular de los cruces para ir a lo mucho a cargar gasolina y la obligada hamburguesa si es que ya le llegó el pago de su pensión o acaba de cobrar su quincena.

Estamos esperando que nuestras autoridades den un paso al frente y respetuosamente reclamen, porque nos están viendo la cara de migrantes centroamericanos o hasta de terroristas provenientes del medio oriente. Al no hacerlo están mostrando que les importa una pura y dos con sal situación de los ciudadanos.

Ya no queremos autoridades amigables y muy buenas para darse abrazos a mitad del puente internacional cada vez que hay un mitote por celebrar. 

Es correcto hagan relaciones públicas, pero se supone que esas son con la finalidad de armonizar con las autoridades de aquel lado del río Bravo pero visto que está por allá las toman como un mitote folclórico y de ahí no pasa el asunto.

En mi personal enfoque no pinta para que veamos a nuestras autoridades en forma decisiva pronunciarse a favor de nosotros, así que si no tomamos la iniciativa como sería abstenernos de cruzar hacia Hidalgo, Mission o McAllen durante un lapso de una semana y si aun así las autoridades de migración norteamericana se hacen como que la virgen les habla, la medida debería prolongarse por otra semana más. 

No creo lleguemos al mes sin que haya una respuesta al respecto con todo y que al presidente Trump el comercio le venga guango.

Finalmente, no creo que para mantener la seguridad el sellado por las garitas fiscales sea la solución. Los migrantes centroamericanos y los terroristas no van a cruzar por esos lugares sino a nado por el río Bravo. Creo que lo anterior hasta los niños lo saben.

Y por el mundo de la política, aunque de la que se da en el otro lado de la frontera de México con Estados Unidos, desde ayer el alcalde de la vecina ciudad de Edinburg, Texas, RICHARD MOLINA y su esposa, DELIA MOLINA son huéspedes de una prisión en el Condado Hidalgo. Ambos están acusados por haber incurrido en fraude electoral.

La orden de arresto salió de la oficina del Procurador General de Texas, KEN PAXTON, luego de que investigaciones realizadas por la Unidad especial para Asuntos Electorales, algo parecido a la FEPADE de México los encontró culpables de haber coaccionado el voto.

Acusaciones similares se presentan en México y concretamente en Tamaulipas cada vez que hay procesos electorales, pero como dicen que poderoso caballero es don Dinero, en muy pocas ocasiones se actúa como debiera ser.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com