La otra cara de Diego

Por supuesto que mis lectores no se caerán de la sorpresa al comentarles que las redes sociales se han caracterizado por la frivolidad o en el mejor de los casos la superficialidad de la mayoría de los internautas.

Cuando se incendió la catedral de Notre Dame, en Paris, todo el mundo lo lamentó y casi lloraron por la pérdida de las obras de arte que ahí estaban en exhibición permanente surgiendo voces de los dueños del dinero ofreciendo donativos millonarios para la restauración del inmueble y lo que se pudo salvar.

Ahora, tiene días de estarse propagando un colosal incendio en la Amazonia, el pulmón del mundo y nadie se ha ocupado de ese tema.

Incluso los medios de comunicación nacionales lo han tocado de refilón como está sucediendo a miles de kilómetros de distancia no lo consideran de mucha importancia siendo que los daños que causen por allá ese incendio, en los meses venideros contribuirá a agravar el calentamiento global que por nuestra querida Reynosa y la región ya hemos venido padeciendo esos efectos.

Las temperaturas prevalecientes ya tenemos meses que rondan los 40 grados centígrados, por eso entró la pavorosa canícula y prácticamente ni nos dimos cuenta como también ya estamos por salir de ella y no hay exclamaciones de alivio. Los pronósticos del Servicio Meteorológico son en el sentido de que seguirán prevaleciendo las altas temperaturas. Todo indica que tendremos que esperar a septiembre para que las tormentas y huracanes refresquen el medio ambiente, aunque luego nos acarrearán otro tipo de problemas.

Ya sabemos que la infraestructura urbana de Reynosa es muy endeble ante los embates de la naturaleza siendo el principal factor la carencia de un servicio de drenaje pluvial. En tiempos pasados ese era proporcionado por los llamados derramaderos que desaparecieron a causa del crecimiento habitacional en la ciudad.

Por donde antes corría el agua de lluvia, hoy hay construcciones y en el mejor de los casos angostaron los llamados derramaderos.

A eso agréguele que múltiples colonias se asentaron en partes bajas sin salida para el agua de lluvias con las consecuentes inundaciones, aunque técnicamente le llaman encharcamientos. Ya quisiera ver a uno de esos técnicos o funcionarios llamándole así cuando en su propia vivienda el agua les llegue ahora sólo hasta las rodillas.

Y vaya que si se ganaron el reconocimiento los trabajadores del organismo operador de agua y drenaje por la pronta reacción que tuvieron debido a dos contingencias que orillaron a suspender el servicio de agua por prácticamente más de la mitad de la ciudad.

Las fallas no obedecieron a errores del personal de la COMAPA, pero me dicen que si al descuido de una constructora que presta servicios al organismo operador de agua y drenaje, así que tendrán que ponerse atentos en la contratación. Ya vieron que no todos son lo experimentados que dicen ser.

Y por el mundo de la política en el plano doméstico no hay nada de momento salvo que el PRI se apresta a la renovación de su Comité Directivo Estatal al igual que el PAN que ya eligió en Reynosa a sus delegados, mientras que el MORENA por aquí andan expectantes, pero por saber quiénes vendrán a ocupar las delegaciones del gobierno federal y si alguno de ellos les resulta conocido, enchufarse a la nómina.

Como ven mis lectores, igualitos a los priistas y panistas y desde luego que también a los perredistas y a los naranjeros y no se diga a los verdes y demás partidos que todavía subsisten gracias a los impuestos que usted como yo amigo lector nos descuentan religiosamente de nuestro salario.

Siguiendo con el tema político, patético se oyó DIEGO FERNÁNDEZ DE CEBALLOS en un programa de radio. Dejó la impresión de que ya está poniendo paja porque percibe que le viene un madrinazo que lo va a dejar de espaldas sobre la lona.

No queda nada del Diego peleonero, enjundioso y con habilidad verbal, aptitudes que brillaron durante los sexenios de VICENTE FOX, FELIPE CALDERÓN y ENRIQUE PEÑA NIETO. Hoy está en la silla presidencial uno de sus acérrimos enemigos que por cierto ya le ajustó las tuercas a varios de los que participaron en el complot de los video sobornos que propiciaron el encarcelamiento de RENÉ BEJARANO y del que fuera tesorero del gobierno del Distrito Federal, GUSTAVO PONCE cuando AMLO fue el jefe, esa circunstancia le está provocando ñañaras al bocón queretano nomás que ahora las palabras puntillosas le dieron paso a las producidas por el pánico.

Haber dicho que el gobierno no le va a quitar nada que no le quite la muerte revela el pánico que le embarga, aunque hábil como es, lo trato de disfrazar con expresiones dramáticas.

En mi personal enfoque si DIEGO FERNÁNDEZ DE CEBALLOS no tiene cola que le pisen, no debe tomar Paciflorines, no los necesitaría. El gobierno de AMLO podrá tener muchas medidas negativas, pero hasta ahora no ha mostrado ser un gobierno represor. Él no le dijo a EMILIO LOZOYA aceptara dinero de ODEBRECHT, tampoco le sugirió a JUAN COLLADO que anduviera invirtiendo dinero malo en operaciones buenas como al igual que a ROSARIO ROBLES no le propuso le hiciera al occiso con la desviación de recursos por 5,700 millones de pesos.

Lo que hizo cada uno del trío en mención es exclusivamente responsabilidad de ellos. Si hubo un tercero que los encandiló a meterse en el fango, ese no fue ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

Entonces, no pueden decir que los líos judiciales en los que hoy andan metidos son por decisiones revanchistas. No hay relación alguna entre lo que hicieron y López Obrador.

Lo mismo va para Fernández de Ceballos al que si le quitan algo que solo la muerte puede quitar como sería la libertad, es por culpa de él, pero tampoco podrá decir que a consecuencia del revanchismo de López Obrador por una simple deducción: si no hubieran hecho nada de lo que hoy los trae en líos, seguro estoy que el presidente de México ni voltearía a verlos.

Trae AMLO muchas broncas como para encima cargar con más.

Y ayer CARLOS LORET DE MOLA se despidió de Televisa y de un auditorio que mantuvo durante 18 años consecutivos. Luego le cuento más detalles sobre este hecho. 

Y por hoy, BASTA.

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