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La guacamaya se volvió zopilote

La pregunta más interesante de 'la mañanera' realizada ayer en Ciudad Victoria la hizo la reportera de Radio Fórmula o Tele Fórmula. El tema: el hackeo hecho a los archivos cibernéticos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Aprovechando la presencia del general Luis Cresencio Sandoval en la conferencia matutina de prensa, la periodista hizo su chamba: pidió la opinión del militar sobre el robo de la información digital a la Sedena.

La guacamaya se volvió zopilote

Sin embargo, el presidente de México evitó la respuesta del general y, como suele suceder, se lanzó contra los medios que difundieron esa información, en particular, el programa de Carlos Loret de Mola en la plataforma digital LatinUs. 

'Es que quisieran que les ayudáramos a hacerles el caldo gordo, tratando el tema, que fue un rotundo fracaso', dijo el presidente.

Incluso, luego de comentar que esa estrategia costó mucho a los conservadores por la cantidad de estrategas y asesores, López Obrador, sonriente y divertido, remató con una palabra de uso popular tabasqueño: 'Y salió puque'.

En Tabasco se dice 'puque' o 'puke' a lo que está podrido, que desprende un olor nauseabundo, como un huevo podrido.

Ante la insistencia de la reportera de Radio Fórmula sobre la información sustraída por los piratas informáticos denominados grupo 'Guacamaya', el presidente respondió con una frase con la que cerró, con una franca sonrisa y un gesto juguetón, el tema: 'La guacamaya se volvió zopilote'.

Los hackers de Guacamaya, un grupo compuesto por activistas centroamericanos (aunque algunos analistas consideran que en realidad son gringos), obtuvo información de las fuerzas militares de Perú, El Salvador, Chile, Colombia y México.

Fue una 'mañanera' donde el presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó el pago de los sueldos y de los aguinaldos a los trabajadores del gobierno de Tamaulipas con el adelanto de las participaciones federales.

Esa fue una petición hecha por el gobernador Américo Villarreal ante la crítica situación financiera que le dejó la administración de Cabeza de Vaca y, por lo visto, el señor de Palacio Nacional, se la va a cumplir.

En su intervención, el doctor Américo Villarreal afirmó que 'Tamaulipas ha decidido desterrar el veto y hasta el sabotaje contra las políticas públicas de la Cuarta Transformación'.

La indirecta, por supuesto, fue para el exgobernador Cabeza de Vaca, que debe estar en algún lugar de Texas checando con frecuencia su cuenta de twitter.

Frente a los periodistas que lograron ingresar al templete montado en el patio del cuartel militar 77, Américo Villarreal aseguró que el cambio que se inició en el estado es de fondo.

Eso es lo que esperan los ciudadanos, un cambio de fondo, una transformación real.

Hace poco más de ocho años, en mayo de 2014, un tampiqueño apareció en un amplio reportaje de la revista Expansión sobre las '30 promesas en los 30 del sector energético'.

Ese jaibo, actualmente de 41 años de edad, era José Ramón Silva Arizabalo, quien a partir del primero de octubre despacha como titular de la Comisión de Energía del primer gobierno de la Cuarta Transformación en Tamaulipas.

De profesión biólogo, carrera que estudió en la Universidad del Noreste (UNE), José Ramón Silva Arizabalo es un especialista de los temas de energía y, en particular, del área petrolera.

Laboró, por cierto, en Pemex Exploración y Producción, así como en el Instituto Mexicano del Petróleo. También trabajó en empresas de la iniciativa privada y ha colaborado en proyectos de investigación, desarrollo tecnológico y de propiedad intelectual.

Fue socio fundador del Instituto Tecnológico del Petróleo y Energía en Mérida, Yucatán; y consultor adjunto en petróleo y gas en el Centro Internacional de Excelencia para las Naciones Unidas en administración sostenible de recursos.

Con esa experiencia, José Ramón Silva Arizabalo llega a la Comisión de Energía de Tamaulipas con una encomienda: convertirla Secretaría.

Además, tiene otra tarea: construir una planta productora de fertilizantes, la que se ubicaría en Reynosa, aprovechando la generación de gas en la Cuenca de Burgos.

De hecho, este proyecto, la planta de fertilizantes, fue expuesto por el gobernador Américo Villarreal Anaya en la reunión que sostuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete el martes pasado en el Polyforum de Ciudad Victoria.

Veremos si se puede concretar ese proyecto de impacto regional (así lo calificó el doctor Américo) en la frontera tamaulipeca.

Aunque Emilio Grimaldo Hernández tiene tiempo desempeñándose como funcionario de primer nivel en el Ayuntamiento de Guadalupe, Nuevo León, no pierde de vista lo que sucede en su querida tierra, Tamaulipas.

Por esa razón, sigue de cerca lo que sucede con la elección extraordinaria a la que convocará el Senado de la República y que organizará el Instituto Nacional Electoral (INE) para cubrir la vacante que dejó el lamentable fallecimiento del morenista tamaulipeco Faustino López.

Así es: Emilio Grimaldo, quien llegó a aparecer en las encuestas aplicadas por la empresa TResearch para medir los niveles de popularidad de los aspirantes a la gubernatura de Tamaulipas, analiza la posibilidad de participar en la contienda por la senaduría vacante.

Actual secretario de Igualdad Sustantiva, Inclusión y Derechos Humanos en Guadalupe, Nuevo León, Emilio Grimaldo Hernández podría meterse a la carrera electoral extraordinaria pero no con los colores del Revolucionario Institucional. ¿Qué tal?

Integrante durante algún tiempo del grupo político que encabezó Baltazar Hinojosa, el exasesor de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas en los tiempos de Ramiro Ramos observa los posibles escenarios que se pueden presentar con una elección inesperada para todos y que, por tanto, toma en fuera de lugar a los partidos políticos.

Mientras decide si participa o no en la competencia por la senaduría vacante, Emilio Grimaldo sigue laborando en la administración municipal de Guadalupe, que preside la experimentada María Cristina Díaz Salazar, que logró su reelección como alcaldesa el año pasado y que, para muchos, debió ser la candidata del PRI a la gubernatura de Nuevo León.

Armando Martínez Manríquez dejó muy en claro que no está interesado en buscar la candidatura de Morena a la senaduría vacante.

En otras palabras, el alcalde de Altamira no se distrae, está en lo suyo. Es más, se nota que Armando Martínez disfruta al máximo su trabajo como presidente municipal, un cargo que siempre anheló desempeñar y el que consiguió -tal como pasó con López Obrador con la presidencia de la república- hasta la tercera oportunidad.