La diva de las diagonales

Hasta ahora, una temporada muy peculiar. Demasiados tiempos extras, empates (deberían ser suprimidos) y una excesiva cantidad de patadas de punto extra y gol de campo falladas. Un tercio de la temporada de la NFL ha expirado y compartimos algunos puntos de vista.

Las Águilas de Filadelfia han mejorado sustancialmente, tal vez no al estándar del año pasado, pero si mucho mejor que su arranque de temporada. Me parece que Carson Wentz todavía puede y debe retomar el nivel al que nos tiene acostumbrados. Los Gigantes de Nueva York, en especial la familia Mara, deben de convencerse que este año debe ser el último con Eli Manning. Desde hace dos años nos ha demostrado que es un mariscal de campo con bastantes deficiencias, y ya no es posible a estas alturas responsabilizar por su mediocre desempeño a la línea ofensiva, la falta de corredores de altura o un entrenador deficiente. Si los Gigantes quieren mejorar deben pasar página con el hermano menor de Peyton. Y si van a realizar una nueva “purga”, deberían considerar prescindir de Odell Beckham, un jugador “diva” que en determinado momento se convertirá en un verdadero cancer (con todo y lo complicado de su millonario contrato, un tema que analizaremos en otra ocasión). Los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Jefes de Kansas City demostraron el pasado domingo por la noche, en un partido vibrante, que sus ofensivas son las mejores de la AFC , solo tal vez seguidas por las respectivas de Pittsburgh y Cargadores de L.A., empero, existe un claro contraste con sus costados defensivos (ambos equipos permitieron cuarenta puntos o más) . En ese citado costado, los Ravens de Baltimore son el conjunto más fuerte, aunque dependen de la consistencia de Joe Flacco. Luego entonces podrían ser los citados Cargadores y los Bengalíes de Cincinnati los equipos más balanceados de la Americana. Por su parte, los Jaguares de Jacksonville fueron apabullados por los Vaqueros de Dallas, en un cotejo un tanto engañoso. Ni Dallas es tan bueno, ni los Jaguares tan malos. Eso sí, me gusta mucho la defensa de los Vaqueros, la mejor versión que he visto de ellos en años, y me atrevo a pensar que mejorará conforme avance la temporada. Respecto a Dak Prescott, al margen de su buen desempeño en esta victoria, sigue demostrando carencias para pasar en lo profundo. Los Jaguares hicieron un buen trabajo en la defensiva secundaria, pero su ataque tiene muchos lastres: línea ofensiva mermada, lesión de Leonard Fournette y un mariscal de campo de verdad irregular. Me gustó el duelo en las trincheras entre los Carneros de L.A. y los Broncos de Denver. Los primeros siguen teniendo problemas en la defensiva secundaria, pero su ataque es extraordinario. Definitivamente son el conjunto más equilibrado y potente de la NFL. No creo que batallen para ganar en forma holgada su división y sin duda serán el primero o segundo sembrado de la NFC. Case Keenum, mariscal de campo de Denver, tuvo una tarde aceptable, pero en general perdieron con un equipo superior. Crece la presión para Vance Joseph, su entrenador, y tal vez también para John Elway. ¿Qué le pasó a los Osos de Chicago? ¿Exceso de confianza? ¿No carbura el sistema ofensivo de Matt Nagy? Los Delfines de Miami los sorprendieron abruptamente y con las victorias de los Empacadores y los Vikingos, su división empieza a cerrarse. Me parece que esta  división Norte, será la más impredecible de la NFC. Aaron Rodgers, de Green Bay, de nueva cuenta demostrando carácter, liderazgo, precisión y sentido de “clutch” en un juego electrizante que lograron ganar en los últimos segundos a unos 49’s de San Francisco que por poco rompen quinielas en el lunes por la noche. Los Raiders de Oakland van con todo al “tanking”, inclusive se especula la salida de Amari Cooper. Una decepción olímpica, como la de los Halcones de Atlanta, que aunque paliaron su mala temporada con una sufrida victoria sobre los Bucaneros, estoy seguro que terminarán con números negativos. Los mejores e imperdibles encuentros de la jornada siete: Jefes-Bengalíes; Santos-Cuervos; Pieles Rojas-Vaqueros.

Abundaremos.