Columnas > ERNESTO HERNÁNDEZ ALARCÓN

División Sur NFC

E'n teoría, esta división es la más competitiva de la Conferencia Nacional. No por nada de aquí han salido dos representantes de la NFC para el Súper Bowl de los últimos tres años (aunque ambos haciendo ridículas e inverosímiles actuaciones). Para esta temporada, tres conjuntos levantan la mano como fuertes contendientes a la postemporada e inclusive el juego grande.

HALCONES DE ATLANTA

División Sur NFC

Sigo siendo escéptico de Matt Ryan. No tengo dudas de su gran talento, capacidad física; de sus grandes estadísticas. Pero en los momentos donde debe sacar el temple de acero, el liderazgo en cancha, los “killer eyes”; los momentos cruciales donde se cruza la delgada línea de ganar o perder, trascender o ser fugaz, es ahí donde me parece se queda corto. El año pasado, no tuvo una campaña tan sobresaliente como en 2016, algunos apelaron a la llegada de Steve Sarkisian como nuevo coordinador ofensivo, la principal razón de tal hecho, otros, a la terrible “cruda” del Súper Bowl LI. Yo considero que fueron ambos factores, pero sin duda la mentalidad y verdadero liderazgo de Ryan, deben revolucionarse sí de verdad quiere ganar el trofeo Vince Lombardi. Luego entonces, ahí está la principal clave para el equipo de Dan Quinn, ya que, su conjunto, su plantilla, es una de las mejores y más equilibradas de toda la NFL. Prácticamente todas sus áreas están muy bien calificadas, su cuerpo de receptores tiene a uno de los mejores del negocio: Julio Jones, además, trajeron del draft a Calvin Ridley, quien le brindará apoyo inmediato ante la salida de Taylor Gabriel. La línea ofensiva es de las mejores del circuito, liderada por el centro Alex Mack, su tándem de corredores es casi maquiavélico con esa dupla Devonta Freeman y Tevin Coleman, su defensa es joven y agresiva, se habla de una “Legion of Boom Parte Dos” gracias al talento de jugadores como Keanu Neal y Ricardo Allen, atención con su novato Isaiah Oliver, los apoyadores Deion Jones, De’Vondre Campbell; el “caza-cabezas”Vic Beasley, Takkarist McKinley, etc, forman un cuadro que podría erigirse como de las mejores defensas de la NFL, a la par de las respectivas de Carneros y Vikingos, tal vez Jacksonville, y con ello hablamos de palabras mayores. Conclusión: Los Halcones tienen un reto grandísimo: son un equipo de Súper Bowl, de los más balanceados y con la experiencia suficiente, sin embargo, hay dos o tres rivales de conferencia e inclusive de división a su nivel, y por ello, me remito a lo planteado en un inicio, si “Matty Ice” no marca la diferencia y no logran el Súper Bowl, y de paso quitarse la dolorosa espina de hace dos años, este proyecto y este jugador empezarán a sonar a fracaso. Pronóstico: 10-6

SANTOS DE NUEVA ORLEANS

Percibo -en general- ligeramente inferiores a los Santos de Nueva Orleans en comparación con los Halcones de Atlanta. Sin duda, equipos similares, con entrenadores de sobrada capacidad, defensivas jóvenes y agresivas, ofensivas explosivas y mariscales de campo de élite (aunque en lo personal considero a Drew Brees superior que Matt Ryan). Y hablando de Brees, quien como Tom Brady parece que los años lo hacen mejor, si mantiene su brillante carrera unos años más, podría convertirse en el QB con más yardas acumuladas de todos los tiempos, arriba de Peyton Manning, Brett Favre y quizá el propio Brady, el tiempo lo dirá. Por lo pronto cuenta con un gran conjunto, en una división y una conferencia muy cerrada, y por consiguiente, un gran reto. Coincido con un analista, lo que es una seguridad, es que los Santos serán uno de los equipos que brindarán partidos de alto nivel de emoción. En el draft colegial sumaron a sus filas a Marcus Davenport, ala defensivo, quien era una necesidad primaria para el conjunto de Sean Payton. Así mismo, seleccionaron a Tre’Quan Smith, receptor, quien se incorporará a un grupo peligroso: Michael Thomas, Cameron Meredith, Brandon Coleman y Ted Ginn Jr. Su ofensiva será una de  las mejores de la liga, Mark Ingram (perderá cuatro juegos por sanción), Alvin Kamara, son un tándem de corredores versátil y espectacular. Su línea ofensiva, como es costumbre, de las más sobresalientes del circuito: Max Unger, Andrus Peat, Larry Warford, etc, son “crema de la crema”. Su defensa, con la inclusión del citado Davenport, debe ser mejor que la temporada anterior (fue subiendo de calidad paulatinamente conforme avanzó la sesión). Sheldon Rankins en el interior, el recién llegado Demario Davis para reforzar los apoyadores y Marshon Lattimore en la secundaria son nombres que deben hacer constancia de ello. Conclusión: Los Santos son uno de los equipos más impredecibles de la NFL. En el papel, los considero contendientes hasta para el juego grande, pero su división y calendario son casi un campo de minas. Si logran ganar juegos claves dentro de su división, y se meten a postemporada, pueden aspirar a grandes cosas, tal vez la gloria. 10-6

PANTERAS DE CAROLINA

Cam Newton, eventualmente, deberá a jugar mayor tiempo dentro de la bolsa de protección. Es un mariscal de campo atlético, espectacular y temerario, empero, sabemos que este prototipo de QB, ese que su cuerpo le exige correr, volar, extender la jugada y en repetidas ocasiones buscar el contacto, tienen fecha de caducidad, en otras palabras, en cualquier momento se lesiona, y la verdad es que Carolina no puede darse el lujo de perder al “Supercam”. Quiero pensar que la selección de D.J. Moore, en el draft colegial, un receptor que genera yardas después del contacto, y el aterrizaje desde Filadelfia de Torrey Smith, son movimientos enfocados a re-dimensionar el estilo de Newton. Así mismo, Carolina debe reforzar ciertas áreas: En la línea ofensiva ya no contarán con Ryan Kalil (retiro) y Andrew Norwell (Agencia libre); en la defensiva secundaria sus safeties, Mike Adams y Da’Norris Searcy son muy promedio (enfrentan a QBs como Brees y Ryan o receptores del calibre de Julio Jones, en su división); en la defensiva frontal, sus “pass rushers” están arriba de los treinta años: Mario Addison, 31, y Julius Peppers, 38. Incorporaron desde el draft al no tan alto pero veloz Donte Jackson, esquinero, así como a Ross Cockrell (Gigantes) de la agencia libre, para tratar de fortalecer un departamento con muchas interrogantes. Llega también como novato el apoyador Jermaine Carter Jr., para que aprenda “express” de un Luke Kuechly que ha tenido dificultades con lesiones los últimos tres años, además de que Thomas Davis estará suspendido cuatro partidos.