Inseguridad en Reynosa, es cuento de nunca acabar

De nueva cuenta nuestra vapuleada Reynosa fue noticia nacional e internacional, y como en la mayoría de los casos es de tipo negativo.

Haber atracado el camión de una producción teatral voló por toda la República Mexicana y el extranjero toda vez que los actores y actrices de esa compañía son de fama que trasciende nuestras fronteras y aparte de lo anterior la empresa que se echó a cuestas la tarea de presentar la comedia ‘‘Cleopatra metió la pata’’ sufrió cuantiosas pérdidas y de las irreparables porque difícilmente, por no decir, imposible será que otra compañía teatral quiera venir a Reynosa.

El productor OMAR SUÁREZ, que es de los pesados en el medio artístico, ya puso el grito en el cielo y seguramente lo atenderán y vendrá un grupo especial a investigar quiénes fueron los autores de la fechoría y posiblemente den con ellos, pero por aquí también ya sabemos, encarcelan o eliminan a algunos y casi de inmediato surgen los relevos. Es el cuento de nunca acabar.

Por ello me sorprende tanta crítica furibunda a la Ley de Seguridad Interior y a la creación de la Guardia Nacional, que será inconstitucional y todo lo que ellos quieran, pero esas críticas se hacen desde la comodidad de un estudio de radio o televisión o bien de una redacción de periódicos y a una distancia de mil kilómetros de donde suceden los hechos.

Ignoran esos sesudos amadores de la Constitución que una cosa es lo que dicen las leyes y otra es la pesadilla de lo que pasa en las calles.

Los que vivimos en medio de la inseguridad no nos vamos a andar fijando si los remedios llegan a costa de actos inconstitucionales pues como bien decía Maquiavelo, el fin justifica los medios, y esta galopante inseguridad amerita decisiones de fondo, rudas si es preciso, pero la ciudadanía ya espera con ansias el inicio del gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y en Reynosa específicamente el arribo de los 600 elementos de la Guardia Nacional que anunciaron que enviarán a esta frontera y que serán compuestos por militares y marinos. Pregúntenle a cualquiera que encuentre a su paso si esa circunstancia les mortifica.

Escucharán respuestas positivas que resultan lógicas y naturales porque de todas las instituciones mexicanas el Ejército está entre las que conserva los mayores niveles de aprobación ciudadana.

Entonces ¿a quién pitos le va a importar que soldados y marinos anden con uniforme de Guardia Nacional vigilando las calles?

La gente quiere ya seguridad y si es a costa de no ser muy respetuosos de la Constitución Política de México, sin temor a equivocarme puedo asegurar que la inmensa mayoría lo aprobará.

Esos críticos debieran ponerse en los zapatos de nosotros, a ver si al primer juntón de los delincuentes seguían opinando lo mismo y que además de cuando acá en nuestro México lindo y querido hemos sido fanáticos de la llamada Carta Magna. 

Si en los hechos, lo mismo quienes gobiernan que los ciudadanos fuésemos fieles y respetuosos de la Constitución, este país será otro.

Entonces que no nos vengan con esas zarandajas, y si los que defienden los derechos de los delincuentes se ponen al brinco, vamos a mandarlos a la fregada, por no decir otra cosa, porque primero están los derechos humanos de los ciudadanos de bien.

El problema de inseguridad esta ya a niveles asfixiantes y a la gente le importa pura margarina la forma en que el gobierno logre solucionar este problema. Como dicen en el rancho, hay veces que de los males surgen los bienes.

Y conforme se acerca la temporada navideña, en la garita aduanal Benito Juárez, que como todos sabemos está a un lado del río Bravo que comunica a Reynosa con Hidalgo; o al que une a Reynosa con Mission; o a Reynosa con Pharr, Texas, los policías fiscales se ponen muy requisitosos a la hora de la revisión, que coincidentemente los verdes están apareciendo en los semáforos casi en forma sucesiva.

La creencia popular es que tanto celo deriva de que a partir del próximo año Reynosa se convertirá en zona libre y entonces la presencia de esos policías fiscales será prácticamente innecesaria, pero mientras se llega la fecha están incurriendo en excesos.

Les recomiendo a mis lectores que sumen bien el monto del costo de los productos que adquirieron porque hasta la ropa les van a incluir y donde rebasen el tope de 150 dólares de franquicia para los residentes fronterizos se va a ir consignado con todo y vehículo al área jurídica del SAT en donde le van a hacer un cuentononón de impuestos omitidos y de coleada con la confiscación de la mercancía y del vehículo si es que no paga los impuestos. 

Tome las providencias para que no tenga una amarga Navidad.

Y aun así hay quienes criticaron a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR porque va a encerrar a todos los inspectores. Usted como yo, amigo lector, bien sabemos que cuando aparece uno de ellos, ya sea de la PROFECO, la COEPRIS, Hacienda y ahora hasta los de Protección Civil se sumaron a la fauna nociva no es para revisar que tenga en orden el funcionamiento de su negocio sino para clavarle las uñas.

Eso lo sabe López Obrador y por ello fue tajante su orden: que los encierren.

Muchos de ellos podrían ir hasta la cárcel, pero no llegó a tanto la disposición y ahora nos queda a nosotros ser cumplidos para evitar que nuevamente abran las rejas a los leones, como lo recomienda ARISTÓTELES NÚÑEZ, un perruno y afortunadamente exdirector del SAT del que hasta sus subalternos se quejaban de lo abusivo e intolerante.

Me dicen que muchas cosas malas le han de haber pasado al pequeño Aristóteles durante su infancia y adolescencia que al llegar a la edad adulta las descargó, y lo peor llegó a ocupar un alto cargo en la Secretaría de Hacienda.

Hoy anda rumiando estar fuera del presupuesto y por ello critica a diestra y siniestra las disposiciones que llevará a cabo la Secretaría de Hacienda el próximo año como la disminución del IVA y el ISR en la frontera.

Para el pequeño Aristóteles, pues el único grande es el griego, esos boquetes que abrirán las disposiciones tributarias en el presupuesto serán irreparables. No toma en cuenta que con todo lo que esquilmaban sus esbirros sale para tapar eso y más, y si no, pregúntele a sus ex subalternos y sobre todo a los contribuyentes.

Y por hoy, BASTA.

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