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Identifica y evita las personas tóxicas

Cualquier persona se pone a la defensiva si alguien lo agrede física o verbalmente, pues el instinto a defenderse es natural, sin embargo, en nuestra vida no siempre son obvios aquellos que pueden causarnos daño, incluso alguien tan cercano como los padres y hermanos, o los amigos de infancia y los compañeros de trabajo pueden ser personas tóxicas que ignoran que los son.

Los libros de psicología identifican treinta personalidades tóxicas, pero hoy nos ocuparemos de las más comunes. Hay que saber diferenciar a un chismoso, de un mentiroso, y un hipócrita, además de aquellos que siembran cizaña.

Identifica y evita las personas tóxicas

El chismoso es muy bueno soltando rumores, podríamos decir que levanta más “tierra” que una aspiradora si se trata de ensuciar el buen nombre de los demás, es experto en asignar culpas, inventa historias cuando no tiene nada que contar sobre los demás pues quiere darse importancia al saber sobre la vida de otros.

El mentiroso generalmente exagera los hechos para salir beneficiado, solo se le puede creer la mitad o la cuarta parte de lo que habla, puede mentir

compulsivamente y de la manera más obvia. Cuando se le confronta con la verdad, se justifica diciendo que  recuerda las cosas de manera distinta a como pasaron, se miente a sí mismo y se lo cree.

El hipócrita, o dos caras, pueden enterrar un puñal por la espalda mientras sonríen dando un abrazo, con estos amigos no son necesarios los enemigos, extiende el tapete a alguien para luego jalárselo y tirarlo por el suelo, son seres maliciosos que actúan premeditadamente para beneficiarse a costa de otro.

El instigador o cizañoso, se recrea en el conflicto, tiene parte activa en contraponer a uno contra otro y disfruta de los malos entendidos que crea, es como un pequeño diablillo que se meten en la vida de los demás para retrasar o estropear sus planes.

Hoy en día, hay campañas escolares para proteger a los niños del “bullying”, pero aun siendo adultos es necesario identificar al brabucón, ese que suele intimidar y trata de mandar a todos todo el tiempo, que es rudo y ofensivo con sus palabras, que impone su voluntad y tiene la necesidad imperiosa de controlar a quien está a su alrededor.

El fanático, se distingue del brabucón por no tratar de imponerse por la fuerza, pero es también un acosador, porque jamás considera otros puntos de vista diferentes al de él, se apasionan por lo que cree y se distancia de cualquiera que piense diferente. Se molestan con quien tenga una opinión diferente a la suya.

El “desajustado” mental, va más allá del fanatismo o del acoso, una persona con esta característica, jamás acepta que le cuestionen su estabilidad mental, puede cambiar su comportamiento en cuestión de minutos, no tiene controlsobre las drogas o el alcohol, puede ser violento contra los demás o su misma persona, es totalmente impredecible y desgraciadamente en muchos casos, el peligro de convivir con alguien así es fatal. Muchos de los problemas de la convivencia se dan por empeñarnos en relacionarnos con alguien narcisista, ese que solo se considera a sí mismo, para quien lo único importante es aquello que le compete directamente, las únicas conversaciones que le interesan son las que se refieren a él, su deporte favorito es ignorar cualquier cosa que no se relacione directamente con su persona.

Otra persona muy difícil de tratar es el quejumbroso, una víctima de la vida que pregona a los cuatro vientos sus desgracias, siempre ve lo negativo de cualquier situación, le encontraría fallas hasta al paraíso.

De todas estas descripciones, ¿cuál es la que se aplica a tu persona? Esto es muy importante, pues muchas veces somos nosotros mismos los que nos saboteamos cada paso que damos por no saber mirar nuestro lado negativo.

¡Vive un día a vez!...Ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Pastor de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.