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¿Espías o supervisores?

En la actualidad, los padres tienen en sus manos el poder monitorear lo que sus hijos ven en su computadora, en los sitios de las diferentes redes sociales, lo que envían por su celular, ya sean imágenes y textos, y hasta los pueden localizar geográficamente a través de la señal de su celular, incluso pueden controlar los canales de paga y los de contenido adulto en su televisor. 

La tecnología moderna permite que se puedan hacer todas esas cosas, sobre todo cuando son ellos los que pagan por el uso y acceso que tienen sus vástagos a esa misma tecnología.

¿Espías o supervisores?

Sin embargo, esto no quiere decir que se deban convertir automáticamente en espías de tiempo completo, primero porque no les alcanzaría el tiempo para vivir su vida al estar siguiendo continuamente todas las actividades de sus hijos, pero los padres sí pueden y deben estar vigilantes, sobre todo si a cada día se dan noticias relativas al arresto de depredadores “en línea”, esto es, personas adultas que se relacionan a través del internet con menores o jovencitos, generalmente haciéndose pasar como un amigo de su edad, para luego comenzar a subir de tono las conversaciones hasta llegar a proponerles o insinuarles temas de contenido sexual. 

El objetivo de estos pervertidos no es solo abusar de su confianza, la intención de estos personajes es tener acceso físico a su siguiente víctima. Es este último paso lo que ha llevado a estos individuos a las manos de las autoridades, pues así como ellos mienten para atraer víctimas a sus redes de pornografía infantil, también hay policías haciéndose pasar por jovencitos en los sitios de la internet están muy atentos y vigilantes de dichos depredadores sexuales, para cuando ellos van al encuentro de sus víctimas poder arrestarlos ahí mismo, es increíble que dichos individuos no puedan controlar sus impulsos aun cuando saben muy bien todo el daño que van a causar a sus víctimas y el riesgo al que se exponen ante la policía cibernética que los está cazando. 

Recientemente, salió en las noticias el caso de cinco adultos arrestados aquí en el Valle del Río Grande. Entre los arrestados hay de todo: adultos jóvenes, viejos, individuos ya registrados como depredadores y que gozan de probatoria por ofensas anteriores, y hasta maestros de escuela. 

Es de esperarse entonces que los padres, con toda razón, quieran saber de las actividades de sus hijos en el internet, pero se enfrentan con el mismo conflicto que se encontraban los padres de antaño al preguntarse si debían leer lo que sus hijas escribían en sus diarios, pues los padres desean demostrar la confianza que le tienen a sus hijos y dejarles claro que las cosas privadas deben ser exactamente eso: !privadas!, para que ellos aprendan a respetar esos límites que debe haber entre sus cosas y las de los demás miembros de la familia, pero los padres de hoy en día saben del peligro del uso de drogas y alcohol a unas edades tan tempranas como los diez u once años, y las noticias les dejan claro la magnitud de las redes de pornografía, y de las técnicas utilizadas por los depredadores del internet, así que deben estar atentos y vigilantes de todas las actividades de sus hijos, ahora más que nunca deben de saber quienes se encuentran dentro de su círculo de amistades, que clase de relación tienen sus hijos con ellos, y en qué actividades participan. 

Como lo hagan es decisión de cada padre de familia, sus hijos pueden estar de acuerdo o no, incluso no tienen ni qué enterarse de las técnicas usadas por mamá y papá para mantenerlos a raya, pero es un deber de los padres el saber todo lo que los rodea, si quieren librar a sus hijos de los peligros que los acechan. 

…..Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville.

Licenciado en Teología Sagrada. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.