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Dos Coronas a mi Madre

¿Por qué dos coronas? Porque una corona para las que ya se fueron y están con Dios. Ellas cumplieron su misión y dieron su vida por sus hijos y su familia. Que descansen en paz. Y la otra corona es para que viven y aún están con nosotros, gracias a Dios. 

Este día de las Madres, todos tratarán de celebrar a mamá en su día invitándolas a comer, acompañándolas a misa, llevándoles un regalo, llamándolas por teléfono si acaso  nos encontramos lejos de ellas, ya sea por estar trabajando en otro país o porque servimos en las fuerzas armadas y estamos estacionados al otro lado del mundo.

Dos Coronas a mi Madre

Todo lo que hagamos por ellas es más que merecido. Pero es una lástima que muchos hijos piensen que un día es más que suficiente para celebrar a la mamá. A la mujer que nos llevó en su vientre durante nueve meses, a la que nos adoptó y nos brindó protección y cariño, y a todas esas abuelas que se han responsabilizado por los hijos de sus hijos, quienes ya sea que estén privados de su libertad o simplemente evadieron su responsabilidad, hay que decirles a diario “Te amo mamá. Gracias por todo lo que haces por mí. Te agradezco tus cuidados, tus desvelos, los alimentos que con tanto  cuidado me diste desde bebé hasta ayer que cocinaste mi platillo favorito. Pero sobre todo gracias por mostrarme lo que es el amor incondicional que solo las madres saben dar. Ahora puedo valorar el amor gracias a que tú me enseñaste como es ese sentimiento puro y maravilloso. Gracias mamá”.

Hay una y mil maneras de expresar nuestro cariño y agradecimiento, pueden ser pequeños detalles, cosas que sabemos que ella disfruta, o aquellas cosas que ella necesita hacer en su casa o su jardín y que no desean que las haga un extraño, sino hacerlas ella misma en compañía de sus hijos. A mamá le complace nuestra atención, tal vez el ir a compartir con ella un café, o llevarla a hacer la compra del mandado, o sentarse con ella a ver su telenovela favorita.

Cuando se está imposibilitado de compartir tiempo con nuestras madres, por vivir en distintos países y no tener la oportunidad de viajar por estar trabajando lejos, por estar cumpliendo una condena o porque desgraciadamente ellas se han adelantado y ahora están junto a Dios en el cielo, se desea con todas las fuerzas el poder compartir tiempo con ellas.

Aprovechemos el tiempo que podamos pasar junto a mamá, dediquemos unas horas a la semana para hacerla sentir bien. Mientras tanto, celebremos a nuestra madre todo el mes de mayo, y tratemos de hacerlo todo el año pues ellas lo merecen. Las debemos cuidar y chiflar con detalles y visitas.

Desafortunadamente he visto algunas madres en la Casa del Consuelo en McAllen, abandonadas por su familia, solas. Muriendo sin ningún familiar a su alrededor. Se me parte el corazón. Para mí es un crimen actuar así. Por favor no abandones a tu madre. Así como la trates ahora, así te tratarán a ti cuando estés

en la misma situación.

Mamá, aquí tienes mi corona de reconocimiento, de amor y eterna gratitud.

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville.

Licenciado en Teología Sagrada. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.