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El final de los changazos

Como ya saben quienes han leído esta columna las dos semanas anteriores, le he llamado “changazos” a los consejos que he estado compartiendo para ayudar a los profesionistas recién egresados a destacarse, bajo la premisa de que “el chango que más aplaude”, el que sobresale, es el que se lleva las mejores oportunidades en el mundo laboral.

El día de hoy, para terminar esta serie de consejos, quisiera compartir un principio que se refleja perfectamente en esta frase que dijo hace años un pintor. “Mamá me decía: ‘si vas a ser soldado, serás general; si vas a ser cura, serás papa’. Decidí ser pintor y soy Picasso”.

El final de los changazos

‘TÍRALE’ A SER EL MEJOR

La frase es obviamente de Pablo Picasso, uno de los mejores y más reconocidos pintores del mundo contemporáneo y el principio que él aprendió de su madre y que ahora te comparto es: hagas lo que hagas, “tírale” a ser el mejor.

No importa cuán sencilla sea tu tarea, hazla con pulcritud y esmero. Si eres el que acomoda la mercancía en un supermercado, que no haya un supermercado con la mercancía mejor acomodada que la que tú acomodas. Si trabajas en una línea de producción, que no haya piezas mejor ensambladas que las que tú ensamblas. Martin Luther King lo expresó de esta manera: “si un hombre es llamado para barrer las calles, debe barrer como pintó Miguel Ángel o como compuso música Beethoven o como escribió poesía Shakespeare. Debe barrer las calles tan bien que todas las huestes del cielo y de la Tierra se detengan y digan: aquí vivió un gran barrendero de calles que hizo bien su trabajo”.

APRENDE DE LOS MEJORES

Para llegar a ser el mejor, aprende de los mejores. Hay una anécdota que platicaba Etta James, cantante afroamericana de gran éxito en los años 60’s. En una ocasión, al estar cantando en un teatro, vio que entre las cortinas había un niño de unos seis años, también de color, que la observaba fijamente con sus grandes ojos bien abiertos. Como le molestó su presencia, en el intermedio musical fue y lo corrió de donde estaba. Minutos más tarde, vio al mismo niño que seguía observándola, ahora por el frente del escenario. A ella le molestaba la insistente mirada del pequeño, pero ya no podía hacer nada, así que como pudo terminó su participación. 

Cuando estaba ya en su camerino, oyó que tocaban a la puerta. Al preguntar quién era, una voz le respondió: “soy el niño al que corrió hace rato del escenario”. Ahora sí se enfureció ella. ¿Cómo era posible que todavía viniera a seguirla molestando en su camerino? Abrió la puerta con fuerza y dijo bruscamente: “¡¿qué quieres?!”. El niño le respondió: “mi padre me dijo que viniera a pedirle una disculpa. Lo siento, señora James, pero yo sólo estaba observándola porque es usted muy buena. Es realmente buena. ¿Cómo lo hace? Nunca vi a la gente aplaudir de esa manera”. Aquel comentario suavizó la actitud de la cantante, quien le dijo al niño: “pásale, creo que puedo enseñarte algunos trucos”. Y termina comentando ella: “estuvimos platicando más de una hora. No recuerdo qué le dije, pero sí recuerdo que cuando se fue, pensé: a este niño le gusta aprender de los mejores y siendo así, algún día, él será el mejor”.

Ese niño era Michael Jackson. Muy independientemente de lo controversial que haya sido su vida personal, su éxito como cantante y bailarín confirmaron las palabras de Etta James, así que toma lo bueno de ese ejemplo.

IDENTIFICA QUIÉN ES EL MEJOR

Cuando llegues a un trabajo, identifica quién es el mejor y dedícate a observarlo y a aprender de él. Por así decirlo, “escanéalo”. ¿Qué hace? ¿Cómo lo hace? ¿Qué ha hecho para llegar a ser el mejor? ¿Qué actitudes o habilidades de las que él tiene puedes empezar a practicar y a aplicar en tu trabajo? Hazlo con empeño y te aseguro que algún día tú llegarás a ser el mejor y entonces, los demás empezarán a tratar de aprender de ti.

Bueno, pues espero que les hayan servido los “changazos”. Espero los apliquen y se dediquen a aplaudir con manos y corazón y por último, les pido una cosa: nunca caigan en esa actitud mediocre que demuestran muchos cuando dicen: “pues hacen como que me pagan, hago como que trabajo”. Si decides convertirte en uno de ésos, por favor, por lo que más quieras, no digas en qué universidad estudiaste. ¡Bye!