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‘El candidato perpetuo’

Si Andrés Manuel López Obrador se ha distinguido por ser terco en buscar la presidencia de la república, existe en la historia política de México otro personaje que de plano el tabasqueño se queda “chiquito”, cuando se le compara con la obstinación que tuvo Don Nicolás Zúñiga y Miranda, quien compitió en 8 ocasiones y en todas perdió, por lo que se le conoce como “el candidato perpetuo”.

Zúñiga y Miranda perdió 5 veces cuando contendió en contra de Porfirio Díaz Mori, en las elecciones de 1892, 1896, 1900, 1904 y 1910, además una con Venustiano Carranza Garza en 1917, otra con Álvaro Obregón Salido en 1920 y la otra con Plutarco Elías Calles en 1924.

‘El candidato perpetuo’

Nunca reconoció sus derrotas y se autonombró presidente legítimo de México, pero además a sus adversarios les llamó usurpadores, como lo hizo López Obrador en el 2006 cuando fue derrotado por Felipe Calderón Hinojosa.

“El candidato perpetuo” se convirtió en todo un personaje en la Ciudad de México durante aquella época, ya que cuando acudía a los cafés, restaurantes o en un evento público la gente le daba trato de presidente.

Incluso, el pintor Diego Rivera inmortalizó a Don Nicolás Zúñiga y Miranda en el mural denominado “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, en donde aparece al lado de la Catrina de Posada, Maximiliano y Carlota, cuya obra se encuentra en un espacio cultural de la Ciudad de México.

También en la película titulada “México de mis recuerdos”, protagonizada por Joaquín Pardavé y Fernando Soler, se pueden apreciar algunas escenas acerca del célebre personaje en que se convirtió “el candidato perpetuo”.

Cualquier semejanza con López Obrador será pura casualidad, pero no hay duda de que el tabasqueño no se quedará conforme si vuelve a perder la elección presidencial del 2018, debido a que ahora se siente más cerca de llegar a la residencia oficial de Los Pinos.

Se siente muy confiado porque en todas las encuestas ocupa hasta ahorita el primer lugar de las preferencias electorales, sin embargo el panorama seguramente cambiará luego del primer debate presidencial programado para el próximo domingo 22 de abril en la Ciudad de México.

Ahí, sus adversarios no dejarán pasar la oportunidad de criticar sus controvertidas promesas, sobre todo cuando Margarita Zavala de Calderón, José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés, han coincidido en señalar que no es posible regalar dinero sin dañar la economía del país.

Aunque el candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como El Bronco”, no ha atacado las promesas de campaña de López Obrador porque apenas el sábado pasado inició su campaña presidencial, se prepara para desenmascarar al político tabasqueño.

En fin, el panorama electoral puede cambiar radicalmente después del debate del próximo domingo, como ha sucedido en otras ocasiones cuando la ciudadanía ve y compara el desempeño que tienen cada uno de los contendientes a la presidencia de la república.

En otro tema, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez se mostró indignado porque ninguno de los candidatos al Senado de la República se ha reunido con los jerarcas católicos de Tamaulipas.

Seguramente las y los contendientes, es decir Yahleel Abdala Carmona y Alejandro Guevara Cobos del PRI; Ismael García Cabeza de Vaca y María Elena Figueroa Smith de la coalición “De Frente por Tamaulipas”; Américo Villarreal Guerra y María Guadalupe Cervantes de la coalición “Juntos Haremos Historia; Patricio King López y Melva Solís Gutiérrez del PVEM; Oscar Martín Ramos Salinas e Hilda Graciela Santana Turrubiates del PANAL, buscarán reunirse con los prelados católicos para obtener su bendición.

No es la primera ocasión en que un jerarca católico se muestre indignado por no ser tomados en cuenta por los contendientes, ya que en forma aparente pueden influir en el voto de sus feligreses, sin embargo han perdido toda autoridad moral que ya no es necesario.

Incluso, los pastores cristianos tienen ahora más influencia con sus feligreses que los jerarcas católicos, como se puede constatar en el hecho de que los políticos se reúnen más con los primeros que con los segundos.

Si bien es cierto que el fervor católico sigue siendo predominante en nuestro país, según los últimos reportes del INEGI, nadie puede negar que la Iglesia Católica ha perdido miles y miles de creyentes precisamente porque sus jerarcas y sacerdotes están más interesados en cuestiones políticas en lugar de difundir la palabra de Dios y encabezar obras de beneficio social.

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