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El buen gobierno

El periodismo libre e independiente, señala lo que se hace mal y encomia lo que se realiza con acierto, manteniendo un equilibrio de criterio que atienda a los más caros intereses los habitantes de este  municipio y de los lectores del norte de Tamaulipas y sur del Valle de Texas.

Es por ello que en esta ocasión quiero destacar la obra de gobierno de la presidente municipal, Maky Ortiz de Domínguez, quien, sin arredrarse ante las críticas que ha recibido de sectores que persiguen intereses oscuros, ha atacado frontalmente dos de los más graves problemas que ha venido padeciendo la comunidad: el de la basura y el del drenaje sanitario.

El buen gobierno

Durante los últimos gobiernos municipales, campeó la corrupción y la simulación, dejando que los problemas se acumularan. 

Reynosa era el último lugar del planeta en que aún se utilizaban carretones tirados por caballos y burros para la recolección de la basura, con todo lo que ello implica; igualmente, es un lugar en que las aguas negras brotan por todos los rumbos de la ciudad, creando una desagradable imagen, además de ser un poderoso foco de infección que atenta contra la salud de las personas que aquí viven.

Ahora, a pesar de la oposición, la presidente ha destinado un importante monto de dinero para la compra de camiones recolectores de basura nuevos, no de desecho del lado americano y ha emprendido una ingente tarea de rehabilitación de las redes de drenaje y, lo que es más importante, ha obligado a las empresas que hacen obra pública para el municipio, a restaurar las afectaciones que se hacen a la vialidad con las excavaciones y destrucción del pavimento, punto en el que quizá sea necesario puntualizar más, pues aún hay muchos lugares en que no se ha reparado la carpeta asfáltica y hay dificultades para el tránsito vehicular y peatonal, con zanjas abiertas muy peligrosas.

Por primera vez se observa un cambio en el municipio, gracias a la voluntad y el empeño de la presidente. 

Reynosa, como el drenaje no se ve, fue descuidada en ese renglón. Gobiernos iban y venían sin que se pusiera mano a este problema porque lo que está enterrado no luce ni permite presumir para tomarse la foto; ahora se está haciendo, y hay contento. 

Por ello, no hay empacho en reconocerlo y dejar constancia del júbilo que hay en la comunidad por que, ahora sí, se está trabajando para superar las carencias y necesidades del municipio, que por tantos años permaneció dejado de la mano de Dios. 

No es un trabajo de tres años, seguramente llevará más tiempo y esperamos que lo próximos alcaldes continúen lo que la doctora Maky inició.  Enhorabuena. 

¡Felicidades a la alcaldesa Maky Ortiz de Domínguez!