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Panistas en coyuntura histórica

El futuro de Tamaulipas se juega en Reynosa. Los emisarios del pasado, un pasado ominoso, han decidido cerrar el paso al futuro, a las nuevas generaciones de políticos que vienen pisando fuerte para crear una nueva realidad democrática y romper las inercias que hasta ahora, han convertido a esta tierra de oportunidades en un desolado paraje de frustraciones, a pesar de su enorme potencial y su envidiable situación geográfica.

El futuro de Tamaulipas se juega en Reynosa. Los emisarios del pasado, un pasado ominoso, han decidido cerrar el paso al futuro, a las nuevas generaciones de políticos que vienen pisando fuerte para crear una nueva realidad democrática y romper las inercias que hasta ahora, han convertido a esta tierra de oportunidades en un desolado paraje de frustraciones, a pesar de su enorme potencial y su envidiable situación geográfica.

El impulso renovador, fresco, vigoroso de dos alcaldes bien intencionados: Leticia Salazar de Matamoros y Carlos Canturosas de Nuevo Laredo, se ha topado con el muro de las insidias erigido por Francisco García Cabeza de Vaca, sus corifeos y testaferros. En la renovación de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional, que, luego de la noche oscura de dos administraciones irresponsables, va en pos de la recuperación de su mística honorable y democrática que le hicieron merecer el título de partido de la gente decente, se enfrentan quienes empujan hacia adelante, al progreso y los que tiran para atrás, al rezago.

Panistas en coyuntura histórica

Los militantes panistas de Tamaulipas, se han dividido en dos bloques, no sólo diferentes, sino antagónicos: el que lideran Carlos y Leticia, con una propuesta altamente positiva, de austeridad republicana, eficacia y transparencia; y el que jefatura Francisco, claramente reconocido por sus manejos obscuros, tenebrosos y hasta mafiosos. Son los polos opuestos en el ejercicio del poder público, utilizado por unos para servir y por otro para servirse.

Con un empate en casi todo el territorio tamaulipeco, ha venido a resultar que los votantes de Reynosa son los que jugarán el papel de fiel de la balanza. Con su voto habrá de determinar quién llega a la dirigencia del PAN. Esta singular responsabilidad histórica obliga a los miembros del Partido Acción Nacional a ser muy cuidadosos en la reflexión previa a la votación. De la decisión que tomen dependerá no sólo el porvenir del PAN, sino el de todos los tamaulipecos, pues, bien sabido se tiene que no hay mayos oportunidad para que los chambones accedan a los cargos públicos que la falta de competencia. 

Con un PAN debilitado, todo estará a favor de los otros partidos y así ni siquiera tendrán que preocuparse por elegir un buen candidato. Con cualquier Perico de los Palotes llevarán todas las de ganar. Casualmente, es en Reynosa donde mejor se conoce a Cabeza de Vaca y su peón de brega, César Augusto Verástegui Ostos, mejor conocido como “el Truco” (uno “el Truco” y otro “el Trampas”, ¡bonita pareja!). 

Ambos personajes gozan de una fama tan larga como la cola que vienen arrastrando por su pillaje, su engreimiento y su proclividad a la delincuencia. 

Corresponde a los panistas de Reynosa asumir este reto de la historia, respaldando propuestas positivas, o cobijando a las sabandijas que se han enriquecido en el poder.