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Drenaje pluvial

La inundación de decenas de colonias por las intensas lluvias con las que Hanna llegó a nuestra querida Reynosa, ponen de manifiesto que además de que nuestra ciudad es frágil, no estamos preparados para este tipo de desastres naturales.

Y es que, como usted amigo lector se dio cuenta, en medio de la pandemia generada por el COVID-19, nos atacó este huracán, que aun y cuando llegó con categoría uno, causó muchos daños, generando con ello encharcamientos e inundaciones en las zonas bajas de nuestra querida Reynosa y municipios circunvecinos, y no se diga por las poblaciones del valle del Rio Grande, o sea, al otro lado de nuestro río Bravo.

Drenaje pluvial

Lo anterior no es nada nuevo ya que Reynosa está enclavada en una especie de lomerío, pero más que eso, porque los derramaderos naturales que existían fueron utilizados para construcción de viviendas, sobre todo en los nuevos desarrollos habitacionales que hay dentro y fuera de la zona urbana.

A lo anterior agréguele usted amigo lector que, a más de 271 años de fundada, nuestra ciudad aún no cuenta con un sistema de drenaje pluvial que permita salida a las aguas de lluvia.

Y sí, es cierto, aquí tenemos drenaje sanitario, pero cuando se presentan lluvias provocadas por tormentas o huracanes nomás no nos sirven, y eso lo vemos cada vez que Tláloc nos da a llenar.

Por si ello fuera poco, hay importamadristas que no pierden la maldita costumbre de arrojar basura y bolsas de plástico a la calle, la cual, cuando llueve, va a dar a las alcantarillas y luego estas taponean las tuberías.

La situación se agrava cuando a vecinos de las calles encharcadas les da por abrir las alcantarillas porque ellos piensan que así se va a ir el agua más rápido al drenaje. No toman en cuenta que al final ese remedio es peor que la enfermedad, ya que con las alcantarillas abiertas permiten el paso, además de agua, tierra, piedras y basura, complicando el problema.

Y a estas alturas, el gobierno municipal o el estatal, a través de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado o de la Comisión Estatal del Agua deberían ir pensando en resolver en definitiva el problema que se presenta cada vez que hay lluvias intensas en el crucero del bulevar Del Maestro y Fuente de Diana, así como en el sifón del boulevard Hidalgo. De no hacerlo, un día de estos estaremos lamentando nuevas tragedias.

Ayer platiqué sobre este tema con FEDERICO PÉREZ LOZANO, el coordinador de Protección Civil y Bomberos del municipio, y me dijo que la ciudad estaba preparada como resultado de las obras realizadas por el gobierno municipal al construir 17 drenajes pluviales en las zonas de mayor riesgo, pero lo intenso de la lluvia y la fuerza del viento no evitó que cuando menos 70 colonias resultaran con inundaciones.

Además, me comentó que desde que tuvieron conocimiento de esta depresión tropical se alertó a la población para que estuviera preparada para hacer frente, junto con las autoridades, a esta contingencia.

Al margen de lo anterior, de acuerdo a lo que estamos viendo y sintiendo, el COVID-19 sigue atacando gravemente a nuestra población, que desde hace buen rato es líder en casos positivos y fallecimientos.

No quiero pecar de pesimista, pero el pico y el aplanamiento a este terrible mal no lo veo en el corto plazo, tendríamos que convencer a los importamadristas de quedarse en casa si no tienen nada urgente que hacer en la calle.

También tendríamos que ver mayor acción y sobre todo energía por parte de las autoridades de Protección Civil, Coepris y de Tránsito Local para meter a la cárcel a la gente que le da por hacer bingos y pachangas, ya no sólo en la cochera de sus viviendas sino cerrando la calle donde viven.

Este tipo de eventos, de acuerdo a los videos que luego ellos mismos hacen circular por las benditas redes sociales, se llevan a cabo sin respetar la sana distancia ni mucho menos usar el cubrebocas, ocasionando con ello cada día un mayor número de contagios.

Y confinamiento nocturno que había ordenado el gobierno del Estado para ciudades como Reynosa, Río Bravo, Nuevo Laredo, Victoria y Tampico nomás nadie lo respeta, pues toda la noche y en horas de la madrugada se pueden ver vehículos circulando, lo que demuestra que el acuerdo de marras los conductores se lo pasan por entre el arco del triunfo.

Y por el mundo de la política, el diputado local morenista RIGOBERTO RAMOS ORDÓÑEZ, al hacer una visita a los vecinos de la colonia Chapultepec, a la que los viejos reynosenses la conocen como El Chaparral, para llevar despensas e insumos de limpieza e higiene para atacar al coronavirus, recordó que al inicio de la actual legislatura presentó una iniciativa para obligar a los legisladores a visitar sus distritos cuando menos una o dos veces por mes. La iniciativa, como no fue presentada por la mayoría panista, fue a dar a la congeladora.

En estos tiempos difíciles ocasionados por la pandemia, los habitantes de las colonias en donde se vive en extrema pobreza, es cuando más requieren del apoyo de sus representantes populares.

Y si bien es cierto que hace poco se le vio al diputado JAVIER GARZA DE COSS, además de que llegó con las manos vacías, sólo se concretó a preguntar qué necesidades tienen los vecinos.

Y la que de plano no han visto por las colonias populares es a la diputada y dirigente local del Partido Revolucionario Institucional, OLGA GARZA RODRÍGUEZ, aunque aquí hay que aclarar que ella no adquirió compromisos con la ciudadanía porque no llegó al Congreso por la vía de los votos.

Y ahora que salió a la luz pública que el ex director general de Pemex, EMILIO LOZOYA AUSTIN, repartió maletines repletos de billetes a diputados y senadores panistas de la época en que se aprobó la reforma energética, un buen amigo me envió una especie de radiografía de RICARDO ANAYA, el ex candidato presidencial por el PAN y que fue uno de los sobornados para levantar la mano para aprobar la iniciativa del entonces presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.

Y dice: RICARDO ANAYA es el mejor ejemplo de candidato de la derecha.

Blanco y güerito; habla inglés; sin principios ni moral; vive en Estados Unidos; negocia con el PRI; trafica influencias; cobra sobornos; traiciona a México; comete fraudes electorales y va a misa los domingos.

Ese es Ricky Riquín Canallín.

Y por hoy, BASTA.

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gilberto.banda@elmanana.com