Desafiando a AMLO

Finalmente, como era obligado, salió del horno el Presupuesto del gobierno federal para el 2019, mismo que ya se encuentra embetunado y repartido tanto para los gastos de las dependencias federales como de los gobiernos estatales y municipales.

Algunos consideran que el pastel fue bien amasado porque cuidaron un crecimiento moderado que no provoque inflación, aunque otros criticaron que hayan disminuido la porción para universidades públicas como la UNAM y el Politécnico para crear universidades, digamos populistas, de las que dudan vayan a forjar buenos profesionistas, aunque eso sí, el gasto social es abundante.

El caso es que esa parte no la comparten con los estados. Desaparecen el Ramo 23, lo que disminuyó los recursos hacia las entidades federativas, pero eso no quiere decir que no habrá inversión por los estados.

La diferencia es que ahora lo hará directamente el gobierno federal como en el pasado lo hacía a través de las Juntas Federales de Mejoras Materiales de gratos recuerdos aquí en nuestra querida Reynosa. Los alcaldes de la época allá por los 50’s nunca se encelaron ni se molestaron porque los recursos federales se hacían a través de esas dependencias. Al contrario, apapachaban a los presidentes de las JFMM para que gestionaran más recursos.

Pero también hay que decirlo: los alcaldes y gobernador de esa época eran muy diferentes a los digamos del siglo XX1.

El caso es que algunos gobernadores ya expresaron su inconformidad por la repartidera y presiento que van a sonar tambores de guerra y de nuevo pleitos entre los gobernadores con el presidente AMLO.

Zanjaron las diferencias por causa de los súper delegados, pero aquí las hendiduras se ven que son más anchas.

“El Bronco” JAIME RODRÍGUEZ, el de Nuevo León ya invoca a una rebelión a no pagar impuestos. Si se lo toman como una de sus balandronadas, no pasará nada, pero si recepcionan en serio sus palabras, se va a meter en problemas que pueden desembocar en una desaparición de poderes. Azuzar rebelarse al Pacto federal es una acción que ningún Presidente va a tolerar ni en broma, así que mejor búsquenle por otro lado.

El palo ya está dado, les queda el recurso de ocurrir ante la inmaculada Suprema Corte de Justicia de la Nación y que ahí diriman que tan legal es que la federación cobre impuestos por los estados y luego les envíe la parte que consideren pertinente.

Pero no es tan sencilla la cosa, los gobernantes hoy en día no gozan del respaldo social, lo prueba contundentemente el hecho de que todos tienen porcentaje de aprobación ciudadana por abajo del 50 por ciento. No pocos apenas llegan al 30 por ciento.

Entonces, como que no están en condiciones de jugar a las vencidas con un presidente que cuenta con una aprobación estimada entre un 65 y un 70 por ciento, una apreciación que la respalda no solamente los resultados de las encuestas sino el demoledor hecho de que en las elecciones del pasado primero de junio ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ganó en 31 de los 32 estados. Nomás en Guanajuato no pudo, pero como esa entidad ya está igual de violenta igual que la nuestra lo más probable es que hasta los mochos de aquella entidad ya están con AMLO.

No hay ninguna duda que es un presidente con un alto respaldo social que no se había visto en los últimos 30 años del siglo pasado y lo que va del presente. Bajo esas circunstancias los gobernadores deben serenarse, le están jalando los bigotes al tigre y en donde alguien le abra la jaula, esto va a ser una carnicería.

Y si creen que el pueblo se va a poner del lado de ellos, craso error, los van a dejar solitos en el rudo y a merced de los tigres. Eso ha sucedido en cada estado en donde han tumbado al gobernador.

Hagamos memoria, aquí en Tamaulipas cuando derrocaron en los 50’s al entonces gobernador HUGO PEDRO GONZÁLEZ ni hubo protestas ni tampoco el estado se vistió de luto, simplemente lo dejaron solo y entró al relevo el general RAÚL GARATE que gobernó sin mayores problemas.

Tiempo después, esto en los 70’s a don ENRIQUE CÁRDENAS GONZÁLEZ le movieron el tapete y no hubo movimientos populares que saltaran en su defensa. De no haber sido por la intervención del entonces presidente LUIS ECHEVERRÍA ALVAREZ hubiera caído y tampoco nadie se habría desgarrado las vestiduras.

Po esa misma década en el vecino estado de Nuevo León, EDUARDO ELIZONDO fue tumbado de la gubernatura y no hubo grupos que se opusieran a la decisión que llegó del centro.

Y lo mismo sucedió en Sonora con CARLOS BIEBRICH con todo y ser el consentido del entonces presidente Echeverría.

Y puedo seguir citando más casos, pero lo creo innecesario.

Lo que sí es indispensable para los gobernadores es que lean la historia del sistema político mexicano. 

Enfrentarse a un presidente aun en bola, a la hora de los mamellazos la mayoría se van a rajar y van a dejar solos a dos que tres que luego serán derribados de sus respectivas gubernaturas y a los ciudadanos les importará poco por una sencilla razón: están molestos con ellos, si no fuera así, López Obrador no hubiera hecho pedazos al PRI y al PAN y al PRD de coleada en las elecciones del pasado primero de julio.

Ahí el pueblo dejó un mensaje que, si no lo quisieron leer y menos entender, en el pecado llevarán la penitencia.

Mejor llévense la fiesta en paz, no están en condiciones de pelear con un presidente como López Obrador y recurrir a la legalidad para defender soberanías que a veces dan la impresión que ni ellos mismos saben que significa o que implica esa soberanía, es un error que los va a exponer a la burla popular como ya le está sucediendo a los magistrados y jueces federales que azuzados por senadores panistas recurrieron a la Suprema Corte de Justicia para defender sus mega salarios.

Les ha llovido y les van a seguir tupiendo. Algunos dirán: es que López Obrador está azuzando al pueblo en contra de ellos, y tal vez sí, pero si la gente no estuviera molesta y ofendida por los señores y señoras de la justicia, por supuesto que hubieran ignorado al presidente.

Eso es algo que no quieren ver los señores de la justicia y en el pecado llevarán la penitencia. No pueden evadir la realidad, simplemente en Ciudad Victoria, Tamaulipas, ejecutaron a balazos a un juez penal del fuero común y a la Agente del Ministerio Publico que le acompañaba.

Hay suspicacias sobre las causas, pero hay unanimidad de creencia que quedarán en la impunidad esos homicidios como quedaron los cometidos en contra de un delegado y un agente del Ministerio Publico de la Procuraduría de Justicia estatal allá en Nuevo Laredo.

Sé que algunos dirán: peor esos son del fuero común nomás que ya se está viendo que los del fuero federal no gozan del aprecio ciudadano.

Y por hoy, BASTA.

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