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De que los hay, ¡los hay!

Apenas llegó el comunicado, con fecha de ayer, de la canciller alemana, Angela Merkel, una dama y política de muy altas consideraciones, en el sentido de que: "Las últimas cifras sobre las infecciones por coronavirus son preocupantes, los peores meses de la pandemia están por venir", cuando por las redes aparecen las palabras tan absurdas como grotescas de un comunicólogo cuyo nombre no vale la pena señalar, pidiendo la hoguera para los miembros y simpatizantes del partido político en el poder.

De muy lejos viene la conseja que dice que el tonto agrede, el inteligente dialoga y el sabio calla. Dado que no es posible dejar pasar un anatema de tal naturaleza: "Si se pudiera regresar a la época de la inquisición yo colgaba a cada uno de los, no, no los colgaba… Quemaba vivo a cada uno de los ‘morenistas’ en el Zócalo capitalino, te lo juro", porque son expresiones surgidas de la ignorancia y de la mala fe, esa que se alimenta continuamente de las fake news que se han vuelto el pan de cada día.

De que los hay, ¡los hay!

Seguramente que este señor no se enteró de que México fue reelecto presidente pro tempore de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), por sus grandes logros en el tratamiento de la pandemia y la promoción internacional para que las vacunas, cualquiera que sea, en el tiempo en que se haya probado su eficacia, sea distribuida de manera generalizada entre todos los pueblos del orbe, además de que cualquier tratamiento que demuestre eficacia para una más pronta recuperación, igual.

Ante un problema de tal magnitud, posiciones tan mezquinas y abominables sólo vienen a generar más confusión, más división, más desconfianza. Por fortuna, y así ha sido probado constantemente con las encuestas que periódicamente se realizan, el pueblo de México tiene plena confianza en su gobierno y atenderá al pie de la letra las recomendaciones que emergen de la autoridad competente, a la cual la mismísima Organización Mundial de la Salud y otros organismo han hecho un público reconocimiento.

Echando mano de frases ya muy gastadas, dijo que: "Al presidente no le duele. A mí me llama poderosamente la crueldad de ese jefe del estado mexicano. Se están muriendo mil mexicanos cada día". A Ver: Según datos del centro de concentración de datos del Covid-19, el Hospital John Hopkins, el primero de octubre del 2020, hubo en México 432 decesos, la mayoría de ellos asociados a condiciones previas de alto riesgo, para hacer un total acumulado de 78,078 durante toda la pandemia. ¿Cuáles miles?

En sentido comparativo, hay que señalar que los Estados Unidos llevan ya 212 mil personas que han muerto por infección de Coronavirus; en la India son ya más de cien mil y en Brasil, han superado los 145 mil, esto es, el doble que en México. Para ilustrar al tontejo, vale decir que aquí la ocupación hospitalaria es de las más bajas del mundo, con apenas un 23 por ciento de camas equipadas ocupadas. Además, el número de pruebas ha sido bajo por la poca efectividad que se ha venido comprobando.

Ya más adelante aparece el motivo del enojo. Expresa que: "Mientras menos protestemos, más se crecen los morenistas. Es hora de que protestemos para que vean que no estamos de acuerdo con esto de los fideicomisos, que es la mejor manera para mostrar la ruina del erario mexicano". Obviamente, se refiere a los fideicomisos para el arte, la cultura y la ciencia (le faltó el deporte). Fuera del talento de los genios mexicanos que destacan en los foros y los escenarios mundiales, mostrando el espíritu de esta tierra pródiga y generosa, que mencione cuáles son los logros de los científicos y artistas vividores.

Para señalar alguno: El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes fue creado en 1989. Introdujo un mecanismo financiero en el que se asocian Estado, empresa privada y comunidad artística. Constituido como un fideicomiso, el Fonca recibió una primera aportación del Gobierno Federal de cinco millones de nuevos pesos, cantidad a la que se sumaron contribuciones deducibles de impuestos del sector privado. ¡Pos, sí!

El Fonca tiene como objetivo apoyar la creación artística y promover, difundir, incrementar y preservar el patrimonio cultural. Este organismo financiero cuenta con varias Comisiones que se abocan a la toma de decisiones: de Supervisión, de Artes y Letras, Consultiva, de Adquisición de Bienes Culturales y de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales. Los logros que ha tenido el organismo son evidentes y corresponden al presupuesto que maneja de alrededor de 670 millones de pesos, los cuales 'están blindados', aseguró la subsecretaria de Desarrollo Cultural, maestra Marina Núñez Bespalova.

Pero, hay fideicomisos que fueron creados con el propósito de manejar discrecionalmente los recursos públicos, como fue el caso que denunció en su tiempo Miguel Badillo: "Un presidente ausente del ejercicio del poder como Vicente Fox y un secretario de Hacienda ambicioso y abusivo como Francisco Gil Díaz propiciaron una compleja red de corrupción gubernamental responsable de uno de los peores saqueos a las finanzas públicas. Se trata de la defraudación operada a través de la empresa ISOSA y del Fideicomiso Aduanas I, ambos entes privados que desaparecen con el fin del gobierno de Vicente Fox para ocultar así uno de los capítulos más graves de impunidad y abuso de poder orquestado desde la Secretaría de Hacienda por el principal responsable de vigilar el uso de los fondos públicos y que, contrario a la transparencia y fiscalización de los recursos, ha guardado silencio sobre el destino de más de 30 mil millones de pesos".

Un estudio del Centro de Análisis e Investigación FUNDAR, reveló que en nuestro país existen 337 fideicomisos públicos a nivel federal que manejan 772 mil 63 millones de pesos, recursos que son 20 veces el presupuesto destinado a la reconstrucción de los sismos, o 479 veces el presupuesto asignado para desarrollo social en entidades federativas con índice de pobreza muy altos como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, casi sin posibilidad alguna de dar seguimiento al gasto de esos recursos. 

En México se manejan millonarios recursos públicos de manera discrecional, con poca transparencia y mínima rendición de cuentas, a través de los llamados fideicomisos. Por ello, los morenistas como los llama el dolido, van por su desaparición.