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Corazón de Niño

Revista de motivAción, liderazgo y valores para NIÑOS y niñas

Decía Henry Ford que el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. Al igual seguramente que muchos de ustedes, he podido experimentar a veces lo primero (el fracaso), y he tratado de mantener siempre lo segundo (el entusiasmo).

Ha habido proyectos que he emprendido y que no han llegado a cristalizar como los tenía planeados, aunque en lo personal, no me gusta llamarlos fracasos, porque de cada experiencia he aprendido algo. Creo que fracaso sería darme por vencido y dejar de seguirme arriesgando por temor a volver a perder. Pero bueno, no es ése el tema de este mensaje.

Corazón de Niño

Uno de esos proyectos era el publicar una revista llamada “Corazón de Niño”, que pretendía ser una revista de motivación, liderazgo y valores para niños y niñas. En el documento que elaboré para presentar el proyecto y buscar apoyos, mencionaba lo siguiente en la justificación:

“Los niños tienen un potencial tremendo, pero es importante encauzar ese potencial. 

Desafortunadamente, la desintegración familiar parece estar ganando terreno en nuestros días y muchas veces los niños carecen de un modelo o un guía que les ayude a encauzar y sacar a flote su potencial. 

Sin pretender suplir la influencia de los padres, esta revista buscaría ser un elemento de apoyo para desarrollar en los niños las mejores virtudes y los mejores hábitos para alcanzar la medida de su potencial y ayudarlos a convertirse en adultos exitosos. 

Otro fenómeno en la actualidad es la gran cantidad de "tiempo pantalla" que los niños consumen. Esta revista buscaría también ampliar sus horizontes haciéndoles ver que hay vida más allá de la televisión y el internet.

Buscaría también ser una fuente de optimismo en medio de tantas noticias negativas a las que los niños están expuestos hoy en día.

Se trata, en resumen, de sembrar en los niños hoy para cosechar un mejor mañana para ellos y sus futuras familias”.

OTRAS SECCIONES DE LA REVISTA

Se pretendía que la revista incluyera relatos en los que se enseñaría algún valor o habilidad, semblanzas de niños con dificultades especiales y cómo las están enfrentando o superando, una sección llamada “Nuestros amigos los animales”, en donde se analizarían los atributos o habilidades de algunos animales y qué podemos aprender de ellos, semblanzas de personajes que han aportado algo de valor a la humanidad, reseñas de personajes conocidos que lograron realizar su sueño y lo que tuvieron que afrontar para alcanzarlo, reseñas de películas que nos dejan alguna enseñanza, sección “Conociendo nuestro país y nuestro mundo”, sección “Conociendo los clásicos de la literatura”, juegos e ideas para fomentar la convivencia familiar, sugerencias para fortalecer la relación entre los cónyuges y entre padres e hijos, etc.

PROGRAMA DE PEQUEÑOS LÍDERES

Finalmente, el proyecto contemplaba que, después de tener ya algún tiempo en circulación la revista, se publicara ahí mismo el “Programa de desarrollo de pequeños líderes”, consistente en una serie de 6 niveles en los que los niños que desearan participar, irían avanzando a través del cumplimiento de metas hasta llegar al nivel de “Pequeño Gran Líder”, en el que se le  daría un reconocimiento que lo motivara a seguir desarrollando sus habilidades como líder y lo alentara a vivir una vida productiva, una vida que deje huella.

En posteriores entregas explicaré más a detalle este programa, los atributos a desarrollar en cada nivel, las metas de cada uno, etc. Tal vez la botella o botellas conteniendo esa información puedan llegar a las manos de alguna madre o de algún maestro al que le pudiera servir para trabajarlo con sus hijos o alumnos.

Si tal fuere el caso, me daría por bien servido, y con mucho menor razón consideraría como un fracaso esa idea que nació con tanto cariño. Y aún si no fuera así, dejo al menos la invitación de no perder de vista a nuestros pequeñitos. De recordar siempre que ellos son como arcilla en nuestras manos de adultos, que el futuro de nuestro país comienza hoy con ellos, que podamos comprender lo que viven, lo que piensan y sienten, y podamos estar siempre dispuestos a ayudarlos con amor, con un corazón de niño.