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Condenados a morir

No hay duda de que vivimos momentos extremadamente difíciles, incluso podría decir que hasta demenciales, ya que la falta de respiradores, entre otros equipos médicos, para enfrentar la pandemia por el coronavirus ha propiciado que las autoridades de la Secretaría de Salud y Asistencia (SSA) tomen una serie de medidas indudablemente inhumanas, pero supuestamente necesarias, a fin de atender a la enorme cantidad de pacientes que se espera tener ante el incremento exponencial del número de personas contagiadas en el país.

Las medidas están contenidas en “Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica”, que ordena priorizar la atención de pacientes jóvenes sobre los adultos mayores, luego de reconocer que tiene escasez de respiradores, entre otros equipos médicos, en las instituciones del Sector Salud.

Condenados a morir

La guía indica claramente que: “cuando sólo hay un ventilador y dos pacientes para su atención, y se tiene que escoger entre una persona de 80 años y otra de 20 años, se le dará prioridad a la persona joven que tiene la probabilidad de vivir 65 años más en lugar de un adulto mayor que podría vivir 7 años más”.

Está indicación generó de inmediato fuertes críticas en contra de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, puesto que debido a la “austeridad republicana” no se adquirieron con tiempo los respiradores que se requieren para atender a los pacientes contagiados por el coronavirus, y ahora pretenden adquirirlos a cualquier precio.

Incluso, López Obrador le solicitó la semana pasada al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que le vendiera 10 mil respiradores para atender a pacientes contagiados por el coronavirus, cuya petición tuvo respuesta positiva el pasado lunes 13 de abril, aunque no se sabe cuándo serán entregados los equipos para ser usados en los centros hospitalarios.

También en la guía se especifica que cada centro hospitalario que será exclusivo para la atención de los pacientes con coronavirus deberá de tener un equipo de tres personas que se encargarán de asignar los escasos recursos que hay para enfrentar la pandemia, el cual estará integrado por un médico intensivista o urgenciólogo, por un profesional de enfermería intensivista o de urgencias médicas y un administrador del centro de salud.

Y precisamente este equipo de tres personas será el encargado de decidir a cuáles pacientes se les debe asignar un respirador, es decir si a los jóvenes o a los adultos mayores, quienes en caso de que se cumpla este ordenamiento de la SSA están condenados a morir por coronavirus.

Por otra parte, pero sin dejar el tema del coronavirus, resulta que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que encabeza el controvertido Manuel Bartlett Díaz, aplicó un incremento del 4% a la tarifa doméstica a pesar de que se redujo el precio de los combustibles para la generación de la energía eléctrica.

El ajuste tarifario de la CFE resulta nocivo para la economía familiar, sobre todo para quienes vivimos en zonas con altas temperaturas, ya que se incrementa el consumo de energía eléctrica por el uso continúo de ventiladores o aires acondicionados para tratar de mitigar el intenso calor.

Recientemente, Bartlett Díaz descartó por completo que se condonará el pago del servicio eléctrico para todos los usuarios en medio de la pandemia del coronavirus, puesto que la CFE requiere de ingresos para cumplir con el pago de los salarios de sus trabajadores, además de la compra de combustibles para la generación de energía eléctrica en el país.

¿Cuándo se le cuestionó acerca de que sí se le debía condonar o por lo menos diferir el pago de la energía eléctrica a pequeños y medianos empresarios luego de que se vieron en la necesidad de cerrar sus negocios por la crisis sanitaria del coronavirus?, el titular de la CFE dijo que por el contrario deberían de hacer un esfuerzo por pagar los recibos de luz para poder garantizar el abasto del fluido eléctrico a clínicas y hospitales de la SSA.

En otro tema, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Gerardo Peña Flores, afirmó ayer que el senador Américo Villarreal Anaya miente porque la federación no ha entregado los 734 millones de pesos que supuestamente se le asignaron a Tamaulipas.

Peña Flores no sólo calificó de mentiroso al senador Villarreal Anaya, sino también lo retó a que indicara en dónde están estos recursos federales, que se requieren con urgencia en nuestra entidad.

Aprovechó la oportunidad para tundir también a los diputados federales de Morena que han criticado la autorización que dio el Congreso Local para obtener un crédito por 4 mil 600 millones de pesos ante la banca comercial, cuya deuda hipotecará a nuestra entidad por largos 20 años.

El coordinador de la fracción del PAN, Peño Flores dijo que los diputados federales de Morena, como es el caso de Armando Zertuche Zuani, en lugar de criticar el crédito por 4 mil millones de pesos, deberían de gestionar más recursos públicos para Tamaulipas a fin de poder hacer frente a las carencias del Sector Salud y reactivar la economía estatal luego de que pase la contingencia sanitaria por el coronavirus.

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