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Buen incremento, pero insuficiente

Justo cuando concluía la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y el Canadá, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami)

Justo cuando concluía la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y el Canadá, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), que encabeza Basilio González Núñez, dio a conocer el incremento de un 10.4% al salario mínimo general para que a partir del próximo 1° de diciembre pase de 80.04 pesos a 88.36 pesos.

Si bien es cierto que es el mayor aumento del salario mínimo en los últimos 17 años, resulta insuficiente ante la pérdida del poder de compra que tiene la clase trabajadora a causa de la galopante carestía que hay en el país.

Buen incremento, pero insuficiente

Las amas de casa en verdad que hacen milagros con los sueldos de sus maridos para comprar la despensa familiar, incluso muchas de ellas trabajan para tratar de tener un ingreso decoroso porque el salario mínimo de nada sirve ante el costo de la canasta básica.

También nadie puede negar que el salario mínimo ha tenido una recuperación del 20% durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, quien dijo que el alza de ayer no se trata de un ajuste menor luego de reiterar que se han creado más de 3 millones de empleos formales.

No cabe duda de que se trata de un buen incremento, sin embargo la sociedad mexicana tiene la sensación de que se podría hacer más para devolver en parte el poder de compra o de adquisición de la clase trabajadoras.

Y más cuando la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que preside Gustavo de Hoyos Walther, propuso recientemente que el salario mínimo se debería de incrementar a 95.24 pesos para alcanzar la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

La sensación creció cuando el Secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski Woldenberg, afirmó que las condiciones macroeconómicas están dadas para el salario mínimo fuera de 99.00 pesos diarios.

A propósito, hay que reconocer que uno de los principales impulsores a incrementar el salario mínimo fue el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien desde hace más de dos años habló de la importancia de que la clase trabajadora recobrara el poder de compra, sobre todo después de las alzas generalizadas por los aumentos a los precios de las gasolinas y el diésel, así como los incrementos a las tarifas eléctricas, entre otros ajustes.

Mancera Espinosa, junto con el actual Secretario de Salud, José Narro Robles, señalaron que no se podía seguir ignorando la pobreza y la desigualdad que se vive en México.

De regreso con el ajuste al salario mínimo que dio a conocer ayer la Conasami, no hay duda de que se trata de un buen incremento, pero insuficiente porque México ocupa el último lugar en el rubro del poder adquisitivo de los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que encabeza el tamaulipeco José Ángel Gurría Treviño.

Se tiene el compromiso de una revisión antes del 30 de abril del 2018, pero todo dependerá del resultado de las renegociaciones del TLC que se llevan a cabo, como ocurrió ayer con el mayor incremento a los salarios mínimos de los últimos 17 años, luego de que Estados Unidos y el Canadá exigieran que se mejorarán los sueldos de los trabajadores mexicanos.

Por otra parte, no cabe duda que el Partido Encuentro Social (PES) está plenamente identificado con las organizaciones religiosas, ya que ahora pretende impulsar al actor Eduardo Verástegui Córdoba como candidato a la presidencia de la República, según el dirigente estatal Rigoberto Rodríguez Rangel.

No es la primera vez en que el PES impulsa a una figura del medio artístico y del deporte profesional para tratar de obtener el voto de los simpatizantes de los actores o jugadores, pero en la práctica de la política resulta todo un fracaso, como sucede en la actualidad con el alcalde de Cuernavaca, Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, quien va de un escándalo a otro en perjuicio de la población.

Aunque el también director de cine y televisión, Verástegui Córdoba goza de un amplio prestigio por sus obras de caridad y sobre todo por ser “casto” a sus más de 40 años de edad, no hay duda que resultará todo un fiasco en caso de que la dirigencia nacional del PES, que preside Hugo Eric Flores Cervantes, lo logra convencer para contender en las elecciones del 2018.

En fin, el PES no le quedó otro remedio de atraer la atención ciudadana con la posible nominación del actor tamaulipeco, puesto que Margarita Zavala de Calderón prefirió buscar la candidatura independiente a la presidencia que ser candidata de un partido plenamente identificado con las organizaciones religiosas de nuestro país.

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