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A Ivonne Ortega se le fue el avión

Ya comienza a ser motivo de molestias la prolongación de la pavimentación de la calle San Luis a la altura del lateral norte del canal Anzaldúas. Es el acceso principal al centro de la ciudad y al que recurren las unidades del servicio de transporte público, y ya se imaginará el lector la de complicaciones para el tráfico vehicular.

También se prolonga la reparación de las calles Guerrero y Pedro J. Méndez, todas de intenso tráfico por los comercios que se encuentran por ese entorno, así como varias escuelas, entre otras la centenaria Miguel Hidalgo.

A Ivonne Ortega se le fue el avión

Por si fuera poco, no han concluido los trabajos por el boulevard Morelos, todo lo cual se está tornando complicada la vida diaria de los reynosenses que en el Morelos cuando menos se ve maquinaria trabajando, pero en las calles del sector centro la paralización de los trabajos está muy a la vista.

Como no se sabe, si las obras las desarrolla el gobierno estatal o el municipal porque con eso de que la ley electoral prohíbe publicitar las obras en temporada electoral, no hay a quien dirigirse para obtener información, confiemos en que los trabajos los concluirán prontamente. No es ninguna exageración decirles que las mencionadas obras complican la vida de quienes tienen necesidad de circular por ahí.

Y por el mundo de la política, IVONNE ORTEGA PACHECO no vino siempre a Reynosa y en el PRI municipal dijeron que se debió a que no pudo conseguir boleto para el avión, un pretexto muy ramplón porque si algo hay ahora en Reynosa son vuelos de Reynosa a la CDMX y viceversa. Debió tener otros motivos y el que viene a la cabeza de las mayorías es que no se quiso venir porque en una de esas la designan presidenta interina del Comité Ejecutivo Nacional que, aunque ella anda pretendiendo ese cargo pero a través de la elección de los militantes no está para hacer menos la posible oportunidad.

Y es que, oiga usted, anda alborotado el avispero en la Ciudad de México con la reciente e inesperada licencia de CLAUDIA RUIZ MASSIEU al Senado de la República y de rebote a la dirigencia nacional tricolor, lo que tomó por sorpresa a propios y extraños pues aunque el PRI hoy ande de capa caída aun así es el partido que cuenta con más gobernadores, 12 para ser preciso y las gubernaturas que estarán en juego el próximo dos de junio, la de Puebla y Baja California están en manos del PAN, que muy probablemente el 3 de junio amanecer con dos gubernaturas menos y por lo mismo su número descenderá a nueve con lo cual el tricolor se cimentará en el liderato de gubernaturas.

Muy negro panorama debe haber visto doña Claudia para que mejor haya solicitado una licencia que lo más probable es que su tío Carlos, el de Agualeguas, es quien le haya recomendado retirarse ante la inminente masacre que le espera al PRI el próximo dos de junio en los seis estados en que habrá elecciones.

Y con todo y que no perderá gubernaturas tampoco ganará y lo peor que quedará como tercera fuerza electoral y muy alicaída.

Lo malo para los candidatos priistas locales es que ya se habían animado por la presencia de IVONNE ORTEGA PACHECO. Olvídense y avóquense al cerrojazo final de sus respectivas campañas.

Me late que tras la dimisión de CLAUDIA RUIZ MASSIEU viene una purga en los comités directivos estatales, sobre todo en el de Tamaulipas y que buena falta le hace. Que evacue a un nefasto priista que sólo se sirvió del partido y se llama EGIDIO TORRE CANTÚ.

Inexplicablemente Ruiz Massieu le toleró que siguiera metiendo las manos en los asuntos del tricolor de Tamaulipas, que si lo hubiera hecho para ayudar, obvio que le sería reconocido su esfuerzo pero lo que hizo fue más bien para colaborar lo mismo en las elecciones locales del 2016 que en las municipales del 2018 y en las que están por llevarse a cabo el próximo dos de junio, una colaboración para hacer del partido un rival a modo o más bien uno que fragmente el voto y sería la ayuda a la causa panista a cambio de que no le anden hurgando en sus cuentas públicas, aun pendientes que ya se imaginará por qué razón están en la congeladora.

Y esto no es una figuración solamente del columnista, es lo que se dice lo mismo en Nuevo Laredo que en Matamoros, Ciudad Victoria, Mante, Tampico y Ciudad Madero. Nomás que aguafiestas como a veces es uno, me late que una vez que pasen las elecciones del dos de junio van a comenzar los calambres lo que va a obligar a que desde hoy coman mucho plátano y mucho tomate tanto Egidio como los exalcaldes a los que tienen en la congeladora sus cuentas públicas y no solamente los de filiación priista sino también filia panista.

Y que conste, no estoy hablando por creerme cartomanciano sino por las actitudes que en el pasado he notado en la política tamaulipeca.

Lo mismo va para todos aquellos que están hasta el zoquete en las obras del aeropuerto de Texcoco. Que hayan obligado al gobierno de México de haber apoquinado 100 mil millones de pesos para no hacerla de tos por la cancelación, es una cuenta pendiente que de un momento a otro se la van a cobrar.

El presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no es ningún ingenuo y de buena fuente sé que ya andan auditando el monto de lo realmente invertido. Me dicen que van a cargar hasta con los constructores que se prestan a inflar el costo de las obras y los servicios, es cuestión de tiempo.

Por algo López Obrador anunció la creación de un instituto para recuperar todo lo robado al erario público. Luego con ese dinero construir obras que bautizarán con el nombre del ladrón, toda una ironía la forma de “honrar” a los bandidos que es el estilo de AMLO. Hacerles creer que se tragó el cuento con todo y plumas y luego sacó el machete para descabezar corruptos.

Por lo mismo deben poner las barbas en remojo los que participaron en los trinquetes de Odebrecht y en el tren ligero Ciudad de México–Querétaro, que bien que le costó millones de pesos al erario público la cancelación de esta obra.

Y como estas cosas se dan por todas partes ya está tardando la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas en dar a conocer el peritaje de las causas que ocasionaron el derribamiento del Centro de Bienestar y la Paz que se inauguró y duro de pie unos días en la tierra de RIGO TOVAR hasta que vino un ventarrón a poner a prueba la calidad de la obra, hoy convertida en un tiradero de fierros y 30 millones de pesos que se fueron por el caño.

Y por hoy, BASTA.

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