Llevan Titixe a Roma
Roma, Italia
Hernández (Ciudad de México, 1989) compite en la Sección Oficial de la Fiesta del Cine de Roma, que concluirá el próximo domingo con la asignación del Premio del Público, pues son los espectadores quienes deciden el galardonado entre las 38 cintas a concurso.
LA HISTORIA
La cineasta explicó que la historia surge de un caso muy personal, el de su abuelo materno, quien a menudo se lamentaba porque sus hijos habían emigrado a la ciudad y no se habían quedado para aprender a labrar y cuidar sus tierras.
Por ello Hernández, junto a su madre, agarró su cámara y puso rumbo al valle de Cuautepec, en la zona de Guadalupe Victoria (sur), para intentar una siembra y convencer así a su abuela, viuda, de no vender el terreno familiar.
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De este modo presenta ante el espectador el trabajo de su abuelo y, al mismo tiempo, retrata con cierta nostalgia un mundo en extinción, el de un campo al que sociedad del siglo 21 ha dado la espalda.
RESCATE DE LA FAMILIA
Hernández lo narra con un mosaico de planos detalle de los brotes que surgen de la tierra, de los bueyes que surcan el campo con arados o con primeros planos de sus parientes que aún viven en la zona, como buscando los titixe, los restos de ese mundo, el de su familia.
La directora se mostró emocionada ante el estreno mundial de su película en Roma, pero también sorprendida pues la suya es una historia sobre un luto personal en un programa, el del certamen, con ficciones que definitivamente son de otro tamaño en términos de producción.
Pero, en su opinión, aunque su historia pueda parecer local, es también capaz de cruzar las fronteras de su México porque cuenta con un afán universal.
"Todos venimos de un lugar y muchos lo hicimos del campo", alega.