Las estrategias de Trump con las que intenta revertir el resultado de las elecciones
El presidente Donald Trump se declaró ganador de las elecciones sin que tuviera los votos para respaldarlo y acusó a los demócratas de querer "robar" las elecciones
Más de una semana después de las elecciones de Estados Unidos, demócratas y republicanos parecen vivir en realidades paralelas.
El demócrata Joe Biden se considera desde el sábado el presidente electo tras superar los 270 votos del Colegio Electoral (de 538) necesarios para la victoria, según las proyecciones, y avanza en sus preparativos para asumir la presidencia del país el próximo 20 de enero.
En sendas apariciones ante los medios esta semana, Biden ha hablado sobre sus planes para abordar la crisis del coronavirus, sobre sus conversaciones con líderes internacionales y sobre la necesidad de que la Corte Suprema no revoque la ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare.
Del otro lado, el presidente Donald Trump ha limitado sus intervenciones públicas, pero sigue muy presente en las redes sociales, especialmente en Twitter, donde insiste en que él es el verdadero ganador de las elecciones y denuncia, sin aportar pruebas, que los demócratas están intentando robar la elección.
Pero ¿de qué formas intenta Trump revertir el resultado electoral?
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1. Demandas legalesEl equipo de campaña de Trump ha presentado varias demandas por el conteo de votos en distintos estados clave, incluidas peticiones de detener la certificación del resultado en Arizona, Michigan y Pensilvania.
Normalmente le correspondería a cada estado manejar estas demandas, pero el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, abrió la puerta el pasado lunes a que los fiscales federales de todo el país investiguen las acusaciones.
A 11 de noviembre, cuando no ha salido a la superficie prueba alguna del denunciado sistemático fraude electoral, así están los litigios en los estados más disputados.
Comenzamos por Pensilvania, que es el que cuenta con más demandas.
Las proyecciones del estado dieron a Biden como ganador el pasado sábado, lo que hizo que el demócrata sobrepasara la mágica cifra de los 270 votos del Colegio Electoral.
Pero antes de ese día, la pelea legal ya estaba en marcha.
El 4 de noviembre, el equipo de campaña de Trump presentó una demanda en la que denunció que se estaba impidiendo el acceso de los observadores electorales republicanos a los centros de conteo del estado.
Se trata de personas que observan el recuento de votos con el objetivo de garantizar la transparencia de la elección. Su acceso se permite en la mayoría de los estados siempre que se hayan inscrito antes del día de las elecciones.
Este año se aprobaron ciertas restricciones en algunos lugares, en parte debido a la pandemia de coronavirus. También se establecieron límites de capacidad para evitar que los observadores intimidaran a los trabajadores electorales.
Lee más: ¿Cómo está usando Trump su poder para evitar el reconocimiento de Biden como ganador?
En el centro de conteo de Filadelfia se marcó un perímetro de seis metros de distancia, pero esto fue disputado y un fallo judicial del 5 de noviembre lo redujo a dos metros, siempre que los observadores se acogieran a los protocolos de protección ante la covid-19.
Ese mismo día, la campaña de Trump acusó a los funcionarios electorales de no obedecer la orden del juez y presentó una demanda federal para detener el conteo en Filadelfia, petición que fue denegada.
El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, abogado de Trump, dijo: "Incluso con una orden judicial que permitía que los inspectores republicanos se acercaran a dos metros, movieron a las personas que contaban los votos otros dos metros más allá".