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El poeta Eduardo "El Tigre" Lizalde murió a los 93 años

Entre sus premios se incluyen el Xavier Villaurrutia (1970), el Nacional de Ciencias y Artes (1988), el Iberoamericano Ramón López Velarde (2002), en 2013 el décimo Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca

CIUDAD DE MÉXICO.-El académico y autor de “El tigre en la casa” (1970), su obra más laureada y un referente de la poesía mexicana, Eduardo Lizalde Chávez, falleció a los 93 años.

El poeta Eduardo El Tigre Lizalde murió a los 93 años

El deceso del también ensayista y escritor fue dado a conocer por su hijo, el músico Eduardo Lizalde Farías a través de su cuenta Facebook:

“A todos les comparto una mala noticia. Hoy por la mañana murió mi señor padre. Eduardo Lizalde Chávez. Un poeta magnífico y un pensador esencial. Me queda decir aquí ¡qué viva la vida!”.

La partida de Lizalde en seguida fue lamentada a través de redes sociales por la Academia Mexicana de la Lengua de la que era integrante, la Secretaría de Cultura federal y de la Ciudad de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y diversas instituciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al respecto la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, se refirió al autor en su cuenta de twitter como:

"Una de las voces poéticas más poderosas de la literatura hispanoamericana se ha marchado. Lamento la muerte del poeta tigre. Descanse en Paz, Eduardo Lizalde. Mis condolencias a Hilda, sus hijos y amigos".

Mientras que cultura capitalina publicó una esquela acompañada de las siguientes líneas:

“Se nos ha ido ‘El Tigre’ de la casa. El poeta mexicano que nos recordaba que ‘el amor era una blanda furia no expresable en palabras’. Hoy nos faltan justamente para lamentar su pérdida, Eduardo Lizalde nos deja un amplio legado en las letras mexicanas”.

Lizalde publicó sus primeras líneas en 1948, y en 1956 apareció la obra La mala hora, y tras ella Cada cosa es Babel (1966), La zorra enferma (1974), Caza mayor (1979), Tabernarios y eróticos(1989), Rosas (1994) y Otros tigres (1995). Además de haber sido traductor de obras de William Shakespeare y William Blake.

Entre sus premios se incluyen el Xavier Villaurrutia (1970), el Nacional de Ciencias y Artes (1988), el Iberoamericano Ramón López Velarde (2002), en 2013 el décimo Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, y un año después el Premio Federico García Lorca de las manos de los príncipes de Asturias. Además de obtener el Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en español en 2016.

Su obra poética está recopilada en “Nueva memoria del tigre” (1949-2000), que incluye su “Autobiografía de un fracaso” (1981), misma que relata su travesía por el mundo de la literatura.

En 2019, la Academia Mexicana de la Lengua organizó con motivo de los 90 años del poeta un acto-homenaje en la Capilla Alfonsina, ahí lo acompañaron Vicente Quirarte, Gonzalo Celorio, Jaime Labastida y Alejandro Higashi. Lizalde conmovido por las palabras de sus colegas agradeció los asistentes y dio lectura al poema “De Senectute”, sobre el tiempo y la muerte.

La partida de Eduardo Lizalde nos deja en un desamparo: Marco Antonio Campos

Conmovido por el deceso de Eduardo Lizalde, a quien consideraba ‘el mejor poeta en lengua española en los últimos años’, el ensayista, narrador y también poeta Marco Antonio Campos destacó los volúmenes “La zorra enferma” (1974), “Tabernarios y eróticos” (1989), la faceta como traductor así como la calidad humana de ‘El Tigre’.

Campos relató a Apro vía telefónica el cariño hacia Lizalde haciendo un breve repaso por su obra, pues cuando llegó a la lectura lizaldiana por recomendación de Óscar Oliva la consideró “un deslumbramiento”:

“Lo más llamativo de su obra ciertamente es ‘El tigre en la casa’ (1970)  pero escribió poesía política que se autocriticó con mucho humor, después pasó al poema filosófico a la manera de José Gorostiza en ‘Muerte sin fin’ (1939), como intentó Jorge Cuesta y Octavio Paz en esos poemas largos que venían de Paul Valery y los ‘Cuatro Cuartetos’ (1935-1942) de T.S. Eliot.

“Recuerdo que cuando leí a ‘El tigre en la casa’ –me lo recomendó Óscar Oliva en 1971– fue todo un deslumbramiento para mí, más allá de las exageraciones lo sentí muy cercano, leía por ese entonces a los ‘poetas malditos’, y llegar a él fue como leer poesía que era parte de mi familia…

“Luego llegó ‘Caza mayor’ (1979), un libro donde se sintió su madurez, para ese entonces tenía cincuenta y tantos años, respecto a los 41 de cuando publicó ‘El Tigre…’, me encantó esa combinación entre este como representante de la especie humana con los Tabernarios y eróticos, pues cabe destacar que Lizalde fue un hombre afortunado con las mujeres”.

Campos también recordó que charlar con Lizalde era “una delicia” pues era un gran conversador de cine, música, filosofía, política, un hombre extremadamente preciso en sus palabras como en sus libros. “Recuerdo que en casa de Alí Chumacero evitaban sentarnos juntos porque no parábamos de hablar”, comentó a Apro con cierto sentido del humor.

También destacó otra obra más de Lizalde: “La zorra enferma”, y una faceta poco destacada del poeta como traductor de autores clásicos del alemán, francés e italiano:

“En 1974 hice una reseña sobre ‘La zorra enferma’, él viniendo del comunismo y después volviéndose anticomunista rompió con todo eso y la zorra es una crítica, hay un poema que dice más o menos ‘el deber de todo revolucionario es impedir que todas las revoluciones lleguen a ser lo que son’. Al principio no tenía tanto afecto hacia ese volumen, pero con los años me fue ganando e incluso recuerdo que Joaquín Diez-Canedo me comentó que para él era el mejor libro de Lizalde, y sí, le fui dando la razón con los años.

“Como traductor de los clásicos es una maravilla, del francés, alemán, italiano, Eduardo tenía un oído extraordinario. Cuando me han preguntado ‘¿y a usted cuál es el traductor que más le gusta?’ sé que todos esperan que diga José Emilio Pacheco, Octavio Paz, Segovia, quienes por supuesto son excepcionales, pero a mí me gusta la traducción literal y ahí Lizalde me parece fabuloso, no solo fue un gran poeta, también un gran traductor”.

Sobre la última vez que se vieron, Campos recordó que ya tenía un tiempo de ello, pero la última vez que hablaron lo hicieron por teléfono el pasado 14 de julio con motivo del cumpleaños de ‘El Tigre’:

“Algo que siempre le agradezco es que elogiaba mi trabajo, lo cual aprecio mucho, aún más viniendo del mejor poeta vivo en lengua española, y lo digo así porque no encuentro a ningún otro con su trayectoria en los últimos diez años. Me entristece profundamente su partida, a los 93 años, nos deja en un desamparo”.

En 2019 con motivo de su 90 aniversario, la Academia Mexicana de la Lengua le rindió un acto-homenaje, en donde Lizalde dio lectura a uno de sus versos más recientes, De Senectute:

Vuela el tiempo, pájaro mayor, dicen los poetas. Envejecemos, morimos, nos degradamos, pero no es por el tiempo en que vivimos, ni el que resta, porque el tiempo no existe…   



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