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El simulacro se volvió realidad. Recordaban terremoto de 1985

Se emitió la alerta sísmica en altavoces

EN ORDEN. Como cada año lo venían haciendo los participantes en el simulacro tomaban sus posiciones, en calma, minutos antes de que se sintiera el real movimiento telúrico, la mañana de ayer.El simulacro se volvió realidad. Recordaban terremoto de 1985

Ciudad de México

Para conmemorar el terremoto del 1985, el Gobierno capitalino realizó ayer un simulacro de sismo en la Ciudad.

 En punto de las 11:00 horas, la alerta sísmica se emitió en altavoces de diversos puntos.

El ejercicio se efectúa bajo la hipótesis de un movimiento de 8.0 en escala Richter, con epicentro 28 kilómetros al suroeste de Tecpan, Guerrero.

La percepción del “terremoto” fue de 60 segundos, informó la CDMX.

Durante el ejercicio, varios edificios son evacuados.

El ejercicio es supervisado desde el C5, donde Mancera ya tiene una reunión en la Sala de Crisis.

Al lugar también arribó el director del Metro, Jorge Gaviño, así como el Secretario de Salud, Armando Ahued.

La simulación incluyó un “choque” en Abraham González y Chapultepec, en la Colonia Juárez, que dejó varios “lesionados”, quienes son atendidos por paramédicos.

En tanto, en Tlatelolco hubo altavoces que no funcionaron, por lo que pocas personas participaron en el simulacro.

Apenas el 7 de septiembre, en la Ciudad se presentó un sismo de 8.2 en escala Richter, que dejó daños a viviendas pero no heridos, lo que sí ocurrió en otros estados.

 Antes, el 6 de septiembre, la alerta sísmica dio un susto en falso a los capitalinos, pues a las 19:10 horas, el mecanismo se activó en varias colonias de la Ciudad sin que se registrara ningún sismo.

 El pasado 14 de septiembre, usuarios de redes sociales reportaron que hacia las 13:00 horas se activó la alerta sísmica en Polanco, sin que se sintiera un temblor o fuera reportado por el Servicio Sismológico Nacional.

AMENAZA VIVA

Lo que fue anunciado desde semanas atrás como un día de simulacro antisismo, como todos los años, se convirtió en algo que para la gran mayoría de la población fue una amenaza viva, real.

La misma gente que había bajado las escaleras de sus edificios con paso corto y lento en respuesta al protocolario ejercicio por el terremoto del 85, lo hizo ahora a toda prisa, cerca de hundirse en el pánico. Cuando llegaron a las zonas de seguridad, todos observaban con la respiración entrecortada el insólito movimiento de los edificios, de cables y postes, seguido por el daño de los transformadores.

Momentos después, civiles comenzaron a controlar el tráfico de la gente que quería avanzar, a como diera lugar, por las calles hacia el Metro, Metrobús o autobús para encontrar a familiares. Las líneas telefónicas y los sistemas de mensajería instantánea saturadas originaron que las redes sociales fueran las responsables de controlar el pánico o de que se incrementara, según el paradero de cada familia.

La voz común de los capitalinos en las calles era: “¡Este temblor ha sido más fuerte que el de 1985!”. Para entonces ya se habían registrado edificios derrumbados. Las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez ya estaban entre las más afectadas.

El epicentro del movimiento telúrico de este martes fue en los límites de Morelos y Puebla, a 120 km de distancia de la CDMX y no desde las costas de Michoacán. Antes fue a 15 km de profundidad y ahora a 57. Este martes, la magnitud fue de 7.1 y en 1985 de 8.1.

Los altavoces de la CDMX ya habían sonado el pasado 6 de septiembre por alerta de sismo: fue un “error humano”, por el que se disculpó Protección Civil. Un día después tembló en la costa de Chiapas, con una magnitud de 8.1 y la Ciudad de México soportó el terremoto mientras las alarmas sonaron con 40 segundos de anticipación. Chiapas y Oaxaca serían las entidades más afectadas.

Doce días después, a dos horas del simulacro de terremoto para evitar una tragedia como la del 85, se escuchó de nuevo el inquietante sonido de la alarma, pero cuando el temblor ya aterrorizaba al Valle de México.

“Sonaron las alarmas cuando ya no podía caminar”, comentó una mujer que salía de la clínica en la que trabaja en Avenida Cuauhtémoc. Como ella, decenas de personas comparten sus historias, de cómo querían salir a toda costa de los edificios, casas y tiendas, pero que no podían dominar su paso y prefirieron esperar a que todo terminara. Ambulancias y cuerpos de seguridad llegaron a las zonas más afectadas con una diferencia de entre dos y 30 minutos, pero algo es bien cierto hoy: Esta fecha, de coincidencia en la tragedia, no podrá olvidarse con facilidad.

Para las 13:20 horas, Paseo de la Reforma ya era un caos, las banquetas desbordaban, empleados con sus trajes y corbatas, a un lado de un grupo de alemanes no disimulaba el temor, mientras que en tres turistas japoneses la hinchazón y el rojo al borde de los ojos evidenciaba el llanto.  

Estacionados, autos y gente en la avenida, todos empezaban a buscar a sus familiares, las redes se saturaron y era imposible, el trinido de Whatsapp se multiplicaba, para algunos dos palomitas azules era el mayor milagro: “todo está bien”, “todo ok”, “se sintió horrible”, “estuvo peor que el pasado”.   Sin embargo, en muchos hay miedo,  llegaron los primeros rumores, “dicen que se cayeron edificios”, “dicen que fue en la Condesa”, “en La Roma”.  Muchos se acercan a escuchar las voces que salen de los autos que dan los primeros reportes.  

Poco a poco, los policías tratan de descongestionar Reforma, los autos avanzando hacia todas direcciones entre un mar de gente que espera que Protección Civil los deje entrar a su edificio, dando pie al paso de ambulancias y a una quinceañera despistada posando en el Ángel de la Independencia sin darle importancia al sismo.  

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PARTICIPAN. Personal de todas las oficinas públicas y privadas del centro capitalino abandonaban, la mañana de ayer, los edificios en el simulacro de protección llevado a cabo cada año en el día 19 de septiembre.

Llaman ignorar dañinos  rumores

>Las autoridades capitalinas y federales han pedido a la población no hacer caso ni difundir mensajes con información falsa que circula en redes sociales, donde aseguran que se prevé un “megasismo” o “megaterremoto” tras el sismo de 7.1 registrado este martes en el centro del país.

>“Alertan a los gobiernos de México y Estados Unidos a prepararse sobre la llegada de un mega terremoto que afectaría a ambos países en las siguientes 48 horas”, señala uno de los mensajes difundidos por redes y WhatsApp.

>El Servicio Sismológico Nacional (SSN) advirtió que “ningún método o tecnología actual permite conocer cuándo ocurrirán. Los sismos no se pueden predecir”.

>Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, señaló que aunque “si bien puede haber réplicas, los sismos NO se pueden predecir”.

>Advirtió que “en redes se está propagando el rumor de otro gran sismo” y pidió a la población no generar rumores y estar atenta a la información de cuentas oficiales y de las autoridades.






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