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Osorio Chong, ¿vive para rentar?

Lo único que me queda claro es algo: que los funcionarios públicos mexicanos son excelentes para administrar sus propios gastos. ¡Viera usted cómo les rinde el dinero que lícitamente ganan por su trabajo!

Todavía queda por explicar por qué ese maravilloso don no se traslada de inmediato a los recursos de la nación que ellos administran y que siempre, siempre falta para garantizar los derechos de todos. En fin. 

Muestra de esto último es la casa que habitó y otra que habita Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación (o Gobernachong, como le dicen). Lo acaba de publicar la revista “Proceso” con su correspondiente negación —que no niega— del funcionario público. También las que tiene Luis Enrique Miranda, subsecretario de Gobernación y uno de los amigos más cercanos del Presidente. 

Osorio Chong, ¿vive para rentar?

Osorio habitó una casa en Bosques de Las Lomas que dejó el año pasado valuada en unos 60 millones de pesos; luego se pasó a una en Paseo de las Palmas que cuesta menos: unos 52. Ambos son datos de la revista, hechos por un valuador independiente. 

Ya nos dijo, respire tranquilo, que ninguna de esas casas es suya ni de ningún familiar. Las renta. Ahhh, ok. (La revista insiste que su esposa, Laura Vargas, sí hizo al menos un intento de comprar esta última). 

Digamos que le creemos a Osorio Chong. ¿Cómo en cuánto se renta una casa en esos lugares? 

Una sencilla investigación en metroscubicos.com de un lugar como el descrito por la investigación da un promedio de, mínimo, 6 mil dólares mensuales, es decir, unos 90 mil pesos a unos 12 mil dólares, es decir 180 mil. Suponemos que debe pagar una renta de mercado porque si no sería conflicto de interés claro, ¿verdad? 

¿Cuánto gana el secretario? Según el portal de transparencia, 32 mil 813 pesos con 14 centavos más la “compensación garantizada” de 172 mil 308, es decir, ya libre de impuesto en “neto”, 139 mil 617 pesos. No le alcanza si lo paga él solito. 

Claro, tiene una esposa que trabaja y que es funcionaria pública, la directora del DIF. Laura Vargas gana 23 mil pesos en salario, más la compensación de 166 mil y un neto de 131 mil 959 pesos. Es decir, ganan casi lo mismo; él sólo 8 mil pesos más. 

En total, pues, el matrimonio ganaría 271 mil 576 pesos al mes y ahí sí les alcanza. Depende de cuánto pagan de renta los dejaría con 181 mil pesos para terminar el mes o bien 110 mil. 

Si es una renta grande, grosso modo la mitad de sus sueldos, pero sí les alcanzaría. Claro hay que sumar muchas más cosas: colegiaturas, gastos de la casa, vestimenta, etc., de ahorro y dejar un patrimonio, ni hablar. Parece una pésima decisión, pero es posible. Imposible sí sería que mantuviera ambas casas como infiere el reportaje. 

Ahora, la cosa se complica. Lo que genera el deporte nacional del sospechosismo es que el dueño de ambas casas —fíjese qué raro es un mismo personaje—: Carlos Aniano Sosa Velasco, quien es… ¿qué cree? Sí, proveedor estrella del gobierno de Hidalgo en tiempos de Osorio Chong y ahora también en el gobierno federal. 

Un empresario que además, por el mismo reportaje, a pesar de tener millones de ganancia por distintas empresas, no tiene ni un portal abierto de internet y recibe documentación para sus empresas en lugares muy raros como una casa deshabitada. Algo que sin duda debe alertar a la secretaria de Hacienda, ¿a poco no? 

Digo, porque sus empresas, Construcciones Sky Universal y Grupo Constructor Tulancingo, obtuvieron contratos por algo así como mil 400 millones de pesos… 

El caso de Luis Enrique Miranda es inexplicable hasta donde tenemos información. Él, quien fue secretario de Gobierno con Enrique Peña Nieto y ahora es subsecretario de Gobernación encargado de lidiar con los maestros de la CETEG, habría reconocido tener sólo 33 inmuebles en otro momento. No lo sabemos porque su declaración patrimonial está sellada. El último dato es que su esposa, Alma Laura Saldaña, compró un terreno en el que construirían su casa, sí, claro, también en Las Lomas. Un terrenito de mil 693 metros cuyo precio de mercado sería de 50 millones y por el que la señora pagó 29 millones 700 mil pesos. 

“Por sus casas los conoceréis”, parece ser la frase para este gobierno.