• El PAN y sus expresidentes • ¿Regresará Aristegui?

No cabe duda que en el PAN son cero rencorosos. No son como en el PRI que, cuando Porfirio Muñoz Ledo se fue a fundar otro partido, bajaron su retrato del Salón Presidentes y hasta lo perdieron. 

En el salón de plenos de su Comité Ejecutivo Nacional, a un lado, está una hilera de retratos de los presidentes que ha tenido el partido, desde Manuel Gómez Morín hasta César Nava. Son 19 y aunque ¡uno de cada tres! (aunque suene a slogan de campaña) dejó Acción Nacional y siguen ahí, colgados de la pared. 

Son éstos: 

Raúl Jaime González Schmal fue dirigente interino en diciembre de 1975. Renunció a su militancia en 1978 después de 30 años de pertenecer a ese partido. Efraín González Morfín fue otro de los ex dirigentes que renunciaron a su partido ese año. Tanto González Schmal como González Morfín lo dejaron argumentando que había una “falta de identidad panista” de militantes de recién ingreso. Consideraban que el partido se convertía en instrumento de empresarios, del Grupo Monterrey en particular. 

En 1992, tanto Pablo Emilio Madero como José González Torres, integrantes del Foro Democrático, renunciaron a su militancia. En su carta para exponer sus algunos de sus motivos denunciaron “indebido y antidemocrático acercamiento con el gobierno y apoyo abierto a la política estatal; injerencia creciente de los empresarios en la vida del partido y autoritarismo interno, burocratización del partido e intransigencia con los grupos y opiniones divergentes”. 

El 28 de abril de 1998, luego de 31 años de militancia, renunció Carlos Castillo Peraza tras una serie de distanciamientos con su sucesor y pupilo: Felipe Calderón Hinojosa. 

El último expresidente que se ha ido es Manuel Espino Barrientos, hoy es candidato a diputado plurinominal por Movimiento Ciudadano. 

Y de los Presidentes emanados del partido, hay una deserción del 50%. Sólo son dos, Felipe Calderón y Vicente Fox, el último se fue de manera muy clara cuando pidió el voto para Peña Nieto… y sí, su retrato sigue colgado del hall de la entrada. 

De nuevo, Carmen Aristegui podría hacer historia en México. El juez Fernando Silva García, ayer, le concedió a la periodista una suspensión definitiva a su favor en el conflicto que tiene con MVS. Hoy, aún más interesante, se podrían dictar “medidas cautelares” como que podría regresar al aire mientras el conflicto con MVS se dirime en tribunales. 

¿Qué significa esto? Bueno, que por primera vez una periodista podría estar al aire —haciendo válido su contrato— aún en contra de la decisión de los dueños de la estación y los concesionarios legítimos, mientras dura el proceso. Es uno de los panoramas que podrían darse. 

Felipe Calderón está en campaña. Lo mismo viaja en Metro o en microbús. Recorre el país, haciendo campaña para el PAN, y cree que hay un candidato que representa un peligro para la comunidad. 

—Yo lo que he visto en América Latina es que esas opciones caudillistas, populistas, siempre terminan mal, siempre terminan en gobiernos autoritarios, poco transparentes, y opresores. Cómo surge alguien como Chávez, cómo surge alguien como Evo Morales, estos perfiles mandan al diablo a las instituciones y tienen cierto carisma y terminan siendo gobiernos muy personalistas, muy dictatoriales, muy ineficientes y eso me preocupa, que esta alternativa pueda crecer en un ambiente de cansancio respecto a las alternativas políticas existentes. 

¿Verdad que a uno lo deja con un déjà vu del 2006? 

No, no está criticando la campaña adelantada de López Obrador sino lo que podría ser (dados los calificativos) su versión regia: Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien, como candidato independiente, ha dado la sorpresa y está en la pelea para ganar la gubernatura de Nuevo León. 

Calderón siguió: 

—Efectivamente el señor es “Bronco”, y esto de bronco me da totalmente la idea contraria a las cosas que yo creo de institucionalidad, de legalidad, de estado de derecho, de transparencia. Me da la idea de violencia, incluso de violencia hasta doméstica, violencia de otro tipo, criminal, en fin, no me late simplemente. 

Ayer, desde un foro que organizó la Canaco en Monterrey, “El Bronco” respondió: 

—Yo creo que Calderón estaba todavía crudo o pedo, yo no tengo nada que ver con Chávez. 

Ayer el Comité para la Investigación de Incidentes Relevantes del Metro capitalino dio a conocer su dictamen respecto al choque de dos trenes registrado la semana pasada en la estación Oceanía. 

Tal y como lo adelantó desde la semana pasada Miguel Ángel Mancera, el resultado oficial es que fue un error humano… y doble. 

Por un lado del conductor del tren 05, conducido por Fernando Rosales y por otro por el regulador, quien no debe permitir la salida un tren hasta que el siguiente abandone la estación destino. 

Esta versión contrasta con las declaraciones del propio Rosales y Rodrigo Pascual (quien conducía el tren 04, el que sufrió el impacto), quienes coinciden en que al momento del accidente, no se contaba con comunicación con el Puesto Central de Control de Metro. 

Rodrigo Pascual pidió corte de energía por un artefacto ubicado en vías y Rosales lo solicitó ante las condiciones climatológicas que provocaron el deslizamiento del tren y la cercanía con el otro convoy. Ninguno de los dos obtuvo respuesta. 

En el caso de Rosales, declaró en entrevista con Ciro Gómez Leyva que debido a la fuerte lluvia en el tramo Terminal Aérea-Oceanía, era deficiente la visibilidad y el parabrisas de su tren no funcionaba. 

A eso súmele que el tren 05, el que falló, era de los que presuntamente han sido “recuperados” por el Metro, los cuales fueron reacondicionados con piezas adquiridas con el aumento a la tarifa. 

Donde sí no respetan a sus antepasados partidistas es en el PAN de Guadalajara, donde decidieron expulsar a Emilio González Márquez. Sí, el exgobernador de Jalisco más célebre por sus escándalos que por sus acciones de gobierno. 

Tomaron la decisión y en automático quitaron su foto de la galería así como su nombre grabado en una plaquita en la sede del PAN local donde están los nombres de los alcaldes panistas. 

La expulsión se tomó ante los reclamos de candidatos panistas por el apoyo que Márquez da a Enrique Alfaro, candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Guadalajara.    

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