Leyendas macabras de reynosa
Reynosa también tiene relatos sobrenaturales, hay muchos fantasmas entre su historia y hoy les compartimos algunas historias macabras…
EL FANTASMA DE LA QUINCEAÑERA
Personal del panteón comenta que hace tiempo, uno de los guardias de seguridad pidió su renuncia luego de haber tenido una desagradable experiencia con este ente. “Estaba haciendo su rondín de vigilancia- explica- cuando al llegar a los límites del cementerio con el canal Rodhe y el Panteón Español, sintió que una mano helada lo tocaba por la espalda, cuando volteó vio a la quinceañera que le pidió bailar, el trabajador salió despavorido, el resto de la noche la pasó encerrado en la oficina y al día siguiente presentó su renuncia”.
Reynosa, a la par de su actividad maquiladora, es famoso también por su agricultura y ganadería y son interminables las historias de actividad paranormal en ranchos, quizás de los relatos más recurrentes sean los de los animales fantasma. Se cuenta que en ciertas brechas cuando uno anda a pie puede topar con animales fantasmagóricos que tienen una conducta extraña, desde caballos, cerdos y cabras, hasta coyotes, jabalíes y aves, estos seres aparecen y desaparecen siempre en el mismo lugar de manera extraña. Cuentan los rancheros que su presencia indica que hay oro enterrado en ese lugar. Hace mucho tiempo unos trabajadores escucharon sobre una “marrana” que se aparecía en la brecha de un rancho a la salida de Reynosa, fueron a cavar ahí en busca de algún tesoro y cuando finalmente la pala tocó un cofre, en ese justo instante un cerdo de gran tamaño los embistió, los hombres huyeron despavoridos y al día siguiente el dueño del rancho encontró la pala y un talache tirados, al final el dueño fue quién extrajo el cofre con monedas de oro y el animal nunca se volvió a ver.
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Hace muchos años el Panteón Municipal se encontraba en los terrenos que hoy ocupa el hospital del ISSSTE. En 1944 se trasladó al Guadalupano, frente al Parque de Béisbol Adolfo López Mateos.
Desde entonces, cuando se efectuó el cambio de uso de suelo y se construyó el complejo médico, empezaron a circundar historias de fantasmas, la más popular tiene que ver con un hombre de avanzada edad que se pasea por los jardines posteriores, camina con la mirada perdida sin mencionar palabra y repentinamente se desvanece.
Una más tiene que ver con una enfermera muy conocida y querida que súbitamente falleció y dicen que su alma anda penando por los pasillos, asustando pacientes y al personal.
“De repente se aparece frente a enfermos o bien les mueve la cama, pero nunca ha pasado de eso”. El hospital del Seguro Social tampoco es ajeno a estos sucesos paranormales incomprensibles. Una historia alude a un anciano que iba a visitar a su hijo internado en el IMSS, pero lamentablemente fue atropellado enfrente a la Institución y no pudo llegar a su cita. Tiempo después de su muerte, hay personas que juran haberlo visto, afirman que este ancianito muerto, se aparece por los pasillos del hospital o en los patios preguntando por su hijo.
LA CASA DEL EXORCISMO
Anécdota de Alberto San Miguel:
“Hace 3 años como de costumbre, todos los días visitaba a mi novia a su casa y por lo regular regresaba a medianoche caminando por la misma ruta de siempre y por bien conocida la calle Elías Piña. Cuatro cuadras antes de llegar a mi casa alcanzaba a escuchar gritos y ruidos muy extraños que cuanto más me acercaba al final de la esquina más fuertes y claros eran las voces, la primera vez pensé que solo se trataba de alguien que estaba jugando dentro de algunas de las casas, pero después de la segunda vez lo dude y por curiosidad presté atención a lo que decían, acercándome poco a poco al lugar del que provenían esas voces, sin duda escuché una voz muy fuerte gritando demasiadas groserías y por miedo mejor decidí pasar lo más rápido que pude. Así que me quedé con la intriga de saber cuál era la casa. No había noche que pasara sin escuchar los mismos gritos, así que llegue a la conclusión de que se trataba de algún tipo de evento endemoniado y como tenía que pasar a diario por esos lugares, procure no pensar en ello.
Hasta que un día caminé por el otro lado de la calle y de pronto comencé a escuchar un tipo de ritual, acercándome al sitio hasta que con claridad escuché que repetían: ¡Abandona este cuerpo demonio!, ¿Quién eres?, ¡Dime tu nombre!, ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de este cuerpo!... de pronto escuché la misma voz de hombre gritando maldiciones. En ese momento me di cuenta de que estaba parado frente a la casa rosita donde prácticamente estaban llevando a cabo un exorcismo, la piel se me puso chinita de miedo, me fui corriendo a mi casa. Fue entonces cuando me di cuenta de dónde provenían aquellos ruidos de miedo, y después de esa noche pasaba corriendo para evitar escucharlos. A los pocos meses la casa del exorcismo la pusieron en venta y ya no supe nada más de los gritos”.