Paulina Rubio canta con su hijo Andrea Nicolás
Rubio dice que aunque está abierta a cuestiones del amor, por ahora su corazón lo ocupan sus dos pequeños.
El corazón de Paulina Rubio late, de momento, sólo por sus hijos. Y de ellos nutre toda su vida la personal y hasta la artística.
Paulina acaba de lanzar su disco Deseo, el primero en siete años. En él, hay duetos con Morat, Juan Magán, Nacho y Alexis & Fido. También una colaboración de ensueño, que jamás planeó, fue con Andrea Nicolás, el mayor de sus dos amores.
"Nico (fruto de su relación con el español Nicolás Vallejo-Nágera) se puso a cantar en 'Cuánto te Quiero'. El otro (Eros, procreado con Gerardo Bazúa) tiene 2 años y también hace coros, nada más que no se le entiende nada.
"Fue muy natural. No lo planeamos. De repente me fui al baño y se puso a cantar. 'Ay, cantas súper bien'. '¿Mamá, puedo?' 'A ver, sí, grábale'. Y se quedó lo que hizo. A él le gusta, pero yo no insisto mucho. Los apoyo", menciona, orgullosa y feliz "La Chica Dorada".
Ausente desde 2011 (cuando lanzó Brava!) de la mesa de novedades de las tiendas de discos, la mexicana asegura haber estado preparado con mucha calma y sin prisas su regreso.
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Deseo muestra a una Rubio que mezcla el pop de la casa con cajones flamencos, bajos de cumbias, ritmos urbanos, letras de amor, desamor y empoderamiento femenino.
En todo este tiempo de espera, además, ha estado en charlas incluso para una bioserie, al estilo de la de Luis Miguel.
"Se está platicando. Mi agencia tiene varios proyectos en puerta. Estamos haciendo muchísimas reuniones, estudiando bien las mejores oportunidades para mis canciones, para mis conciertos, para mí. Es un momento donde estoy cosechando", explica.
En cuanto a lo privado, sufrió una ruptura amorosa hace poco con Bazúa, con quien estuvo cinco años. Uno de sus nuevos temas, "Hoy Eres Ayer", podría leerse como mandado a hacer para su situación.
"Estoy realizada, me siento muy bien en mi piel", ataja sobre el tema.
Rubio admite que actualmente la mayor parte de su corazón está ocupada por Nicolás y Eros. Pero agrega que está abierta a lo que le traiga el destino en cuestiones amorosas.
"Hay espacio, pero sobre todo es necesario tiempo. Hay que darle tiempo al tiempo", sentencia.
Una de sus mayores preocupaciones, y su principal ocupación, es educar a sus hijos en un mundo cada vez complicado.
"Soy fuerte, pero las mujeres fuertes somos de corazón. Una mujer fuerte también es cándida, también enseña valores a sus niños para que se enfrenten a cualquier adversidad. Mis hijos son muy juiciosos, bondadosos, cariñosos, entregados, compartidos", comparte.