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Se acercan los migrantes

Mientras el Presidente de Estados Unidos Donald Trump aseguró tomar drásticas medidas en contra de los migrantes que se atrevan a agredir al ejercito de los Estados Unidos, la futura Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que van a otorgar hasta un millón de visas de trabajo temporales para los migrantes provenientes del Triángulo Norte de Centro América.

Olga Sánchez Cordero destacó que el próximo gobierno atenderá el tema migratorio con una política de respeto absoluto a los Derechos Humanos, algo según ella totalmente opuesto a lo que actualmente se vive en el gobierno de Peña Nieto.

Se acercan los migrantes

Ya no sé qué es más alarmante, si la anuencia del gobierno con el tema migratorio o la indiferencia de los mexicanos ante los problemas que sufre nuestro país.

Definitivamente la señora no vive en Tamaulipas, la seguridad que el gobierno de México le ha proporcionado durante tantos años no le permite ver con claridad el riesgo que representa para los tamaulipecos esta caravana de migrantes.

Muchos mexicanos quisiéramos saber dónde está el respeto del Gobierno de la Cuarta Transformación por las leyes migratorias mexicanas, por la Soberanía Nacional y por todos aquellos que pagamos impuestos.

Como ejemplo veamos algunas cifras, más de 109,000 mexicanos fueron deportados desde Estados Unidos en los primeros seis meses de 2018, según la información de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación de México.

La cifra representa un aumento dramático de los retornos de mexicanos respecto al mismo periodo de 2017, estos compatriotas fueron en busca del “sueño americano” dejando su tierra y su familia con tal de tener un futuro mejor… está de más mencionar que no tuvieron éxito en el intento,  y ellos también quieren saber si les darán trabajo y podrán re hacer su vida en su país y con los suyos.

El 50% de todos aquellos mexicanos y no mexicanos que son deportados de los Estados Unidos lo hacen por el estado de Tamaulipas, un porcentaje alarmante, más aun si consideramos que muchos de ellos no regresan a su lugar de origen.

Como un dato que confirma esta situación, les comento que casi el 50% de la población de Nuevo Laredo no es originaria de Tamaulipas, principalmente  provienen de Veracruz, Oaxaca, así como un buen número de centroamericanos.

Yo no soy partidaria del gobierno Republicano, mucho menos de Trump, un presidente que se dice y se desdice –como próximamente tendremos el nuestro; sin embargo entiendo su preocupación ante la amenaza de la entrada ilegal y masiva de más de diez mil centroamericanos; lógicamente no todos podrán conseguir el trabajo ideal y se pueden convertir en delincuentes.

Trump no esta tan equivocado, pues en la caravana de migrantes ya encontraron a dos presuntos homicidas que venían huyendo de su país e intentaban pasar desapercibidos entre la muchedumbre, su mala suerte no les permitió realizar sus planes.

En Tamaulipas, oficialmente no hay ninguna postura por parte del gobierno del estado respecto al tema, hasta donde tengo entendido el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ha solicitado un diagnóstico preciso del problema antes de dar alguna declaración que pueda resultar contraproducente.

Delegados del gobierno federal, Secretarios del Estado y funcionarios municipales han tenido reuniones para conocer a fondo el conflicto, que es mucho mayor de lo que imaginamos: se tiene que prever  primeramente el tamaño del contingente para designar albergues, elementos de protección civil, policía federal, derechos humanos y hasta sector salud para hacer frente a la situación, sin embargo para todos ellos se requiere presupuesto.

Aunque nadie lo menciona la crisis de la seguridad no es el inconveniente más grave, tristemente Derechos Humanos no tiene idea de lo que una epidemia de salud puede costar a México, finalmente cada país tiene su cartilla de salud y enfermedades ya erradicadas, mismas que sin ser detectadas pueden regresar.

Después de todo este análisis sería pertinente enterar a Olga Sánchez Cordero de todas las solicitudes de empleo de tamaulipecos que no encuentran trabajo, de todos aquellos que han tenido que cerrar sus negocios por la inseguridad y la falta de circulante, de la carencia en la atención médica y de la interminable lista de desaparecidos; quizás entonces pudieran darse cuenta que se han convertido en candil de la calle y oscuridad de su casa.