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Quién es quién

Se opusieron al recorte de un 50 por ciento del financiamiento PRI, PAN, PRD, PVEM, PT y MC, sin siquiera explicar por qué. Ya después, algunos voceros de 'la autoridad electoral' salieron a escena para dar a conocer las razones

Ayer, el Instituto Nacional Electoral dio a conocer que su Consejo General determinó el monto total que recibirán los partidos políticos nacionales y las candidaturas independientes para el ejercicio 2021, el cual asciende a 7,200 millones de pesos, que se distribuyen de la siguiente forma: sostenimiento de actividades ordinarias permanentes, $5,250,952,127; gastos de campaña para Partidos Políticos Nacionales, $1,575,285,638; gastos de campaña para el conjunto de Candidaturas Independientes, $31,505,713; actividades específicas, $157,528,564; franquicias postal y telegráfica, 210,731,594.

De esta manera, en plena pandemia y afectaciones a la economía nacional por el confinamiento y cierre de empresas, el financiamiento oficial a los partidos políticos sigue siendo más alto en México que en los países más avanzados, con el agravante de que los resultados de los procesos comiciales son de siempre altamente cuestionables y plagados de irregularidades toleradas por la autoridad comicial. A estos fondos habrá que agregar los altísimos recursos que se destinan a financiar un aparado desfasado.

Quién es quién

Un artículo publicado por la revista The Economist califica a las elecciones de la India como uno de los procesos más limpios y eficientes del mundo. En términos generales, el costo por elector estimado en ese país es de seis dólares, casi la mitad que el estimado de trece dólares para México. Así mismo, destaca que, el gasto de los partidos políticos en México resulta excesivo en relación a Alemania, que financia públicamente a sus candidatos y no ha tenido ningún cuestionamiento sobre sus elecciones.

A finales del año pasado, cuando ya se veían venir los problemas provocados por el Coronavirus y los empeños desestabilizadores de algunas fuerzas políticas, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa con el propósito de reducir los montos de dinero público destinados a financiar a los partidos políticos; pero, se desató una feroz resistencia, especialmente de los tres grandes que han dominado la escena política nacional, a los que se adhirieron los satélites de siempre.

El balotaje quedó 274 votos a favor, 207 en contra y 0 abstenciones, por lo que no se logró alcanzar la mayoría calificada para sacar adelante el dictamen que reformaría el artículo 41 de la Constitución, en materia de reducción de financiamiento público otorgado a los partidos políticos, por lo que se desechó. Se opusieron al recorte de un 50 por ciento del financiamiento PRI, PAN, PRD, PVEM, PT y MC, sin siquiera explicar por qué. Ya después, algunos voceros de 'la autoridad electoral' salieron a escena para dar a conocer las razones.

Dijo el ínclito Noe Murayama, que: "No puede haber una reducción de financiamiento público a los partidos políticos por el clima de inseguridad que priva en el país y por la innegable presencia de grupos de poder fáctico como el que se perciben en todo México. Si se castiga el financiamiento y peor aún si se abre la compra y venta otra vez de publicidad electoral en radio y televisión, podemos estar en el peor de los mundos posibles: partidos sin recursos y con la necesidad de grandes cantidades de dinero; eso es abrir la puerta a lo que no deseamos”. Reconoce la presencia de mafias de poder fáctico.

Si se toma en cuenta que poder fáctico es un vocablo de significación universal y que existe un consenso para designar a los medios de comunicación, sindicatos, el Ejército, la Iglesia, diversos organismos empresariales, los partidos políticos, las movilizaciones de protesta, los vendedores ambulantes e incluso, a los 'franeleros', dentro de esa definición; en México a partir de las elecciones presidenciales del 2006 y su consecuente conflicto postelectoral, se dio el acuerdo tácito de identificar como tales poderes a organizaciones de la cúpula empresarial, principalmente a las televisoras privadas.

Y, al paso de la carreta, se han incorporado otras organizaciones con auténtico poder, cuando menos hasta hace poco, como son los organismos de la sociedad civil, que, inclusive, reciben financiamiento público; los órganos autónomos del Estado mexicano, que también reciben fondos públicos de los que no quieren dar cuenta confundiendo la autonomía con la autarquía sin posibilidad alguna de sobrevivir por sí mismos pues hasta el momento no han contribuido a consolidar la eficacia de las instituciones.

Murayama y el resto de los consejeros justifican los altísimos recursos que se destinan al sostenimiento de los partidos políticos alegando que sino reciben fondos del erario los recibirán de otras fuentes no confiables y, sin mencionarla, hacen referencia a la delincuencia organizada, que podría canalizar enormes sumas de dinero para promover a partidos políticos y candidaturas que les fueran afines.

Nomás que, bien mirada la situación, hasta el momento la delincuencia organizada no está lejos de la política ni de las instituciones encargadas de promover la democracia. Los delincuentes que han sumido al país en un abismo por sus truhanerías, muchas de las cuales han salido a flote y ocupan actualmente los espacios noticiosos, vienen y provienen de los partidos políticos que se opusieron al recorte del presupuesto y que se han amafiado para saquear los recursos del país y deteriorar a sus instituciones.

Contradiciendo a Murayama, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, manifestó que: "Quiero ser muy responsable con lo que quiero decir porque no se trata de simplificar las cosas ni minimizarlas, ni tampoco hacer amarillismo al respecto. Yo creo que hay que ser muy responsables. La experiencia que el IFE ha tenido, y ahora el INE, es que a la delincuencia organizada no le gustan tanto los reflectores. Las elecciones traen muchos reflectores. Más bien no se meten, y menos con una elección federal". Si la delincuencia no se mete, entonces los poderes fácticos que deciden son distintos.

Son los partidos políticos que han opuesto una feroz resistencia al cambio; los que entregaron el poder a los gobiernos que han llevado a la bancarrota al país que exportó 3 y medio millones de barriles diarios de petróleo y recibió carretadas de dólares; son los que crearon la Estafa Maestra y los acuerdos cupulares para saquear al Estado mexicano y dejar en el más absoluto desamparo a millones de mexicanos que en este momento luchan por sobrevivir; son los que han vivido del cuento y de la rapiña.

El partido que promovió la iniciativa de recortar los privilegios partidarios devolvió el 50 por ciento de las participaciones que le otorgó el INE y siguió avanzando en las preferencias electorales.

Así que, quién es quién.