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Pinocho y la indiferencia

Se atribuye a varios autores la idea de que el mal no está en lo que hacen los malos, sino en lo que dejan de hacer los buenos. De quien sea, indudablemente que es una frase certera, por cuanto es más perjudicial la apatía de la gente de bien que lo hecho por quienes buscan beneficiarse con el daño ajeno, como es en caso de los agraciados con la reforma energética que cedió los recurso naturales del país y va por el fracking.

Recién acaba de soltar de su ronco pecho Héctor Moreira (de Coahuila, ya se imagina el respetable), titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que: “No utilizar la técnica de fractura hidráulica para la extracción de los recursos no convencionales, representaría para México pérdidas del orden del 48.1% de su reserva, el equivalente a 66 mil 600 millones de barriles de petróleo crudo. Decir no al fracking es renunciar a la mitad de las reservas del país”. De plano, vio este señor a los aborígenes con plumas.

Pinocho y la indiferencia

Esa colosal mentira, casi del tamaño del mundo, viene a unirse a la del impresentable Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, quien dijo que si México no explota el gas shale del subsuelo del noreste, ese recurso será extraído por las empresas del lado americano, haciendo al país y a los paisanos más dependientes, porque entonces el energético que no se quizá sacar con fracking, será comprado a las petroleras de allá. Puro Pinocho.

A principios de año, el Diario de España, ante la renuencia de los medios regionales a tratar el tema, publicó un estudio por medio del cual da a conocer los efectos de la técnica extractiva de gas con fractura subterránea. Dice que: “Ahora es cada vez más evidente que las actividades relacionadas con la tecnología de fracturación hidráulica causan terremotos. Un nuevo estudio de la Southern Methodist University, ubicada en Dallas, y publicado en noviembre, indica que esta avalancha de temblores en el norte de Texas se está produciendo en fallas que han estado inactivas durante al menos 300 millones de años. El experto ha utilizado un método analítico diferente al de estudios publicados con anterioridad y que precisamente confirma las conclusiones e indica que estos movimientos sísmicos son consecuencia de la actividad humana”.

Además de los temblores, el fracking produce un gasto exorbitante de agua, severa contaminación de los mantos freáticos, de suelos y de aire, porque no se puede tener un control absoluto de los fluidos utilizados para el bombardeo de rocas porosas, ni del gas que liberan o los lixiviados que van a parar a los cuerpos y corrientes de agua cercanos. Dado que se trabaja a enormes profundidades, no existe control de nada.

Por ello, Bulgaria, Escocia, Gales, Holanda, Alemania, Francia y España en Europa, han prohibido el fracking. Lo mismo en Brasil Paraguay, Argentina y Uruguay en la AL y Maryland, Florida, New York, New Jersey, Pennsylvania y Delaware en los Estados Unidos y Quebec, en Canadá, mientras otros se encuentran en periodo de observación.

En México, Los diputados de San Luis Potosí se comprometieron a que se emita un pronunciamiento y un exhorto a los gobiernos estatal y federal en contra de la técnica de perforación que, de acuerdo con información que fue divulgada en días pasados se planea utilizar en la comarca. Por su parte, el gobernador Juan Manuel Carreras dio a conocer el oficio remitido por el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, en el que éste asegura que no se contempla esa técnica en el proyecto actualmente vigente.

De esta manera, los pobladores de municipios de la Huasteca y de localidades rurales de la capital potosina que se manifestaron y marcharon hasta el Congreso del Estado para exigir a los diputados intervenir en contra de cualquier proyecto de fracking para la explotación de hidrocarburos que esté previsto para ser operado en la entidad y muy particularmente en aquella región, donde se ubica uno de los más importantes complejos turísticos del país por su hermoso sistema de ríos, cascadas y cañones, lograron que la región quedar libre de ese flagelo y rescataron sus riquezas naturales.

Cosa que no ocurre en el norte de Tamaulipas ni la costa del Golfo de México, donde se tienen proyectos para la explotación del gas de lutitas, según previsiones de la Sener, sin que nadie se manifieste en contra, no obstante que grave deterioro que habrá de sufrir una comarca absolutamente dependiente del agua para consumo humano.

Cuando la escasez de agua para beber ha provocado constantes manifestaciones de gente inconforme; cuando está en riesgo la producción alimentaria para los bajos niveles de los mantos freáticos y los caudales del río Bravo, con el agravante de que los operadores de la presa El Cuchillo han señalado que no podrán cumplir con la cuota de agua  que deben a Tamaulipas, la amenaza del fracking se cierne ominosa, sin que las organizaciones sociales o las instancias oficiales saquen la cabeza del agujero.

Por ello, el daño no lo ocasionan los malos; sino, la apatía de los buenos.