‘Nuntii fallaces’

Dos hechos concretos dan idea de la gran influencia que tienen en la vida del hombre moderno las noticias falsas, conocidas como ‘fake news’, que emiten las redes sociales; pero, que también han penetrado algunos medios masivos importantes que gozaron de un gran prestigio por su rigor informativo: que el Diccionario Oxford de lengua inglesa tomara a ‘post true’ como la palabra del 2016 y lo dicho por el Papa Francisco.

Al anunciar al Papa el tema para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que habrá de celebrarse el 13 de mayo de 2018: “La verdad os hará libres. Noticias falsas y periodismo de paz”, puso el dedo en la llaga que supura el espeso humor de la mentira como arma perversa de confusión con fines de control político que tanto daño ha hecho y está haciendo en estos días en prácticamente todos los confines del planeta donde grupos de élite buscar afianzar y acrecentar su dominio.

Como noticias falsas por lo general pueden clasificarse: informaciones erróneas o fabricadas difundidas para sembrar algún mensaje político; reportes de supuestos acontecimientos a partir de declaraciones o de datos no confirmados, y noticias de corte satírico en que no se aclara su naturaleza, permitiendo que exista confusión,

Su uso se ha vuelto tan común que durante 2017 el término de ‘noticias falsas’ ha adquirido un nuevo uso: gobiernos y funcionarios alrededor del mundo lo emplean para descartar reportes que no los favorecen o para desviar la atención del público.

El uso de las ‘fake news’ es tan nuevo como el boom de las redes sociales a través de la Internet. El presidente Bush las utilizó para justificar la invasión de Irak con el falso propósito de eliminar las armas de destrucción masiva que tenía acumuladas Sadam Husein, quien, finalmente, resultó un dictador duro con su pueblo, pero un cordero frente a las fuerzas enemigas que encontraron una pobre resistencia en la invasión.

Casos relevantes recientes, son el voto inducido a favor del Brexit en la Gran Bretaña y las elecciones en que Donald Trump ganó a la favorita Hilary Clinton, además del proceso de destitución en contra de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y el triunfo de Mauricio Macri en Argentina. Aquí fue exitosa la ‘fake news’ de peligro para México. Cuando los medios, presuntamente serios y profesionales, hacen el caldo gordo a las noticias falsas difundidas a través del espacio cibernético, están faltando a la ética.

Es por ello que el Papa Francisco ha expresado que: “Las informaciones infundadas contribuyen a generar y alimentar una fuerte polarización de las opiniones; por ello, la Iglesia propone una reflexión sobre las causas, la lógica y las consecuencias de la desinformación en los medios de comunicación, además de promover un periodismo profesional y de paz que fomente el entendimiento entre las personas”. Va al grano.

La propuesta del pontífice cobra una mayor relevancia en los momentos en que el mundo parece acercarse inexorablemente a su propia destrucción por acciones y por palabras pronunciadas por los líderes de las naciones que tienen elevada capacidad destructiva, que lanzan amenazas a diestra y siniestra, como si jugar con el destino de la humanidad fuera diversión de niños. Es un llamado a la cordura y a la ponderación.

El impacto de las noticias falsas ha llegado a tal magnitud que algunos de los sitios más importantes han empezado a tomar medidas de remediación. Por ejemplo, Facebook ideó anexar a los artículos que publica un apartado denominado ‘notas relacionadas’ en las que brinda una mayor información, provenientes de fuentes diversas, en que se trata el mismo tema, de tal suerte que el usuario pueda tener posibilidades de confirmar lo que se dice originalmente, haciendo confrontación.

La misma Universidad Oxford, que designó a ‘post true’ como la palabra 2016, dice que: "Aunque la mayoría de las plataformas de medios sociales son diseñadas y dirigidas por corporaciones basadas en Estados Unidos, los mensajes llegan a todo tipo de público gracias a una serie de actores internacionales capacitados para usar esa información y avanzar en agendas políticas", en estudio realizado por Philip J. Howard, coautor del informe: Ejércitos, trolls y alborotadores: un inventario mundial de manipulación organizada de medios sociales, que ha tenido un gran impacto.

De ahí la trascendencia de que la Iglesia Católica vaya a tratar este tema durante su Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, a celebrarse el próximo mayo.