Editoriales > ANÁLISIS

Motivos de júbilo

En apoyo a estas declaraciones, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, expresó que la recuperación económica de México dependerá en gran medida de la economía estadounidense, además del proceso de vacunación en el país

No ha mucho que el Fondo Monetario Internacional reconoció el gran acierto del gobierno de México al evitar la contratación de deuda para salvar los negocios tronados de los empresarios chambones acostumbrados a vivir del presupuesto; ahora, vistos los resultados y las medidas que se han adoptado para afrontar la triple crisis del fin del liberalismo, la resistencia al cambio y la pandemia, han aceptado elevar el augurio de crecimiento de la economía nacional y situarlo en 4.3 %.

En el comunicado en que da a conocer el pronóstico de crecimiento global, expone que revisó sus expectativas del Producto Interno Bruto de México, y pronostica que nuestro país podría crecer 4.3% en 2021, luego de que con anterioridad los analistas habían pronosticado que éste sería de un 3.5%. Subraya que las políticas de estímulos y la aplicación de las vacunas, impulsan la recuperación de las economías del mundo. El crecimiento global será de 5.2 por ciento y el de EU 5.1.

Motivos de júbilo

Aunque el organismo financiero internacional mejoró las perspectivas de la economía mexicana, aún se echa de ver cierta cautela en reconocer los aciertos de la Cuarta Transformación, pues el presidente de México, en base a los estudios y estadísticas oficiales, ha dicho que: “Vamos saliendo; ya se está reactivando la economía y tengo ya un reporte de crecimiento probable para este año, del 4 al 5 por ciento en este 2021. Nos vamos a ir recuperando”. Lo dijo luego de explicar que a pesar del desplome del Producto Interno Bruto en 2020, la administración federal pudo ayudar a la población con los ahorros obtenidos por el firme combate a la corrupción pública y privada y la supresión de los lujos.

En apoyo a estas declaraciones, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, expresó que la recuperación económica de México dependerá en gran medida de la economía estadounidense, además del proceso de vacunación en el país. “Un asunto muy importante es el desempeño de la economía de Estados Unidos. México y Estados Unidos están fuertemente correlacionados. El año pasado, justo en medio de la pandemia, México signó el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero a pesar de que fue muy benéfico, todavía no se pudo aprovechar todo su potencial debido a la crisis sanitaria”.

Por su parte, Shelly Shetty, director ejecutivo de soberanos para América Latina de Fitch Ratings, destacó que México fue de los países que menos recurrió a deuda para dar apoyos por la crisis sanitaria el año pasado, a lo que Herrera sostuvo que no se recurrió a deuda ya que el pago de intereses pondría presión a las finanzas públicas, además de que hay un aspecto legal que impide recurrir a deuda que no sea para fines de infraestructura. “Hay una vieja y restrictiva ley a nivel constitucional que prohíbe el uso de deuda para otra cosa que no sea infraestructura pública”, dijo el gestor de las finanzas del país.

A todo ello deben agregarse las audaces propuestas de la nueva secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, al anunciar el Plan de Reactivación Económica del Gobierno de México fundamentado en la innovación, diversificación e inclusión como gran sombrilla. Los cuatro ejes del plan son: 1) Mercado interno, empleo y empresa, mediante el cual se busca: Tener una política industrial y tecnológica; Trabajar en los sectores innovadores y sobre todo la industria 4.0 junto a los sectores tradicionales ampliamente exportadores; Buscar el incremento al valor agregado local; Apoyarse mano a mano con la SHCP para lograr estímulos fiscales; Desarrollo de cadenas productivas y plataformas de proveedores nacionales; Vincular a grandes empresas con las medianas y pequeñas teniendo programas de garantía; Impulso a la competitividad de la digitalización mediante transferencia de tecnología. 

2) Fomento y facilitación de la inversión para: Agilizar trámites para que al menos, como marca la OMC, pueda lograrse una mejora de costos hasta en 14 por ciento; Atracción de la inversión extranjera en diferentes partes del país, con el apoyo de las embajadas y consulados nacionales en coordinación con el sector privado y fondos de inversión locales; Fomentar la inversión y la infraestructura, además de la consolidación de América del Norte con el T-MEC.

3) Comercio internacional, para: Promoción del comercio exterior y la defensa de los intereses comerciales de México; Buscar la negociación de acuerdos comerciales, y la implementación y administración de los mismos; Incrementar las exportaciones a mercados nuevos y mercados existentes, ruedas de negocio, reducción de tiempos de respuesta para facilitar las importaciones.

Y, 4) Regionalización de los sectores, para: Dar apoyo a las siete regiones del país; Continuar con los estímulos fiscales para la frontera sur y tomar estas ventajas para la inversión. Proyectos prioritarios de infraestructura y posibles negocios aledaños a los mismos con las diferentes cámaras empresariales.

Con todo ello, hay motivo de júbilo.