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La suma cero

El coctel perverso de gobernantes ineptos y corruptos con empresarios ignorantes y voraces, ha dado como resultado el enriquecimiento de unos cuantos a costa de la miseria de las mayorías.

El coctel perverso de gobernantes ineptos y corruptos con empresarios ignorantes  y voraces, ha dado como resultado el enriquecimiento de unos cuantos a costa de la miseria de las mayorías. Durante los últimos 30 años, la economía de México ha permanecido estancada, porque el crecimiento promedio del 2 por ciento es devorado por la inflación, y sólo beneficia a una reducida camarilla que acapara los beneficios.

Nada menos, ayer, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, declaró tajantemente que: “Las políticas económicas (seguidas por México), están privilegiando al capital por delante de la masa salarial”. Luego explicó que: “El salario sigue siendo el talón de Aquiles. México es uno de los pocos países de América Latina, o quizá el único, en el que no ha habido incrementos en las últimas décadas. Se han formalizado empleos, y eso es una buena noticia, pero es vital que mejore el ingreso, que se ha contenido artificialmente”. ¡Ahí ‘tiablan’, tú!

La suma cero

Desde la instauración del neoliberalismo, México ha padecido el modelo de suma cero, en que uno gana todo y otros pierden todo. Según los estudiosos de la economía, allá a mediados del siglo pasado, ésta sólo llegaba hasta la teoría de suma cero: situación en la que un grupo de individuos buscan el mismo objetivo y el resultado es que toda la ganancia de uno implica la pérdida del otro. Así, la mercancía más barata es el trabajo.

Se llama suma cero porque si la ganancia esta representada por un número positivo y la pérdida por un número negativo, la suma de todas éstas cuando termina el juego es cero. Se llama el Juego de Suma Cero porque la idea fue desarrollada dentro del campo de la Teoría de Juegos en Matemáticas. El póker es un juego de suma cero: hay un pozo y al final del juego un jugador lo gana, los demás pierden lo que apostaron. La suma de ganancias y pérdidas da cero. El efecto final siempre es la crisis económica recurrente.

En 1994 el matemático norteamericano John Forbes Nash recibió el premio Nobel de Economía por su teoría de los juegos no cooperativos, publicada en 1950, mediante la cual demostró que siempre existe un equilibrio entre los jugadores, conocido con el nombre de 'equilibrio de Nash'. Esta teoría cambió radicalmente y para siempre la manera de estudiar el comportamiento de la economía y la toma de decisiones. Nomás en México no se ha querido entender y mucho menos aplicar por los juegos del poder.

Aunque el equilibrio de Nash se aplica en prácticamente todos los órdenes de la vida, en la disciplina que ha tenido un mayor impacto es en la economía. Inclusive, dio lugar a la creación del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos y de las medidas regulatorias de los bancos, con las que se garantiza el dinero de los ahorradores en las instituciones que tienen problemas de operación o que están siendo mal manejadas.

Sin embargo, el empeño de los dueños del gran capital por escamotear los beneficios que puede derivarse del círculo virtuoso de inversión-producción-empleo-salario-consumo-impuestos, han relegado el trabajo del premio Nobel y han tornado al juego de suma cero. Especialmente en México donde las autoridades se empeñan en bajar el salario de los trabajadores con el cuento de no calentar la economía y provocar la espiral inflacionaria. De esta suerte, en tres décadas, México tuvo al hombre más rico.

El hombre más rico del planeta en medio de progresivo deterioro de la calidad de vida de quienes sólo tienen sus manos para llevar la gorda a la casa. El hombre que declara que no cree en la caridad y que, aunque no lo declare, tampoco cree en la justicia que no es otra cosa que dar a cada quien lo que legítimamente le corresponde.

México hizo la primera revolución social del siglo XX y al amparo del texto constitucional que de ella se derivó, logró la más prolongada etapa de paz, progreso y desarrollo en medio de un mundo convulsionados por guerras atroces. Había ricos, ricos de abolengo, que nunca fueron tan ricos; pero que, sí sabían para qué servía el dinero. Había pobres; pero, ninguno en la miseria atroz que ahora se padece en todos los ámbitos de la geografía nacional. Campeaba la justicia y la permeabilidad social, y el equilibrio de Nash.

Pero, llegó Salinas y los salinistas y todo ha sido para un solo lado, en el juego perverso de suma cero. Gana un reducido grupo todo, y el resto pierde todo, hasta el modito de andar.

Este año la banca elevó sus ganancias en 25 por ciento y las pequeñas y medianas empresas tronaron.