Las damas del Presidente

Ya parece una constante los desatinos del sector femenino en el gabinete presidencial. Ahora le tocó el turno, no a una miembro del gabinete pero si a una de las mujeres más cercanas al poder presidencial; Claudia Sheinbaum. 

El alto índice delictivo de la CDMX es sólo la punta del iceberg sobre una triste realidad; la Sheinbaum no sabe gobernar. Los desatinos de los uniformes escolares, las leyes que atentan contra la propiedad, y sobre todo el haber detenido los permisos de construcción para investigar la corrupción que tiene detenida casi totalmente la construcción privada exhiben el verdadero carácter prepotente y autoritario de la Sheinbaum. 

El Presidente López Obrador, ya desde su campaña daba muestras de que no era el mismo hombre que contendió en el 2006 y 2012. Se volvió más abierto con su religiosidad y con sus pasiones personales. Antes todo esto había sido cuidadosamente mantenido al margen de la percepción pública. Algunos opinaban que mostraba su lado humano para ganar nuevos electores. Pero no fue solo ese cambio, el gabinete propuesto en el 2012 se parecía mucho al gabinete integrado durante su mandato como jefe de Gobierno. Hombres y mujeres perfectamente escogidos como especialistas en su responsabilidad. Sin embargo en el 2018 integró un gabinete que privilegió la equidad de género sobre la capacidad de gobierno, dando como resultado una bandada de damas incompetentes, por decir lo menos.

Hemos visto como la Secretaria de Energía ha cometido un error tras otro, desde desabasto de gasolina hasta hacer creer al Presidente que tienen la capacidad de construir una refinería, todo esto pasando por grillas terribles contra el Director de Pemex, corruptelas de su esposo, cancelación de la licitación de la refinería y alimentar con cifras falsas el discurso del mismo Presidente. 

Tenemos el caso de la señora Luisa María Alcalde quien dio una sacudida terrible al sector maquilador enviando alborotadores profesionales para promover huelgas. Cosa terrible porque si se trataba de que los obreros ganaran más, cosa que estoy totalmente de acuerdo, la forma como llevaron a término aquel intento sólo evidenció su falta de experiencia y pericia. Su juventud y falta de capacidad para entender lo que es su posición, le ha valido que líderes sindicales como Romero Deschamps y otros se burlen desfachatadamente de ella.

Así también tenemos el caso de la señora Graciela Márquez, secretaria de Economía. Bueno, esta señora dejó de reunirse con empresarios porque de plano nada tenía que decirles. Podrá ser un emérita catedrática sobre historia económica, pero además de hacer varias veces el ridículo cuando se le preguntaba sobre el proyecto económico de México y solo contestaba, “ténganos confianza”, evidenciando que sencillamente no había ningún plan, sus primeros meses de gobierno han demostrado que el discurso del Presidente sobre el fin del neoliberalismo es una falacia. 

Pues la señora nada ha hecho por crear las condiciones económicas necesarias para proteger a los productores nacionales; entiéndase mediadas arancelarias. Porque eso del pantalón desabrochado no debe entenderse como que se bajó los pantalones frente al gobierno norteamericano, sino como un descuido por las constantes  idas al baño debido al pánico escénico de negociar algo para lo que no estaba capacitada. Para su buena fortuna estaba Ebrard para sacar al buey de la barranca.

Otro caso es el de la ahora exsecretaria de Semarnat, quien además de hacer nada por la contaminación o el rescate de la vaquita marina, hizo el ridículo deteniendo un vuelo para que ella pudiera abordar. Al menos en este caso el Presidente sí actuó y le pidió la renuncia.

Y por último la señora Yeidckol Polenvsky, quien como es bien sabido en Tamaulipas negoció la entrega del congreso, sólo para hacer quedar mal al senador Monreal, quien durante el 2018 coordinó la segunda circunscripción. Pero no sólo traicionó a Morena en Tamaulipas, repitió la dosis en Aguascalientes y Durango. Y además de venir a Tamaulipas a mostrar su mala leche, también se dio el lujo de rentar un jet ejecutivo para visitar el Estado. Incurriendo en un posible delito electoral.

Esas son algunas de las damas del Presidente quienes en lugar de salir y defender a su jefe corren a su sombra por protección, como lo hizo Claudia Sheinbaum para salvarse del encono de la ciudadanía enardecida por la ola de robos, secuestros, asesinatos y cobros de piso de la delincuencia.

El Presidente debe recapitular en sus designaciones, privilegiar la equidad de género sobre la capacidad ha sido un error terrible con sus respectivas consecuencias para el gobierno. No digo que falten mujeres capaces, lo que digo es que las mujeres que él eligió coinciden en una constante: No tienen la capacidad necesaria para el grado de sus responsabilidades.