Editoriales > FONDO Y FORMA (ABEL OSEGUERA KERNION)

La carta

El primer resbalón del Presidente López Obrador es definitivamente la dichosa carta escrita al Rey de España Felipe VI y al Papa Francisco sobre las atrocidades cometidas durante la conquista.

El problema no es si la carta en realidad representa el sentimiento generalizado de los mexicanos. Porque por supuesto que la historia y el adoctrinamiento nacionalista siempre prevalecerá. Eso sin importar si la mayoría de los mexicanos sean descendientes de ese mestizaje entre nativos y conquistadores. En realidad los mexicanos somos en su mayoría producto de un mestizaje genético y cultural. Solo que nos gusta defender nuestro sentido nativo por encima de nuestra influencia europea.

La carta

Ahora bien, el problema con esa carta es que el Presidente no analizó profundamente el alcance de la misma. Dicen algunos cercanos, que fue idea de la Primera Dama. Podría ser, hay mucho en ella que muestra la mente femenina, como por ejemplo que sólo una mujer es capaz de recordar un agravio cometido en el muy lejano pasado solamentr para ejercer su pasatiempo favorito: Hacerla de bronca. Y aunque la misma tuviera la legítima intención de buscar el reconocimiento del agravio perpetrado hace casi 500 años, también puede esconder los demonios internos que agobian a la nación mexicana por sus constantes altibajos que sirven para justificar la mediocridad. 

Efectivamente hay pueblos que se han disculpado por las atrocidades de sus gobiernos, como el caso de Alemania o Japón. Pero en estos casos han sido actos manados de su propia voluntad sin mediar una solicitud de la parte agraviada.

En el caso de esta carta hay coletazos que meten en problemas a aliados ideológicos del mismo Presidente en España y quienes han sido férreos defensores de su política anti neoliberal. Me refiero a Podemos, partido de reciente creación y que enarbola la bandera nacionalista y por supuesto está en contra de las políticas públicas que benefician solo a los ricos. Podemos fue un aliado ideológico muy importante en la campaña de Morena y desde el congreso español han sido defensores de las izquierdas del mundo. 

Por eso tras esta carta han sido un blanco de ataque desde la hegemonía de los partidos que controlan el gobierno español. Ahora aprovechan esta carta para explotar el sentimiento nacionalista español y restregárselo a la cara de los legisladores de Podemos. 

Por eso sostengo, que esa carta es una gran equivocación. El Presidente actuó por motivaciones personales o influencia, sin tomar en cuenta que cualquier acto lleva por fuerza la representatividad de una nación. Como Presidente debe analizar profundamente las consecuencias de los más mínimos movimientos políticos. Esa carta debió ser analizada por la cancillería mexicana y por un grupo de asesores expertos que analizaran y hasta simularan las reacciones positivas y negativas de la misma. 

México requiere cambios profundos, éste gobierno es la última esperanza legítima para llevarlos a cabo. El reto y la resistencia a esos cambios goza de vigor y poder económico. El camino es duro y penoso. Por eso esta carta es tan perjudicial, porque afecta la imagen presidencial en el extranjero y tiene nula utilidad de interés político y económico. Además de alimentar la propaganda negativa de este gobierno desde la oposición y elevarla a los encabezados internacionales. Es desgastarse de gratis y poner más cuesta arriba el camino de la regeneración nacional.

Lo que los mexicanos buscamos de fondo no es un reconocimiento de los abusos y tropelías cometidas por personas muertas hace siglos. Lo que buscamos es el reconocimiento internacional de ser un país seguro, próspero, respetuoso, lleno de oportunidades, rico en cultura, bondadoso con los desprotegidos, responsable ecológicamente, dinámico, progresista. 

Queremos ser una nación que aporte a la productividad y al bienestar de su pueblo. Para eso necesitamos un gobierno concentrado al 100 por ciento en la honestidad, en la eficiencia, en la disciplina fiscal, en la independencia energética y alimentaria. 

El Presidente tiene el cariño y respeto de la mayoría de los mexicanos. Esa carta no era necesaria, menos indispensable, en cambio sí se convierte en un tropiezo que perjudicó gravemente al esfuerzo de Podemos en España.