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La pita enredada

Este año, según el Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado en el 2016, el gasto del gobierno llegará a los 4 billones (millones de millones), 888 mil, 892 millones, 500 mil pesos

Este año, según el Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado en el 2016, el gasto del gobierno llegará a los 4 billones (millones de millones), 888 mil, 892 millones, 500 mil pesos, de los cuales, casi la cuarta parte, 1.164 billones de pesos, se gastará en atender a la burocracia y cumplir compromisos con los jubilado y pensionados, cuyo crecimiento da la impresión de ser imparable.

El gasto corriente no es el mayor; pero, sí el que ha tenido el más alto crecimiento en estadísticas.

La pita enredada

La mentalidad obtusa de los operadores hacendarios no encuentra otra salida para adelgazar el estado obeso que la jubilación casi masiva de personal, tanto directamente de la estructura del gobierno como de empresas, entidades y organismos descentralizados; lo que no hace más que voltear la tortilla, que sigue en la lumbre, con una mayor pérdida en la competitividad del aparato burocrático. Los trabajadores de gobierno despedidos no se quedan en la calle, van a engrosar la lista de jubilado y pensionados, algunos ganando más que cuando estaban activos, sin hacer nada.

Desde luego, el problema no es privativo de México y se ha convertido en un gran dolor de cabeza en otras latitudes. Sólo algunas han encontrado soluciones prácticas y efectivas que permiten un mejor aprovechamiento de los recursos, tanto humanos como financieros. Tal vez sea Japón el mejor ejemplo para México. Ahí se implementó la reforma del sistema del funcionariado japonés, cuyo principal objetivo fue hacer más eficiente el desempeño de la burocracia, de tal manera que, en lugar de ser un pesado lastre para el desarrollo, se convierta en la locomotora que arrastre al sector productivo para ser más ágil la gestión oficial de apertura y crecimiento de las empresas.

De acuerdo a la reforma nipona: “Hasta ahora se han venido realizando recortes en el número de funcionarios y en su salario, con el objetivo de reducir el despilfarro en el gasto anual; pero, no se puede decir que sea muy acertado el argumento de que, con reducir el número de puestos de trabajo o el salario a capricho, los problemas como la descentralización y la falta de transparencia e inefectividad que la acompañan, el clientelismo que afecta a la contratación, el bajo nivel de productividad, etc., vayan a resolverse”. Menos se zanjan si, como aquí, van de una nómina a otra.

Con la privatización de los fondos de pensiones para los trabajadores en general, el gobierno se libró de una pesada carga, pues con el nuevo sistema impuesto por los regímenes neoliberales, las nuevas generaciones de asalariados tienen un futuro incierto; necesitarían cotizar cien años para obtener una pensión que pudiera resolver todos los problemas de una simple supervivencia; pero, no ha hecho lo mismo con la burocracia convertida en su mayor soporte para mantener el poder.

El objetivo primordial de la reforma burocrática en Japón es que: “Al tiempo que se avanzará en una reforma que elimine los elementos negativos que dan lugar al malgasto y la ineficiencia del favoritismo, el tráfico de influencias o el clientelismo, comprenderemos la necesidad de ir fomentando el que se reconozca el atractivo del trabajo de los funcionarios, especialmente entre el estrato más joven”. Que cada uno de los servidores públicos esté plenamente consciente de la alta responsabilidad que se le confía y que tenga los medios para capacitarse y poder servir mejor.

Se está convirtiendo en un estribillo de cajón afirmar que a partir del 19 de septiembre, México ya no es el mismo, aunque cotidianamente se siguen viendo las mismas escenas plenas de liviandad y faltas de pudor. Si fuera válida la tesis del cambio social, bien pueden los mexicanos empujar a un cambio político que corrija los yerros que han conducido a ese callejón sin salida que es el elevado crecimiento de la burocracia y de jubilados y pensionados que tanto gravitan en el presupuesto.

Con un buen bonche de buena voluntad, es posible optimizar los recursos humanos y monetarios, a efecto de desenredar la pita que ahorca al Anáhuac

(Anuncio urbi et orbi: Nomás por purita prescripción, este espacio de análisis estará ausente de las páginas de este prestigiado diario por alrededor de diez días, al cabo de los cuales, volverá a ponerse al servicio de usted. ¡Gracias!)