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La nueva bonanza

Con el descubrimiento del nuevo yacimiento se apuntala el futuro de la industria petrolera para hacer más fuerte a México partiendo de la base del combate a la corrupción que se había vuelto el cáncer del país

Pemex anunció el descubrimiento de un yacimiento en Ixachi, Veracruz, calificado como el más importante en los últimos 25 años en México y el cuarto en tierra más importante a nivel mundial. Con esta noticia, se echa por el suelo el argumento neoliberal de que la riqueza petrolera está en el mar profundo y hay que ir por ella antes de que otros lo hagan. Nomás era cuestión de quitar las pajas de la atroz corrupción. 

81 años después de que el presidente Lázaro Cárdenas expropiara el petróleo para iniciar una etapa de progreso y desarrollo apuntalada con la riqueza del subsuelo, se da este nuevo hallazgo que, curiosamente, otros, con la más moderna y avanzada tecnología no fueron capaces de detectar. La noticia es altamente relevante aunque se manejan cifras diferentes en cuanto a los pronósticos de producción que van de 500 a 700 mdb.

La nueva bonanza

Sea una cantidad u otra, viene a resultar mayor que los anunciado con bombo y platillo durante la administración anterior cuando se dijo que el mayor proyecto de inversión para la producción petrolera en aguas profundas, con capital extranjero, que tiene reservas equivalentes a 485 millones de barriles del aceite, desde luego, sin aclarar que se trata de reservas probadas, probables y posibles. El caso es que fue jarabe de pico.

Tan pronto como se anunció la adjudicación de 8 de los 10 contratos de asociación que formaban la Ronda 1.4, para demostrar los trinchones que eran, el impresentable Pedro Joaquín, secretario de Energía y José Antonio González, director de Pemex, dijeron que con esta adjudicación México obtendría 41,776 mil millones de dólares; un mundo de dinero. Perdido entre las manifestaciones de júbilo, se anexó el texto que aclara que esos recursos se ganará en tres décadas, 30 años, cuando quienes oyeron ya no estarán.

El contrato estrella de la asociación para exploración y explotación de yacimientos petrolíferos en aguas profundas, fue la que corresponde al proyecto Trion, ubicado en el Golfo de México, a 179 kilómetros al oriente de Matamoros y a 40 de la frontera con los Estados Unidos. Este contrato de asociación fue firmado con la empresa australiana BHP Billiton, que aportará mil 194 millones de dólares para el arranque del mismo a partir del año próximo, estimándose una inversión total de 11 mil millones de dólares a lo largo de 15 años. Este proyecto de exploración y explotación en aguas profundas frente a la costa norte de Tamaulipas, empezará a producir en el 2023, con la proyección de que llegue a su máximo potencial dos años después, cuando se espera que produzca 120 mil barriles de crudo. El complejo Cantarell produjo 2 millones 33 mil barriles del petróleo ¡diarios!

Otra de las afirmaciones engañosas es que de la explotación de este bloque, el Estado mexicano recibirá 72.4% de las utilidades, sin que la empresa productiva del Estado Pemex tenga que invertir un solo centavo ni realizan ningún tipo de operaciones. ¿Será que los australianos son tontos? Posiblemente, no; porque la realidad es que el contrato señalaba que la regalía base del proyecto era de 7.5 por ciento de las utilidades y que la petrolera ganadora ofreció un 4 por ciento adicional, para hacer un total de 11.5 %.

Se dice que las perforaciones serán ultra profundas y se habla de 2 mil 500 metros de 

fondo, razón por la cual Pemex debió asociarse con una empresa que contara con la tecnología necesaria para llevar a cabo esos trabajos de muy alta especialización. Vale decir que las perforaciones profundas en la plataforma continental se iniciaron durante el gobierno de don Gustavo Díaz Ordaz, con las plataformas en la sonda de Campeche.

Los propósitos de privatizar las empresas del Estado, fueron dos: beneficiar a la élites plutocráticas autóctonas, que ya gozan de privilegios extraordinarios, y acrecentar la anexión del país para crear el gran bloque de Norteamérica. 

La anexión, debió esperar tiempos mejores porque llegó a la presidencia de los Estados Unidos un empresario que conoce bien el juego del poder y que a lo más que llegará será la subordinación. 

Con el descubrimiento del nuevo yacimiento se apuntala el futuro de la industria petrolera para hacer más fuerte a México partiendo de la base del combate a la corrupción que se había vuelto el cáncer del país.

La historia se está reescribiendo.