Editoriales > FONDO Y FORMA (ABEL OSEGUERA KERNION)

Desesperación derechista

En los últimos días hemos visto como las bancadas del PAN y sus militantes se han trepado en una espiral para promover y hasta presionar al gobierno mexicano para que se sume a la ofensiva contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. 

Han hecho de todo, desde discursos y ponencias en las cámaras hasta traer personajes de dudosa moralidad para convencer no solo al gobierno, sino sobre todo, al pueblo de México de las impericias del gobierno bolivariano. Y si bien esto lleva como jiribilla desprestigiar a la izquierda mexicana, el fondo es por mucho más peligroso.

Desesperación derechista

Analizando seriamente todos esos pronunciamientos derechistas sobre lo que ocurre en Venezuela implica por fuerza descubrir una terrible realidad; los panistas están hundidos en la mayor de las desesperaciones, pues está visto que el problema sudamericano les brinda una oportunidad para validar la intervención extranjera como una forma de conservar sus privilegios y canonjías.

Dentro de sus mentes solo cabe una intencionalidad; ganar el poder nuevamente sea al costo que fuese. O como dijo Calderón “Haiga sido como haiga sido”. Pero no para sacar al país adelante, porque si así fuese estarían más preocupados por construir escuelas, carreteras, caminos vecinales, mejorar la educación, mejores hospitales, crear nuevas empresas, fomentar los productos mexicanos, producir más, etcétera. Pero no, ellos solo quieren volver al poder para seguir haciendo negocios y saqueando más al país. 

Por eso ponen su empeño en causas ajenas al quehacer nacional y hasta interviniendo abiertamente en la vida política de una nación independiente y republicana, para fincar precedente de una falsa moralidad intervencionista. En otras palabras; apoyar la política de Estados Unidos en el caso de Venezuela, creen les sirve para luego aplicarlo en México. Lo curioso es que son los mismos personajes que denostaron hasta el cansancio al Presidente Trump. Solo que ahora como pudiese convertirse en un aliado para hacerse del poder lo veneran y hasta vitorean para invitarlo a hacer lo mismo en México.

Entender esta reacción traidora del PAN sólo se explica por la razón de que les queda claro que la mayoría del pueblo les detesta. Y saben muy bien que la única forma de volver al poder no puede ser a través de los votos, sino de la intervención extranjera para que les devuelva sus espacios de poder. 

Da pena sigan tan desapegados a la voluntad popular, que su manifiesto político no esté en la propuesta nacionalista, en el bienestar de los mexicanos. Da vergüenza que estén distraídos en asuntos de otros países cuando el nuestro está hundido en una situación económica deplorable y que si tuvieran la más mínima vergüenza deberían primero pedir disculpa por los gobiernos nefastos y terribles que ejercieron. Con crecimientos económicos paupérrimos y sumergidos en una violencia social jamás imaginada. 

No deja de rondarme por la mente aquellas escaramuzas de los conservadores del siglo XIX para traer un emperador extranjero a gobernarnos. No me dejan dudas que los panistas cometen las mismas traiciones a la patria que aquellos personajes nefastos. 

Pareciera que nada ha cambiado, pareciera que el orgullo nacional importa un bledo y nos caricaturizan a los mexicanos como un pueblo ignorante y mediocre que debiera ser gobernado solo por una elite de ricos y poderosos hombres que visten bien y lucen ante la alta sociedad. 

Que tristeza que su sed de poder les lleve por los caminos del intervencionismo y lo avalen. Esto no se trata de defender a Maduro y su gobierno, tampoco se trata de defender una política socialista o bolivariana. Esto se trata de respeto, de integridad, de nacionalismo, de hacer lo correcto, de pensar primero en México y su pueblo. Esto se trata de sacar a México adelante bajo la vía de la democracia y la pluralidad. 

Ya dejen de soñar y planear su vuelta al poder a través de la intervención extranjera, mejor dedíquense a ser una oposición inteligente y crítica, créanme eso si aporta y ayuda a construir una mejor nación.