Editoriales > FONDO Y FORMA (ABEL OSEGUERA KERNION)

Guerra sucia

El término bien valdría el calificativo de pleonasmo, pues de ninguna manera puede darse una guerra limpia.

El término bien valdría el calificativo de pleonasmo, pues de ninguna manera puede darse una guerra limpia. Pero de alguna manera así ha sido definida por muchos tras los embates del  PRI y el PAN contra el puntero de la elección presidencial Andrés Manuel López Obrador. Porque está visto que la caballerosidad y sobre todo la civilidad son letra muerta. Por supuesto, no es privativo de México. En todo el mundo se está presentando un fenómeno de presión extraordinaria contra los proyectos políticos contrarios al sistema neoliberal.

Para entender éste fenómeno de popularidad que arrastra AMLO debemos estudiar cuidadosamente las características socio-políticas que vive el país. Porque AMLO es el resultado de un incremento en la pobreza extrema y sobre todo el debilitamiento de la clase media, obrera y campesina.

Guerra sucia

De la mano de un poder adquisitivo que va en caída libre deben sumarse la creciente corrupción y la inseguridad. En otras palabras; los rusos, Venezuela, Hugo Chávez, el peligro para México y otras tantas acusaciones inventadas y generadas para intimidar al electorado de nada sirven porque está visto que el PAN y el PRI han gobernado solo para unos cuantos en detrimento de una sociedad que sufre para comer, educarse, sanarse y sobretodo vivir en paz.

Los gobiernos neoliberales han arrebatado la paz social, curiosamente esa que era una prioridad durante los primeros gobiernos del PRI. Quizá esta generación de priistas perdió todo nexo con sus raíces republicanas y nacionalistas. Pero bueno, el problema que enfrentan quienes se alinean en el mismo sentido económico y social, como siempre han vuelto a contratar a publicistas extranjeros para atemorizar al pueblo y hacerles sentir que un cambio de rumbo podría empeorar las cosas.

Bajo esa premisa cabe señalar que la situación económica en México ha alcanzado un nivel tan terrible que la gente está desesperada. Ahora bien, si pudiera darse por descontado que un cambio podría traer más problemas, aun así sigue siendo una especulación. Porque lo que sí es una garantía totalmente probada es que estos gobiernos son degenerativos. Por lo tanto el cambio es la única opción.

Digámoslo de otra manera: en el 2006, AMLO podría percibirse como una opción aventurada, ya para el 2012, tras dos gobiernos panistas y sus fracasos podría haber sido una alternativa interesante, pero ya en 2018 con gobiernos del PAN y del nuevo PRI queda demostrado que es una necesidad apremiante.

Por esa razón las escaramuzas lanzadas para desprestigiar a AMLO han topado con un electorado que más se crece y hasta se ofende. Porque están dejando en completa evidencia que AMLO va a la cabeza y que tras no encontrar vestigio alguno de corrupción en su persona, deben echar mano de inventos insólitos y comparaciones absurdas. El pueblo no sólo ya no les cree, sino además ya está harto y perciben con claridad de dónde vienen esos ataques, haciendo que la lógica popular tienda a proteger a alguien que tiene plena empatía con ellos.

El pueblo de México ha sido víctima de un sistema que sólo sirve para enriquecer brutalmente a unos cuantos, éstos no quieren perder sus privilegios y por eso juegan con dos candidatos Meade y Anaya, pero lo que no calculan es que han hecho de AMLO una víctima como el mismo pueblo. Por eso AMLO se burla y mofa hasta cambiándose el apellido con terminación rusa. Por eso batea cada bola boba como la de la actriz venezolana contratada para sufrir en público.

La desesperación de la mafia en el poder ha llegado a los extremos de hasta sacrificar a sus propios alfiles, como Beltrones. Sólo espero en su desesperación no vayan a causar un baño de sangre que despierte al México bronco, aquel que costó mucho apaciguar.

abeloseguerakernion@gmail.com