La rebelión en la granja

Luego de haber escrito que a partir de la segunda mitad del siglo XX habría de surgir el dominio de tres imperios que no se enfrentarían entre sí; sino, que se encerrarían en sí mismo gobernados por una oligarquía que habría de adoptar diferentes disfraces de signos políticos diversos y hasta fantasiosos, George Orwell, autor de Rebelión en la Granja y 1984, hace el pronóstico casi profético del destino de la humanidad en el XXI.

En su ensayo de 1945, Tú y la bomba atómica, dice: “Durante cuarenta o cincuenta años, el Sr. HG Wells y otros nos han estado advirtiendo que el hombre está en peligro de destruirse a sí mismo con sus propias armas, dejando que las hormigas u otras especies gregarias se hagan cargo. Cualquiera que haya visto las ciudades arruinadas de Alemania encontrará esta noción al menos pensable. Sin embargo, mirando al mundo como un todo, la deriva durante muchas décadas no ha sido hacia la anarquía sino hacia la reimposición de la esclavitud. Puede que no nos dirijamos a un colapso general sino a una época tan terriblemente estable como los imperios esclavistas de la antigüedad. La teoría de James Burnham ha sido muy discutida, pero pocas personas han considerado sus implicaciones ideológicas, es decir, el tipo de visión del mundo, el tipo de creencias y la estructura social que probablemente prevalecerían en un estado que fuera a la vez inconquistable y en un estado permanente de 'guerra fría' con sus vecinos.

Si la bomba atómica hubiera resultado ser tan barata y fácil de fabricar como una bicicleta o un reloj despertador, bien podría habernos sumido en la barbarie, pero podría, por otro lado, haber significado el fin de la soberanía nacional y de el estado policial altamente centralizado. Si, como parece ser el caso, es un objeto raro y costoso tan difícil de producir como un barco de guerra, es más probable poner fin a las guerras a gran escala a costa de prolongar indefinidamente una “paz que no es paz”.

En los días que corren, los tres imperios están en periodo de franca consolidación. En los Estados Unidos, la empresa tecnológica más importante del planeta, Apple, se apresta a una repatriación de capitales (que tiene dispersos por el mundo), por un total de 250 mil millones de dólares en efectivo o instrumentos equivalente, por lo que planea a pagar, bajo la nueva Reforma Fiscal de Donald Trump, 48 mil millones de dólares de impuesto, la mayor aportación de una empresa al vecino país. ¡Sólo Apple!

En Europa, bajo la conducción de Alemania, el Banco Central Europeo llamó a dar por cerrada la crisis en la Unión una década después del shock de Lehman Brothers. Este optimismo se basa en las grandes variables macroeconómicas, como las dadas a conocer a fines del 2017: una intensa caída del desempleo, un crecimiento sostenido en 17 trimestres consecutivo y, en el plano de los riesgos políticos, el batacazo electoral de los populismos . Ante el Brexit y el proteccionismo de EU, miran a Rusia.

Rusia y China forman el tercer imperio de los que hablaba Orwell. De hecho, ambos países ya incursionan en otras latitudes con mucho éxito. Aunque parezca trivial y hasta chistoso, no puede dejar de tomarse en cuenta las afirmaciones de Ronan Manly, un especialista en el comercio de metales de Singapur, quien aseguró que: “Con 3.670 toneladas de oro en las arcas de Rusia y China, estos países tienen la posibilidad de sacudir el comercio internacional y abandonar el dólar como moneda de cambio”.

Si no bastara con ese anuncio, hay que decir que ambos países han firmado acuerdos  que les permitirán adquirir divisas de su socio comercial sin necesidad de recurrir a los mercados internacionales. Según el Banco Central ruso, el acuerdo promoverá las inversiones directas y el comercio bilateral, además de fomentar el uso del rublo y el yuan en el comercio internacional.

George Orwell, nació en Londres 25 de junio de 1903 y murió el 21 de enero de 1950,

Como escritor y periodista escribió 6 novelas, las más conocidas Rebelión en la Granja y 1984; es autor de más de 50 ensayos sobre temas variados, especialmente de política. En su último ensayo aquí mencionado, asegura que: “Hay cada vez menos focos de poder. Ya en 1939, solo había cinco estados capaces de librar una guerra a gran escala, y ahora solo hay tres, en última instancia, tal vez, solo dos”.

Sus textos son una confirmación de la naturaleza cíclica de la historia.