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Favor con favor se paga

Si alguna duda pudiera quedar acerca de la orquestación de una elección de Estado el próximo primero de julio, el empeño, cínico empeño, de quienes habrán de calificar el proceso, considerado como la madre de todas las elecciones, echa de ver que la tarea se cumplirá de una forma o de otra. Que no habrá poder humano capaz de oponerse a los mandatos de la cúpula en el poder político, económico y social. ¡Sale porque sale!

El lamentable espectáculo montado por los miembros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, desacreditados de origen por la gracia recibida como pago anticipado por su ignominioso desempeño antes, ahora y después, evidencia el tenor en que habrá de transcurrir la jornada comicial en puerta y las acciones que tomarán quienes están obligados a decidir “conforme a derecho, en forma motivada y razonada”.

Favor con favor se paga

Para no caer en el cieno en que se revuelca el imbécil que ha juzgado al expresidente de Brasil, Lula da Silva, quien olímpicamente confesó que no necesitaba pruebas para fundamentar su convicción de la culpabilidad del procesado, bueno es analizar causas y efectos de la decisión (¿¡Inapelable!?) que tomó el Trife para enmendar la plana al Instituto Nacional Electoral. La votación resultó de 4-3 a favor del exgobernador.

Votaron a favor Mónica Aralí Soto, Felipe Fuentes, José Luis Vargas e Indalfer Infante. Todos ellos comprometidos con la voz del amo que permite que estén en el cargo con las mismas irregularidades que argumentan para sustentar su porfía en anexar el nombre del Bronco en las boletas electorales para los comicios por la presidencia. No pueden negar el fierro que llevan en la frente ni la ilegalidad de su propio desempeño.

Felipe Fuentes, José Luis Vargas e Indalfer Infante protestaron como magistrados del Trife el 20 de octubre del 2016, luego de que el Senado los eligiera de entre 7 ternas presentadas, para ejercer durante un periodo de seis años el primero y de tres años los segundos; pero, por esa magia del sistema, que viola sus propias leyes, luego de que la Cámara de Diputados lo determinara con oposición de organismos sociales y de importantes actores políticos, volvieron a rendir protesta; pero ora con premio mayor. 

El viernes 4 de noviembre del 16, José Luis Vargas Valdez y Indalfer Infante Gonzales, quienes originalmente estarían del 4 de noviembre de 2016 al 31 de octubre de 2019; ahora tendrán el cargo hasta el 31 de octubre de 2021. Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Reyes Rodríguez Mondragón, estarían hasta el 2022; pero, ahora durarán en el cargo hasta el 31 de octubre de 2024. Felipe de la Mata Pizaña, Mónica Arali Soto Fregoso y Janine Madeline Otálora Malassis tendrán el mismo periodo, al 31 de octubre de 2025.

Esa irregularidad aberrante, fue, posteriormente, avalada por la Corte, lo que dio lugar a una serie de críticas, como la de la senadora independiente Martha Tagle, quien consideró que el Tribunal llegará tocado a los comicios de este año y pidió no perder de vista que la resolución de la Corte se da cuando los magistrados tienen en sus manos validar las elecciones de los estados de México y Coahuila. ¡Como lo hicieron!

Expresó que: “Cambiar las reglas a modo para beneficiar a algunos no beneficia a nadie, porque deja tocado al Tribunal; lo deja vulnerable, con un estigma de que fueron beneficiados y que están condicionados a los intereses de quienes hicieron las reformas. La decisión vulnera a los procesos electorales que están en puerta”. 

El triángulo perverso de irregularidades y compromisos se cierra cuando se aprueba que, para este año, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ganen al mes 530 mil 411 pesos, más premios y compensaciones por un total de 2 millones 993 mil pesos anuales. 

Jorge Negrete cantaba que “amor con amor se paga”; pero, ahora, favor con favor se paga en el espeso engrudo de la corrupción.