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Escupir al cielo

Quizá una de las acciones más absurdas sea la de escupir al cielo; no pasa mucho rato sin que el esputo vuelva y se estampe en el rostro de quien tal hizo. Así ha pasado con los integrantes del Instituto Nacional Electoral, que han concebido una aparentemente provechosa ‘fake news’ en contra del partido Movimiento de Regeneración Nacional, aplicándole una multa así de grande así de absurda. Todo tan burdo, que se cae solito.

¿Qué tiene que ver Morena con el fideicomiso ‘Por los demás’, creado con el propósito de reunir fondos para ayudar a los damnificados de los sismos del año pasado? Nada. Se trata de dos organismos distintos y de naturaleza muy diferente. ‘Por los demás’ es un fideicomiso creado para no desacatar la prohibición de que los partidos políticos destinaran parte de los recursos que reciben como prerrogativas a otros fines que los estrictamente relacionados con campañas políticas, ni siquiera para ayudar a quienes perdieron todo.

Escupir al cielo

En constancias oficiales, institucionales y privadas, queda asentado que el fideicomiso era de carácter privado y tenía como único objetivo de recaudar dinero para ayudar a los damnificados, por lo que quedó integrado por personas ampliamente conocidas y de la mayor solvencia moral: Laura Esquivel, Julio Scherer Ibarra, Jesusa Rodríguez, Pedro Miguel, Bertha Maldonado, Paco Ignacio Taibo, Elena Poniatowska y el padre Alejandro Solalinde, quienes bien administraron los recursos dándoles el fin deseado.

Tan es así, que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informó que los fondos que habían sido depositados hasta el momento de la información en ‘Por los Demás’, han sido escrupulosamente entregados a un universo total de 27 mil 288 damnificados de los sismos de septiembre a razón de 2 mil 400 pesos por persona, en los estados de Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla, Guerrero y estado de México, así como en la capital de la República. No es peregrino que alguno de los afectados sea miembro de Morena.

Para mayor abundancia, el ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado que: “La entrega de esas ayudas se ha realizado de acuerdo con un censo de damnificados elaborado por voluntarios e independiente del censo oficial. Cada entrega está documentada por un registro individual, foto del inmueble dañado o destruido, identificación oficial del beneficiario y recibo”. Claro como el agua.

Claridad que deja de observarse en el dictamen del Instituto Nacional Electoral, cuya página no aparece en el portal cibernético ni hay forma de localizar. Entre otras cosas, reconoce tácitamente que: “La constitución del fideicomiso como acto jurídico aislado se materializó conforme a la normativa financiera y mercantil aplicable y que como acto jurídico prima facie entre particulares y cuyo objeto lícitamente fue determinado entre las partes, desde la perspectiva del acto jurídico del fideicomiso no existiría una transgresión directa al marco normativo que rige dichos actos”. Luego, ¿‘on´ta’ el delito?

Alega Ciro Murayama, consejero del INE, que: “Una figura permitida, un fideicomiso, dar dinero a la población, es ilegal para un partido; después, se nutre de recursos en su mayoría de procedencia prohibida, como son los de origen desconocido y los de empresas, luego se saca el dinero en efectivo sin dejar huella, lo que es contrario al manejo lícito de las finanzas públicas...”. Se vuelve a la pregunta original: ¿qué tiene que ver Morena, que es un partido político bajo la égida del INE, con un fideicomiso particular regulado por las autoridades bancarias y hacendarias?

Si hay alguna irregularidad, algún delito, algo qué perseguir; no corresponde a los funcionarios electorales, que no tienen las manos limpias, llamar a cuentas y menos, muchos menos, hacer imputaciones tan peregrinas y tan absurdas, aplicando una multa de similar naturaleza. Están escupiendo al cielo para su mayor desdoro. Si, de por sí.